Pelotas fuera

Hay algo inquietante en el fútbol europeo, especialmente con los equipos teóricamente menos favoritos. La obsesión por la defensa está empezando a imponerse en el fútbol más puntero del mundo. Dejando de lado Italia, que es quien es por como juega, la defensa de 4 estáticos atrás con delantero troncoide que baja los balonazos que le mandan sus compañeros puebla la estrategia de docenas de selecciones. Los centrocampistas de pura fuerza, recuperación y contención han invadido el mundo. La técnica y la clase quedan desplazados a algunos equipos muy concretos. Y todo esto acaba siendo un contrasentido, pues si todos los equipos juegan así, su rival no tiene nada que contener y al final los partidos son pura basura.

España debe sentirse orgullosa de tener los jugadores que tiene actualmente. No hay otro Xavi en el mundo, ni tan siquiera nadie que se le acerque. Su capacidad para hacer circular el balón, aumentar o disminuir el ritmo y asegurar la posesión son simplemente inigualables. Ni otro Xabi Alonso, un tipo que además de tocarla bien, pueda hacer ciertas labores de contención. Y esta estirpe está asegurada con los jóvenes Iniesta y Cesc que han demostrado sobradamente su nivel en los mejores equipos de Europa (no en vano han llevado a su equipo a la final de la Champions League).

Ojalá estos futbolistas muestren el camino a seguir al fútbol haciendose con el Mundial.