Metroid Prime 3: Corruption

Y con este, concluye mi rejugada a la trilogía en Wii y me despido de Samus durante un tiempo, hasta la salida del Other M.

Ha sido bastante rápido porque ya era la tercera vez que lo terminaba (el primero lo he acabado 2 veces y el 2º sólo una), y me ha parecido mucho más fácil que las anteriores, seguramente porque ya me he adaptado perfectamente al control gracias a haber terminado los otros dos y a la infernal dificultad de la segunda parte.

También he notado su linealidad y lo fáciles de conseguir que son las expansiones para el traje en comparación con sus precuelas, cosas que me habían pasado por alto antes. Todo esto podría hacer a este juego peor, si no fuera porque es tremendamente divertido y porque es el que "inventó" el pedazo de control del que disfruta la saga en Wii. Ya dije en una entrada anterior que, de haber sido el 2 el que introdujera el control, ahora sería mejor considerado, pero el caso es que fue este. La resolución sobre si me gusta más el 2 o el 3 tendré que dejarla hasta haber rejugado el Echoes dentro de un tiempo.

Todo lo que pierde el Corruption en ambientación y complejidad, lo gana en inmersión (gracias a los controles y al clásico buen hacer de Retro) y espectacularidad. Es cierto que también se pierde en algunos puntos la sensación de soledad característica de la saga, pero ello es debido a un cambio argumental que nos proporciona enemigos con carisma (que no carismáticos, aunque los hay mucho peores), "diálogos" y a Samus luchando contra Ridley mientras ambos se precipitan al vacío a través de un túnel, cual Gandalf contra el Balrog. Cielolab sigue siendo tan bonito y relajante como siempre, con una sensación de estar colgando de las nubes que pone los pelos de punta, el primer nivel es una gran y frenética introducción, Bryyo tiene sus restos de civilización antigua y decadente, y los combates (Omega Ridley y Dark Samus en concreto) y situaciones planteadas son muy divertid@s. La nave le da un toque extra en versatilidad, e interactuar con las computadoras es un gran detalle (aunque sea una tontería si lo piensas bien, pero le da un buen toque muy inmersivo), como lo es Samus apartando la mirada y apretando el puño con fuerza cuando Gandrayda agoniza, convertida en una réplica de la cazarrecompensas.

Después de jugar al Metroid Prime Trilogy, puedo decir que adoro la saga y a Samus Aran. Algún día jugaré al Super Metroid para comprobar por qué es el favorito de la mayoría.