Estos son los que más me gustan, aunque aún me faltan un par por jugar de los que me interesaban. En algunos casos me salto las notas que les puse para dejar paso a mis gustos personales. Seré breve en mis comentarios porque hay poco que añadir:

10- Cave Story

Una sorpresa en forma de juego descargable, con mucha acción, unos personajes llenos de carisma y algunas ideas originales. En su contra está precisamente que es descargable y no soy amante de este formato (tener un juego sin tenerlo, además de sus limitaciones).

9- Metroid: Other M

Sin ser para nada un mal juego, está por debajo de lo esperado y de la saga a la que representa. Aún así, aprecio sus cosas buenas y algunas mecánicas que aporta a la saga, pero si van a hacer otro de este estilo, deben mejorar mucho y hacerlo menos lineal.

8- Sin & Punishment: Succesor of the Skies

Un juego frenético, muy adictivo y rejugable, que mejora con cada partida, aunque quizá es demasiado complicado.

7- Silent Hill: Shattered Memories

Pese a algunas decisiones cuestionables, como el hecho de que no haya enemigos (y por lo tanto, sorpresas), durante la exploración normal, o la falta de variedad en las pesadillas, me parece en conjunto un enorme juego que cambia en cada partida según tu comportamiento, y que además tiene uno de los mejores finales que recuerdo.

6- Goldeneye 007

Un FPS a medio camino entre el original y los Call of Duty. Por fortuna, le da bastante importancia al sigilo (de otro modo, no me hubiera gustado tanto), y además tiene una campaña variada y espectacular y un multijugador online bastante decente.

5- Fragile Dreams: Farewell Ruins of the Moon

Está poco pulido en algunos apartados y las últimas horas se hacen un poco aburridas, pero en conjunto las sensaciones que ha logrado dejarme han sido únicas e irrepetibles. Su ambientación, su exploración calmada y su bella y misteriosa historia son de esas que marcan.

4- No More Heroes 2: Desperate Struggle

El regreso de Travis tiene menos personalidad que el original, pero lo compensa siendo mejor en casi todo lo demás, aportando más variedad y mejores combates, además de mucho frikismo.

3- Epic Mickey

Un juego cautivador y lleno de magia, pese a toda su sencillez. Muy rejugable, con muchas elecciones y un tramo final épico.

2- Donkey Kong Country Returns

El retorno de Donkey y de Retro Studios se confirma como uno de los mejores plataformas 2D que existen, cargado de buenas ideas y saltos imposibles, pese a quedar empañado por algunos fallos menores. Comparándolo con la trilogía original, lo pondría sólo por debajo del 2.

1- Super Mario Galaxy 2

No podía ser otro. Me parece no sólo el mejor juego del año y de Wii, sino también el mejor juego de Mario y el mejor juego de Nintendo desde Ocarina of Time. Difícil de superar y, en mi opinión, un escalón por encima de su primera parte.

Nunca he sentido especial devoción por Disney o sus personajes. Cuando era pequeño veía sus dibujos porque es lo que hacíamos todos, pero pronto dejé de hacerlo porque dejaron de interesarme. Sin embargo, este Epic Mickey me ha llegado hondo: lo acabo de terminar hace un rato y tengo muy recientes las fantásticas sensaciones de su tramo final, pero me atrevo a decir que si no fuera por el retorno estelar de Mario, este sería mi juego favorito del año.

Es una lástima que haya pasado bastante desapercibido para la mayoría, y en parte lo entiendo: un juego de Mickey, malas reviews, lanzamientos a priori más interesantes, desarrollo lento y sencillo... Parece que mucha gente no ha sabido o no ha querido entender cómo está pensado este juego: no se trata de ir de A a B para superar cada zona (hacerlo sería demasiado aburrido), sino de probar A o B (o en ocasiones C) para ver lo que sucede. Normalmente no pasan cosas demasiado espectaculares dependiendo de lo que hagamos, pero igualmente es nuestro comportamiento y no un guión establecido de antemano lo que determina los sucesos que ocurren a continuación (si exceptuamos los que conciernen al argumento). Lo mejor, y algo muy acertado desde mi punto de vista es que, una vez hecho algo, ahí se queda y no hay oportunidad de cambiarlo a no ser que se empiece una nueva partida, cosa bastante tentadora, por otra parte. El error de mucha gente ha sido ir directos al grano en lugar de pararse a explorar los escenarios y probar lo que pueden dar de si.

Pese a lo que acabo de decir, en el fondo sigue siendo bastante sencillo a la hora de jugar, pero de algún modo logra  que te impliques en lo que sucede en pantalla como pocos. Eso se consigue no sólo dejándote ser bueno o malo y escogiendo el modo en el que prefieres resolver las situaciones que se te presentan, sino también relatando una entrañable y triste historia de personajes olvidados, acompañándola de un diseño artístico alucinante y oscuro y una enorme banda sonora que cambia dependiendo de lo que hagas. Los fallos ya son sabidos por todos, así que me abstengo de comentarlos.

Si alguien cree que el principio es demasiado soso y simple, le doy la razón, pero Epic Mickey, con su ritmo lento pero firme, va mejorando a cada paso hasta desembocar en una parte final épica que hace honor al nombre que lleva y un desenlace que deja un gran sabor de boca. Puedes escoger entre ignorar este juego o darle una oportunidad, igual que en el propio juego puedes atravesar secciones sin detenerte o intentar exprimir todo lo que ofrecen. ¿Qué es lo que escoges?

Aprovechando su salida inminente en Wii Ware, he aprovechado ratos libres en estos días de puente para pasarme la versión de PC y he quedado gratamente sorprendido. Ante todo debo decir que no soy de pagar por juegos de descarga. No me llena eso de soltar dinero por "aire", pero este juego me llamaba la atención por las buenas críticas, por su look retro con geniales diseños de personajes y por conseguir una base de fans bastante sorprendente. Mi sorpresa fue mayúscula al enterarme de que la versión de PC es gratuita, por lo que ya no tenía excusa para ignorarlo.

Al comienzo puede parecer muy simple, y lo es, en parte, pero a poco que vayamos jugando vamos descubriendo lo bien pensadas que están sus mecánicas, los niveles y la curva de dificultad. El hecho de mejorar las armas derrotando enemigos y perder estas mejoras cuando somos alcanzados le da un toque original y estratégico que evita que todo sea disparar sin ton ni son; las conversaciones con esos personajes llenos de carisma y las pequeñas búsquedas le aportan variedad e interés (por la historia, sencilla cuando ya la conoces pero bien contada); y los niveles tienen la cantidad justa de acción y secretos (la mayoría de veces, en forma de expansión de energía que al cogerla reproduce un sonido sospechosamente parecido a las de Metroid, aunque también hay otras cosas, como armas o niveles ocultos). La dificultad está bien ajustada: no es ni fácil ni difícil, pues una vez que te haces con los controles y el ritmo de juego, no es muy frecuente morir excepto en las luchas contra jefes, que sí son complicadas sin llegar en ningún momento al exceso.

El juego es corto, variado y divertido, con un regusto añejo que sienta como una bocanada de aire fresco en el panorama actual, y esconde más de lo que parece, como por ejemplo cierto movimiento de impuslo con los disparos que en ninguna parte se menciona, pero que cuando lo descubres por tu cuenta comprendes lo bien pensado que está. Lo más increíble de todo es que fue desarrollado por una sola persona que ha sabido crear, con sus limitados recursos, un excelente juego que es muy, muy recomendable teniendo siempre en cuenta lo que es y lo que pretende.