[No contiene spoilers]

En el seno de Konami nacía allá por mediados de los 80 un típico juego de la era 8-bits que presentaba una serie de niveles formados por plataformas en los que controlabamos a un personaje que blandía un látigo. Aunque parezca algo común, este juego marcó época, consiguió diferenciarse de tantos Action-adventure que salían por entonces con unas melodías que se grababan a fuego lento y con una temática basada en la literatura y las leyendas de terror que encandiló a muchos jugadores.

Tras 24 años en los que la industria del videojuego ha evolucionado de forma considerable y los objetivos han cambiado con ella, se repite la misma historia. El gran miedo, la mayor traba y dificultad que se le ha planteado a la saga de Konami durante años ha sido superada con un proyecto titánico que ha conseguido no sólo plasmar aquellas viejas ideas en un entorno 3D, sino que tal y como entonces, ha conseguido diferenciarse del resto en la ejecución. Originalidad intrínseca asegurada con un sabio reparto de los guiños a la saga y otros juegos.

Castlevania: Lords of Shadow se nos sirve como un plato cocinado con los mejores ingredientes que han pasado por la saga y por el género en un cuarto de siglo, y consigue hacerlo con una maestría y un éxito extraordinarios. Es tal la magnitud que en muchos campos las palabras se quedan cortas para describirlo, y es que lo fundamental es empaparse jugándolo, de poco sirven las ideas preconcebidas, pues también se quedarán cortas.


Esta aventura en 3D mezcla como sólo el mejor alquimista sabe hacer, dosis de acción, plataformeo, puzzles y exploración en la cantidad más equitativa, intercalándose entre sí, y aportando una capacidad para renovarse, variar y atrapar al jugador durante horas y horas sin la más mínima sensación de repetitividad o monotonía. Raro es ver más de dos combates seguidos, pero sin embargo no es tan raro encontrarse dos y tres puzzles en el mismo nivel. Las partes de plataformeo podría llegar a jurar que son la parte predominante de este juego, o al menos a mí así me lo ha llegado a parecer. Hay niveles que ni siquiera tienen combates, así que con eso lo digo todo.


La jugabilidad es de las partes más satisfactorias del juego, ya que la mayor diría que es la ambientación y el diseño, del que hablaré un poco más adelante. Tenemos un látigo a mejorar (como en aquella primera entrega del 86) que va adquiriendo una cantidad de posibilidades jugables impresionante, y muchas de ellas de gran utilidad, no sólo para el combate. Sumando algunas armas secundarias y dos estilos de magia, luminosa y oscura, el juego deja en pañales a algunos grandes juegos dedicados exclusivamente a la acción con un sistema intuitivo, exigente y tremendamente divertido. La IA de los enemigos es de lo mejor que he visto, calculan tus movimientos con velocidad, puedes notar cómo lo hacen, cuáles son sus pronunciadas diferencias, requieres memorizar su patrón de ataques para lograr algo y con todo eso todavía necesitarás una buena concentración para dominarlo.

Este planteamiento se lleva más allá con los jefes, y es que el sistema estratégico de este juego se remonta a unos patrones bastante antiguos y nada regidos por los actuales, llegando a tener más similitudes con la forma de enfrentamiento de juegos clásicos de la saga, lo cual supone todo un homenaje.


Los niveles en los que se reparte el juego están perfectamente ambientados, diseñados y presentan una variedad que puede haber batido records. Además todo lo que contiene el juego tiene su razón de ser, tiene su coherencia en el momento y el lugar en el que aparece. Estos entornos son espectaculares hasta decir basta, y no necesita ser un portento gráfico para lucir mejor, aunque en general es bastante bueno también en ese apartado. Y por si eso no fuera suficiente hay decenas de situaciones e interactividad con el entorno mediante nuestro látigo, nuestros poderes o incluso con terceros. Con estos terceros me refiero principalmente a las monturas, que van más allá de la insulsa utilidad para matar más enemigos y nos sirven siempre para avanzar en el juego.

El desarrollo es sublime, con un narrador y un libro de viaje que es crema pura, que van amenizando cada uno de los niveles que componen cada uno de los capítulos, variando la duración y estructura, ya que el juego no es completamente lineal, tiene gemas y mejoras bien escondidas en bifuraciones del terreno, falsas paredes, altos, etc. La historia es sencillamente de las mejores aventuras de fantasía que he visto en un videojuego, con una tremenda adaptación de inumerables elementos del folclore. El trasfondo de los personajes es alucinante.


La banda sonora es otro de los puntos fuertes, con una producción de alta calidad y una instrumentación que le da el matiz perfecto a la historia. Si peca de algo es de no tener una mayor variedad de composiciones, porque algunas se llegan a repetir dos o tres veces, perdiendo parte del sentido que adquirían en la primera aparición.

Quizá otro de los pequeños fallos que le he encontrado al juego es la distribución de la cámara fija en algunas secciones, ya que en momentos muy puntuales llega a dejar vendido al jugador sin ver lo que hay detrás del personaje o alrededor. De todas formas en general tiene un buen empleo, y en muchas partes de plataformeo adquiere una visión 2D que le aporta un gran aire "retro" al juego.

En definitiva es un juego que nadie debería evitar, merece el beneficio de la duda y la prueba al menos hasta el cuarto capítulo. Sin una partida en profundidad se puede cometer el fallo de prejuzgar erróneamente o dejarse guiar por una apariencia equívoca del total contenido del juego, como ocurre con el caso de la demo. Este juego es una obra maestra de la generación, mire por donde se mire. Consigue plasmar una bestialidad de elementos y partes distintas en perfecta armonía y belleza manteniendo un alto nivel en todas ellas.



Tema preferido (remix de Super Castlevania IV)

Castlevania Lords of Shadow no es que esté bien hecho, no es que cumpla con lo esperado, es que está hecho con entusiasmo, se puede cortar con cuchillo el mimo y las ganas que ha puesto el personal de Mercury Steam en este proyecto, y eso es algo difícil de encontrar hoy en día.

Un notable le viene pequeño a este juego, no se puede llevar otra cosa que no sea sobresaliente, porque ciertamente no hace otra cosa mas que sobresalir en todos y cada uno de sus apartados dando el 110% de su capacidad.

Las imágenes representan algunas partes que no olvidaré, que me han calado hondo. Todo el que juegue tendrá las suyas, y seguramente no sean pocas.