Mucho se ha hablado de la versión original de Goldeneye para N64, uno de mis juegos favoritos. Los que lo jugamos en su época podemos hablar de sus grandes virtudes para el momento en el que apareció y comprender por qué es un título legendario (lamentablemente, no ha envejecido muy bien). En mi caso, en aquella lejana época en la que había videoclubs por todas partes en los que se podía alquilar juegos, me enamoró desde que maté desde un conducto de ventilación a un soldado ruso que estaba en un lavabo. Es curioso porque recuerdo perfectamente el momento exacto en el que pensé que tenía que comprarme ese juego y lo que sentí entonces. Fue en ese mismo nivel, Facility, en el que descubrí que Bond daba ridículos golpes de karateka cuando iba desarmado y me dediqué a sorprender a todos los soldados que pude por la espalda para hacerles sentir la furia de Pierce Brosnan xD.

Cuando en el E3 anunciaron que Activision se iba a encargar de hacer un remake que los fans llevaban años pidiendo, por una parte me alegré porque el trailer fue espectacular, pero por otra, no pude evitar pensar que no podía fiarme de ellos y que la iban a cagar con algo. Por fortuna, ahora con el juego ya superado en el nivel más sencillo y de camino en el siguiente, y más de 10 horas online (y eso que no me gusta demasiado xD) puedo decir que en Eurocom/Activision han hecho un trabajo excelente. Es cierto que es muy peliculero y ha perdido parte del encanto del original, pero me sigue pareciendo que conserva bastante bien su espíritu dentro de lo que cabe, en primer lugar por los objetivos en las misiones y el multijugador local, y por lo principal para mí: el sigilo. No me gustan los largos tiroteos de este tipo de juegos (aunque ahora que les he pillado el truco me molan más) y a veces me aburría cuando no paraban de salir soldados, hasta que entendí que en muchos niveles, eso era por culpa mía: si lo haces bien y con cautela, puedes pasarte un nivel entero sin que nadie se entere (o al menos, las partes donde esto es posible, pues hay secciones donde por guión, debemos liarnos a tiros con todo lo que se mueva), y eso es MUY gratificante. Tampoco me voy a cansar de decir lo mucho que me gusta el doblaje castellano de Daniel Craig y Judi Dench, aunque en el online sea una pesada en algunos modos de juego.

El juego dista de ser perfecto debido a altibajos en los gráficos y algunas cosas que chirrían del nuevo look y guión de la historia, aparte de bugs puntuales e inofensivos, un número un poco escaso de mapas online y un control que cuesta un poco configurar al gusto de cada uno, pero que responde más que bien. Y es aquí donde empieza mi pequeña reflexión, pues ya he visto a bastante gente diciendo que este juego es bueno en Wii porque hay poca competencia. Pues puede que sí, pero no. Quizá si hubiese un Halo la gente pasaría de Bond y se iría a por él, pero eso no quiere decir que el juego que nos ocupa no sea tan bueno como se está diciendo. Me cansa bastante que la gente diga que los que sólo tenemos (o hemos tenido) consolas Nintendo magnificamos ciertos juegos porque son de géneros que escasean en ellas. Pues de momento no es así, señores; hay gente que dijo eso mismo de por ejemplo Baten Kaitos y luego juego a FFX, Oblivion o Mass Effect y sigo prefiriendo el RPG de Gamecube y no entiendo cómo la misma gente que lo critica puede endiosar esos juegos que también tienen carencias importantes y que desde mi punto de vista pesan más. Y eso nos lleva a donde quería llegar, y es que creo que, aunque se puedan objetivizar algunas cosas de todos los juegos, cada uno es mayorcito para saber qué le gusta y qué no, sin que tenga que venir nadie a decirle que es porque ha jugado a pocos del género que sea. Igual si juego a Halo Reach me parece una diosada y quemo mi DVD de Goldeneye, o puede que me parezca que está bien pero no es para tanto, o directamente una mierda. El caso es que si Goldeneye me parece un gran juego no es porque en Wii haya pocos del género (un género que, dicho sea de paso, no es de mis preferidos), sino porque me gusta y tiene calidad de sobras. Y punto.