The Last Story

Tras mucho esperar, y hasta temer que no saldría en occidente, por fin ha llegado el que posiblemente sea el último gran juego de Wii (si los pocos que quedan por llegar no demuestran lo contrario). Aunque las primeras horas son un poco desalentadoras tras la larga espera, con un sistema de combate demasiado confuso, una ciudad grande y bonita, pero con poco que hacer, y una historia muy previsible, este juego mejora según avanza. Los combates no dejan de introducir nuevas mecánicas durante mucho tiempo y poco a poco vas aprendiendo a manejarlos, la ciudad se llena de subquest y detalles y la historia gana en emoción lo que le falta en originalidad.

Se trata de un juego lineal (pese a la existencia de capítulos enteros que son opcionales y bastante interesantes), y ello tiene una parte buena, además de la obvia parte mala: el ritmo no decae en casi ningún momento. La mayor parte del tiempo estaremos avanzando en la trama, peleando bajo nuevas condiciones y explorando nuevos lugares. Los combates son divertidos, aunque en ocasiones resultan confusos (a lo cual no ayuda los bajones del framerate que se producen a menudo cuando hay muchos enemigos en pantalla), pero son dinámicos, originales y con su parte de estrategia. En una ocasión tendremos que dividir al grupo para intentar tomar por sorpresa a un grupo de enemigos, mientras que en la siguiente batalla tendremos que derribar los balcones desde los que nos disparan flechas, a la vez que lidiamos con los enemigos que nos atacan cuerpo a cuerpo. Los jefes finales son otra de sus virtudes, pues hay muchos y cada enfrentamiento es distinto, pues se requiere una estrategia concreta contra ellos. Que el juego sea lineal y corto para el género al que pertenece, también ayuda a que el nivel de los personajes sea el que los creadores tienen pensado en cada momento, y es que en este juego no es obligatorio pasarse tiempo muerto subiendo niveles, aunque puede hacerse (y es recomendable) en lugares concretos.

Otra de las características que hacen este juego especial es la Ciudad de Lázulis. Si la primera visita es un poco desalentadora, por no haber mucho que hacer, a partir de cierto punto en la historia que no tarda mucho en llegar, la ciudad se llena de vida y es posible hablar con muchos de sus lugareños, conocerlos un poco mejor y realizar sencillas subquest. Las calles están llenas de detallitos y recovecos que explorar, y hay cosas que están puestas únicamente para el disfrute personal, como la posibilidad de ligar con mujeres (y ganarse un "club de fans") o personalizar el aspecto del equipo de los personajes (parece una tontería, pero yo me he pasado muchos minutos con esto para que todos quedasen perfectos xD). Además, el juego hace gala de un buen sentido del humor cuando te da ciertas opciones de diálogo o puedes intentar ciertas cosas sólo para ver lo que pasa, y suele merecer la pena.

En cuanto a la historia, comentar que mucho de lo que pasa es bastante predecible, pero los personajes se hacen querer, aunque en algunas ocasiones el juego peca de ser "demasiado japonés", con todo lo bueno y lo malo que ello conlleva. La historia está explicada a modo de cuento, y un narrador relata algunos de los sucesos de cada capítulo, dándole un tono añejo que casa muy bien con lo que es el juego. Respecto al final Secreto: (Pincha para leerlo)


Para ir acabando, me gustaría decir que la banda sonora cumple su función y hay algunos temas muy buenos, aunque en general me parece que está bien a secas. Lo que sí llega a niveles precoupantes son las ralentizaciones que, aunque la mayor parte del tiempo no molestan, en determinadas situaciones se notan demasiado.

Puede que lo que cuenta este juego sea la misma historia de siempre (aunque tiene sus sorpresas), pero está contada de un modo que la hace distinta a las demás. Algunos puede que estén hartos o se consideren mayores para disfrutar de la enémisa historia de castillos y damas en apuros, pero yo espero no ser nunca lo bastante viejo como para no disfrutar con la magia de un buen cuento de caballeros.