Si hace tan solo unos cuatro meses hablaba de mi insistencia en la inútil búsqueda de la vieja edición integral de El Incal con el color original, casualmente la misma Norma Editorial nos sorprendía a finales de octubre lanzando una nueva edición que recupera ese color perdido en la esperpéntica edición de 2007.

Por si fuera poco, esta nueva edición ha recibido una importante bajada de precio respecto a las anteriores ediciones (que salieron a 38 y 36 euros respectivamente), pasando a costar 28€. Así que poco he tardado en hacerme con ella en cuanto me he enterado, que fue hace cosa de un par de días mirando cosas en la página de la Fnac.

Recupera la portada original de la edición integral, aunque con ligeros cambios en la tipografía, que ahora es más grande y en color blanco en lugar del verde anterior. Se aleja por tanto de las revisiones que recibió la portada en ediciones posteriores, como es el caso de la 3ª edición o la edición recoloreada. Además como novedad incorpora un típico marcador de cinta roja.

He hecho esta comparativa entre las distintas ediciones para ver las diferencias. Además de recuperar el color original lo han mejorado ligeramente, adquiriendo mayor definición, y han hecho pequeños cambios en la tipología de los textos.

Dejo unas páginas escaneadas:




Que conste que esas rayas que salen son cosa del escáner.

En definitiva, nos encontramos ante una edición óptima de la obra de Jodo y Moebius, por lo que recomiendo totalmente su compra. Parece que por fin se han dado cuenta del estropicio que hicieron, han despedido a Valérie Beltran (bueno, eso no lo sé, pero estaría bien que no volviese a colorear) y han recuperado el valioso trabajo realizado por Yves Chaland, Isabelle Beaumeney-Joanner y Zoran Zanjetov bajo la supervisión de Mr. Jean Giraud durante la década de los 80.

Supongo que todos tenemos alguna debilidad videojueguil, una saga que nos hace comprar consolas y coleccionar todo tipo de merchandising y material relacionado cueste lo que cueste. El problema viene cuando empiezas a darte cuenta que esa franquicia se está corrompiendo, empieza a perder los elementos que tanto te gustaban, pero sin embargo, no eres capaz de pasar página.

Eso es lo que me ocurre a mí con Resident Evil, que si bien empezó a cambiar a raíz de la cuarta entrega en lo que es el planteamiento de juego, dichos títulos han seguido siendo notables, pues incluso el tan odiado Resident Evil 5 me gusta y me ha dado buenas horas de diversión en cooperativo. Pero ahora la cosa cambia, eso de encargarle a un estudio occidental que lo convierta en un shooter 100% ya no hace gracia, de hecho no me ha gustado nada lo que se ha visto y había decidido olvidarlo por completo.

¿Pero qué es lo que va a suceder en realidad? Pues que voy a caer, sé que lo voy a terminar comprando me guste o no, por mucho que sea un cagarro que únicamente lleve ese nombre y use a esos personajes. Pero cuando pienso en que es Raccoon City, que siguen saliendo las mismas criaturas e incluso puede que sea divertido...


Para colmo hace poco ví esta portada, que parece ser la oficial y mola bastante. Es que es ver a Mr. X al fondo y dispararse mi interés, sumando además las escenas que han recreado imitando a las de Resident Evil 2 para que los fans débiles como yo no podamos resistir.

Por suerte Revelations sí tiene buena pinta, a ver si Resident Evil 6 tira por esos derroteros o incluso pueden hacerlo más aventurero, a pesar de que lo dudo mucho. Mientras, igual me toca tragarme este Call of Duty de los Umbrella Security Service, me temo que no podré resistir a la tentación de probar el próximo Resident Evil en sobremesa.