Publicado: 23:58 26/04/2010 · Etiquetas: · Categorías:
Hace un rato he terminado con una de mis cuentas pendientes, que era pasarme el Super Metroid. La verdad es que antes de ponerme no me apetecía mucho, pues lo único que jugué fue la demo del Brawl y me pareció un poco cutre. Lo mismo pensé al ponerme a jugarlo por fin, pero después de llegar al planeta y llevar un rato explorando, me di cuenta de que estaba sintiendo lo mismo que jugando al Metroid Prime y me di cuenta de mi error: Super Metroid es una pasada. No entiendo cómo hay gente que a la que le gusta este y no el Prime, o viceversa, si son básicamente lo mismo pero cambiando la perspectiva. Es sorprendente cómo un juego de hace muchos años, con unos sencillos gráficos en 2D que se me antojan un poco feos, es capaz de transmitir prácticamente la misma sensación de soledad, agobio e inmersión que uno en 3D con vista subjetiva. Tiene muchísimo mérito, y demuestra la grandeza del de SNES (que, pese a todo, para mí sigue ocupando el segundo lugar en la saga, aunque ha entrado directo a mi top 5 de la 16 bits de Nintendo). He conseguido un 64% de ítems, lo cual no está mal para ser la primera vez, y el tiempo ha sido de 5 horas y pico, pero es engañoso porque tuve que volver a empezar la partida y llegué bastante rápido adonde me quedé la primera vez, así que el tiempo real rondaría las 8-9 horas. El juego es difícil, pero no tanto como me esperaba, aunque hay que reconocer que el mapeado es una clara muestra de la maldad humana y lo retorcido de unos programadores en estado de gracia, con un diseño malicioso y encantador. Una vez leí que era el mejor laberinto de cualquier videojuego, y puede que sea verdad (al menos es el mejor en el que he estado). Te pierdes, buscas, encuentras (o no), sufres, te diviertes y te liberas al conseguir un power-up o derrotar a uno de los jefes, y te preguntas cómo con esos gráficos puede crearse tamaña ambientación. Gran parte de la culpa la tienen los FX y la música, por supuesto (genial escuchar algunos temas que luego aparecerían en los Prime), pero también la paleta de colores y el saber dónde colocar cada cosa en cada momento. Ahora descansaré un poco de la saga hasta el Other M, y más adelanté jugaré a los de la Advance. Larga vida a Samus Aran. Publicado: 19:05 25/04/2010 · Etiquetas: · Categorías:
Mi juego más esperado de Wii desde que supe de su existencia y el que da nombre a mi blog. Es difícil describir la sensación que se tiene cuando por fin tienes algo que llevas esperando más de un año (y unas semanas extra que se tomó Zavvi para mandármelo a casa, pero esa es otra historia). El juego recibió muchos palos a su salida, y varios usuarios de Vandal también se los dieron, así que ya sabía que no me iba a encontrar con un juego espectacular; ni siquiera un buen juego según algunos. Pero como siempre, en estos temas hay que hacer caso al propio instinto y a las propias sensaciones y dejar de lado reviews o medias "objetivas" o las opiniones de otro. El juego me ha encantado con todos sus fallos, que están ahí y son los que la gente dice, pero en este caso he dejado de lado cualquier atisbo de objetividad y los he ignorado, porque lo bueno que me ha dado ha sido mucho más que lo malo. Soy consciente de que no se merece el 8'5 que le he puesto en el Wiirank y más bien debería ser un 8 o quizá un poco menos, pero es una forma de expresar lo mucho que me ha gustado, y que no es más porque sus fallos se hacen demasiado evidentes en la parte final: el combate que, pese a no tener fijación de blanco (está hecho a posta y me parece bien, pues Seto es un chico de 15 años sin ninguna experiencia y es una forma de expresar su torpeza a nivel jugable), no se me hizo cansino ni incómodo en ningún momento, se torna horrible contra un tipo de enemigo que se repite mucho en la parte final, y entonces echas de menos un botón para darte la vuelta de golpe, porque de otro modo, es muy difícil vencer. Los escenarios pierden la inspiración y se convierten en enormes y largos pasillos con enemigos a los que cuesta mucho matar, y sólo hay algo de variedad en salas concretas y en la historia, donde no se pierde fuelle. Es una lástima, porque si esas 2-3 horas finales no fuesen tan tediosas, el juego resultaría mucho más redondo. Tampoco hace mucha gracia volver a 2 escenarios ya visitados a buscar objetos en un momento concreto del juego, pero se vuelve rápido a la aventura principal. No me molestó el reducido inventario o las apariciones al azar del vendedor, pues esa es parte de la gracia del juego: ir con lo justo y lo que vas encontrando, sin saber lo que va a pasar. Me parecen injustas las críticas en este sentido, no así las de la dichosa escenita de cuando vas a guardar, que has de tragarte siempre. Otra crítica injusta es la de la rotura al azar de las armas: a mí no se me han roto ni 10; diría que habrán sido unas 6-7, y nunca ha supuesto un problema porque tenía una de repuesto o había una hoguera cerca. Tampoco se rompen exactamente al azar, sino cuando te dan muchos golpes, así que si eres bueno en los combates, pocas se te van a romper. No es culpa del juego si los analistas son unos torpes xD. Pasando a lo mejor del juego: la ambientación y la historia son maravillosas, aunque el final es bastante tópico, pero tiene un punto bastante distinto del resto de juegos. Por otra parte, la historia resulta sobrecogedora en ocasiones pues, aunque llegado el momento te explican el porqué de la extinción de la Humanidad, hasta ese entonces, se te va presentando de forma sutil gracias a pintadas en las paredes, recortes de periódico y memorias de los difuntos impregnadas en objetos. Hay algunas de estas memorias que ponen los pelos de punta y emocionan más que la más elaborada escena con CGI. Es increíble cómo se puede transmitir tanto con tan poco. Por otra parte, la sensación de soledad está muy bien lograda, y es sobrecogedor vagar por las ruinas de una estación de metro, un parque de atracciones, un hotel o una presa, abriéndose paso con lentitud y cuidado e imaginando cómo debieron de ser aquellos lugares cuando aún había vida. La historia tiene momentos memorables, como cuando Secreto: (Pincha para leerlo) y las escenas de transición entre capítulos son preciosas y llenas de melancolía. Es el juego más raro al que he jugado nunca, pero también el más bonito y especial. Si crees que eres capaz de perdonar sus fallos, incluyendo el idioma en inglés, deberías darle una oportunidad y dejarte llevar con calma por su mundo solitario y su sutil y preciosa historia. Publicado: 15:21 16/04/2010 · Etiquetas: · Categorías:
Una de las cosas de las que más me arrepiento, videojueguilmente hablando, es de haber vendido mi SNES hace muchísimos años. En aquel momento no pensaba que más adelante me iba a arrepentir, pues creía que con mi nueva y flamante N64 no necesitaría nada más, y prefería tener el dinero que me daban por ella. Ahora existen las ROM's, pero no es lo mismo, principalmente por la falta de pad pero, haciendo caso a un vandalero, decidí comprarme un mando de PC (estilo PS2, que tiene la misma disposición de botones que el de SNES) y por fin he podido rejugar a todos esos juegos como es debido. Voy a comentar un poco de cada uno en el mismo orden en el que los jugué (las veriones de los Mario Bros son todas del Mario All Stars).
Super Mario Bros: el primer videojuego que toqué en mi vida. Eché de menos los gráficos y soniditos nostálgicos 8bit, que son lo que ahora realmente me gustan de él, pero sigue siendo tan divertido como siempre con toda su sencillez. No lo recordaba tan difícil, pues en sus tiempos me lo pasaba tranquilamente, supongo que porque tenía muy pocos juegos y siempre le estaba dando a los mismos. El Lost Levels no quise ni tocarlo xD. Donkey Kong Country: absolutamente delicioso juego, con los mejores gráficos que podía dar SNES y una banda sonora espectacular y, lejos de quedarse sólo en eso, una jugabilidad genial y a prueba de bombas. Una pena que Nintendo no recupere esta saga como es debido, porque potencial tiene de sobras y es lo bastante distinta a Mario como para no repetirse. En lo único que falla un poco es en los jefes finales, demasiado simples todos, menos el último. Tampoco lo recordaba tan complicado (el más difícil de los tres, sin duda). Super Mario Bros 2: para mí, la oveja negra de la saga junto con el Sunshine, aunque este es aún peor. Es raro de narices y nos ha dejado cosas como los Shy Guys o Birdo, pero todo lo demás es un poco olvidable. Está bien, pero el control es un poco impreciso y el diseño de niveles, flojo. Por suerte, no dura demasiado. Donkey Kong Country 2: Diddy's Kong Quest: el mejor de los tres, con aún mejores gráficos y banda sonora, y un mejor diseño de niveles, más originales y variados y con más secretos. Hasta tiene un Lost World con un genial y épico enfrentamiento final (y eso que el normal ya es muy épico). Esta vez no le veo ni siquiera los pequeños defectos del primero, y hasta la curva de dificultad está mucho mejor ajustada. Uno de mis juegos favoritos de siempre. Super Mario Bros 3: el mejor juego de NES y uno de los tres mejores plataformas 2D de la historia, para mí sólo superado por los dos World. No recordaba que los niveles fuesen tan cortitos, pero supongo que la NES no daba para más. Difícil (mención especial al mundo de Bowser, aunque el último nivel de los barcos me lo pasé a la primera; no me lo creo ni yo), innovador y lleno de sorpresas, con unos niveles geniales, siendo cada uno una pequeña joyita. Donkey Kong Country 3: Dixie Kong's Double Trouble: en su tiempo, la Nintendo Acción (cuando aún molaba) le puso un 100, pero incluso siendo tan joven, ya vi que no era para tanto y que estaban exagerando. Sigue siendo muy bueno, pero está por debajo de los otros de la saga y de la mayoría de Mario's de la lista. Tiene menos frescura que los anteriores, con un diseño de niveles menos inspirado y es algo más soso, pese a las pequeñas novedades. Super Mario World: cuando lo empecé, pensaba pasármelo y ya está, pero al final acabé completando los 96 niveles, lo cual casi me hace soltar una lagrimita por los viejos tiempos. Es increíble lo inspirado que sigue siendo incluso hoy, con el mejor mapa de niveles que existe y sus metas ocultas, destacando las de las casas fantasmas, los niveles estrella o algún otro. La aparición de la entrada al mundo de Bowser sigue siendo épica. Megaman X: una espinita clavada que tenía desde siempre, pues este juego no lo tuve, sino que lo alquilé varias veces, y nunca había logrado pasármelo (me quedaba como mucho en el segundo nivel de Sygma). Ahora por fin logré terminarlo, y no me esperaba un final tan filosófico xD. Además, no recordaba el orden para vencer a los jefes y empecé por el pulpo, que me costó un montón pasarlo con el equipo básico xD. Super Mario World 2: Yoshi's Island: dejando lo mejor para el final, como siempre. Oficialmente, el mejor plataformas de la historia y también el juego más cute (todo es adorable, desde los Shy Guys hasta los fondos, pasando por los monos del mundo 3 o los pingüinos, las gaviotas, los ratones, los pajaritos que revolotean... <3). Su estilo gráfico es una preciosidad que no se ha repetido, y sigue sorprendiendo a día de hoy. Los jefes finales son los mejores que hay en un juego de este tipo y ninguno repite mecánica, con todos los que hay, y el combate final es increíble. No entiendo cómo, a día de hoy, ningún juego le llega a la suela de los zapatos a este en cuanto a imaginación y encanto. Y no, el Galaxy tampoco. Super Mario Kart: bueno, este no es un plataformas, pero también lo he estado jugando. No recordaba que los circuitos fueran tan cortos o el rival asignado por la CPU tan pirulero, usando sus poderes para fastidiarte en el peor momento (maldito Luigi). Soy incapaz de pasarme la Special Cup en 100 CC, aunque tampoco he insistido mucho. El Super Metroid se merece una entrada para él solo, pero tengo que empezarlo de nuevo porque se me borraron los datos -3- |
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