Categoría: Historia Publicado: 17:28 12/02/2011 · Etiquetas: el pozo de Zohasadar, la serpiente de Rehaboham, Beth Chedruharazzeb · Categorías: Historia : Política : Drama : Ciencia
Imprime la lista y sé el amo de la polémica:
-Creo que los protestones egipcios no buscan precisamente la Patria de los Padres Fundadores. Mubarak sería un hijo de puta, pero era nuestro hijo de puta. -Zapatero es ETA. -Prohibir fumar dentro de los garitos es liberticida. -Una persona puede sobrevivir a base de chocolate durante meses. -Grease 2 es mejor que Grease. -Richard Gere tiene la culpa de TODO lo que ocurre en el Tíbet. -El coche eléctrico no solucionará nada: fabricar una rueda de caucho consume 30 litros de petróleo. Por no hablar de plásticos, pinturas y barnices varios. -La invasión de los cangrejos americanos en los ríos es buena. El problema está en que los ríos no son privados y no se pueden explotar comercialmente. -Los países pobres son pobres porque tienen impuestos altos. -Claro que hay que regar los campos de golf con agua potable, ¿con qué los vas a regar si no? ¿con ácido? -No os quejéis porque haya aldeas que se queden vacías y al mismo tiempo pidáis condones y anticonceptivos para todos. -Francia fue el país que más dictadores y torturadores produjo en el siglo XX. La Escuela de las Américas en comparación con la Sorbona, era un campamento de boy scouts. Publicado: 20:11 30/11/2007 · Etiquetas: terror rojo, progresismo, tercera via, alianza de civilizaciones · Categorías: Historia : Política
Bien amigos, en muchas conversaciones no precisamente intelectuales en las que he participado por los foros de El Internet, ante la imposibilidad de seguir discutiendo con esos personajillos de color rojo, acabo por poner una imagen graciosa y añadir: "Internet Negocio Serio", o "Zerg Rush". Pero no siempre hago eso. ¿Por qué? Pues porque a veces (y cuando digo "a veces" me refiero a un número insoportable de veces), me dicen que si los no-comunistas pensamos que los comunistas comen niños. Siempre se sorprenden de mi respuesta. Sí, sí que comían niños. Una cosa común de los estados comunistas, es que al carecer de declaración de la renta, tenemos pocos y malos datos estadísticos sobre la población. Pero afortunadamente existen pruebas que ayudan a ratificar el axioma de que "Toda política comunista lleva inexorablemente a la inanición, y luego al canibalismo". No poca gracia tiene aquella anécdota del comisario político que visitaba Londres y se sorprendía de que la comida estuviese "tan bien distribuída a pesar de no haber una administración de distribución de alimentos" estatal. Comencemos nuesto viaje histórico emulando el tono y la chispa de César Vidal, quien probablemente (y cuando digo "probablemente" me refiero a "seguramente") sea más listo que tú, amable lector con toneladas de tiempo libre. Corría el año 1932 y el tío Joe decidió de forma hilarante cargarse los resquicios nacionalistas ucranianos. Desde Moscú se ideó, proyectó y ejecutó un plan de hambruna sobre Ucrania, que por entonces era el granero soviético. Afortunadamente existen pruebas históricas contrastables e irrefutables que demuestran el Holodomor (o genocidio ucraniano). De 1932 a 1933 murieron siete millones de ucranianos. Vía Quiron Los soldados del Ejército Rojo fueron enviados para ahogar la rebelión y la policía secreta inició una campaña de terror con el objetivo de romper el ánimo de los kulaks. En 1932, con la mayoría de las explotaciones ucranianas colectivizadas a la fuerza, Stalin ordenó un aumento en las cuotas de producción de comida. Lo hizo en múltiples ocasiones hasta que no quedó comida para los ucranianos. La cosecha de trigo de 1933 se vendió en el mercado mundial a precios por debajo del mercado. Los historiadores han calculado que dicha cosecha podría haber alimentado a los ucranianos por dos años. Los que idearon este auténtico holocausto y genocidio y dieron las órdenes fueron: Iosif David Visarionovich Djugashvili (Stalin), Lazar Moiseievich (Kaganovich) y Lavrenti Bercovich (Beria). 17 personas morían por minuto, 1,7 millones de toneladas de trigo se vendían haciendo dumping a Canadá, Reino Unido, Francia y Estados Unidos. Se eligieron esos países, en parte, por aquello de la propaganda y en parte porque eran los únicos que podían pagar. El hambre llegó a ser tal que hasta el PCUS, todo bueno, puso carteles en las aldeas que decían: "comer a tus propios hijos es un acto de barbarismo". ¡Gracias PCUS! No poco gracioso fue que aquellos funcionarios que elaboraron el censo de 1937 fueran fusilados por su honradez al fijar el número de víctimas. Continuemos. Diez años después, Stalingrado era cercada, en lugar de retirarse a la otra orilla del Volga, Stalin ordenó a la gente -las "masas" en terminología roja- quedarse en sus casas. Como en la Guerra Civil Española, se daban instrucciones de hacer riquísimas chuletas de ternera con remolacha y serrín. Los envíos de remolacha no fueron muy profesionales: canibalismo. Pero más grave aún fue en el sitio de Leningrado. Se decía en la propaganda comunista, que "las bibliotecas seguían abiertas en la gloriosa ciudad de Leningrado". Con las bibliotecas abiertas y el intenso frío invernal, las ratas desaparecían de las calles y se vendían como pollos (otra vez como en la zona republicana de nuestra GC). Cuando no quedaron ratas, comenzaron a desaparecer niños y viejos. Al llegar la primavera de 1942, la nieve se derritió dejando tiernos y preciosos cuerpos de gente que había caído muerta -literalmente- por la calle. Ñam, ñam. ("La segunda guerra mundial una historia de las víctimas", Joanna Bourke. Editorial Paidós ) No pocas ganas tengo de mencionar lo que ocurría y ocurre en el campo chino y norcoreano. Pero carezco de fuentes. Imagen que dedico a los cerdos totalitarios: |
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