Nier

Nier es uno de esos juegos llenos de carencias, pero que tienen algo especial que hace que, si conectas con ellos, te calen más hondo que muchos otros con presupuesto desorbitado. Los gráficos son cutrecillos, el mundo se queda pequeño bastante rápido (y más aún considerando la velocidad del protagonista, que ríete tú de Flash), la segunda mitad del juego recicla mucho de la primera y para entender algunas cosas del argumento hay que leerse material externo, porque en el juego se han dedicado únicamente a explicar la historia de los protagonistas, dejando de lado el porqué de lo que sucede en su mundo.

Visto así, no pinta muy bien que digamos, pero si te haces a la idea de los defectos que vas a encontrar, descubrirás muchas cosas buenas, comenzando por una banda sonora alucinante, que es tranquilamente de lo mejor de la generación, un mundo con encanto y misterio, con las ruinas de nuestra civilización de fondo, grandes combates contra jefes y una jugabilidad ágil y variada, con algunas ideas y puzzles bastante novedosos, y la sensación de que todo se podría haber explotado más si los programadores hubiesen tenido más tiempo y Square no les hubiera cortado el grifo del dinero. Pero lo que destaca por encima de todo es un plantel de personajes protagonistas con un carisma arrollador, y muy distintos a lo que solemos ver, empezando por el propio Nier: un tío grandote que mata cosas (como se define él mismo), dispuesto a hacer lo que sea para encontrar la cura de la enfermedad que afecta a su hija. Aunque la decisión de cambiar al protagonista original para occidente esté basada en prejuicios absurdos, creo que es lo mejor que podían haber hecho, pues manejar a un padre que quiere salvar a su hija le da más fuerza a la historia que si se hubiera mantenido como en Japón, con el típico guaperas de shonen salvando a su hermana. El resto del plantel es mucho mejor, con la grandilocuencia y el sarcasmo de Weiss y la violencia y vulgaridad de Kainé, además de otros personajes que no voy a desvelar.

El juego depara muchas sorpresas, tanto argumentales como jugables aunque, como ya he dicho, se queda un poco a medias en ambas cosas, pero eso no impide que se haya convertido en uno de mis favoritos de la generación, pese a todas sus carencias. Además, el NG+ te da una perspectiva totalmente distinta de los hechos que ocurren y, tanto en él como durante la primera vez que juegas, llegas a emocionarte gracias a lo que les sucede a esos magníficos personajes.

Espero que estas líneas ayuden a que alguien se anime a darle una oportunidad a un juego diferente, teniendo en cuenta que no es un producto redondo, ni mucho menos. A estas alturas ya me dan igual los "estándares" de calidad y agradezco encontrar algo como Nier, que me ha calado mucho.