El blog del Eridna
Publicado: 01:25 23/11/2011 · Etiquetas: Sonic Generations · Categorías: Videojuegos



Con motivo del 20º aniversario de su franquicia estrella, Sega ha optado por brindar a los fans del erizo azul un juego homenaje intentando unir la vertiente clásica con la moderna para contentar al máximo de usuarios posibles. ¿Lo habrán conseguido? Analicemos un título que recoge el testigo de Sonic Colours tanto en parte de su mecánica como en el contenido de su historia.
Empecemos.

Aviso: posibles spoilers

INTENTANDO CONTENTAR A LOS FANS

Durante una temporada, que para muchos se antoja larga, SEGA nos había acostumbrado a títulos de dudosa calidad en los que Sonic deambulaba sin pena ni gloria en el mundillo que le vio nacer. Sin querer despotricar juegos, lo cierto es que, desde que Shadow The Hedgehog (el  vídeo juego) hiciese acto de aparición allá por finales de 2005, la franquicia fue cayendo en picado a pasos agigantados, llegando a su fondo precisamente en 2006 con la celebración de otro aniversario clave, el 15º. Ya fuese por falta de tiempo, presupuesto o incompetencia, lo cierto es que aquel juego, Sonic The Hedgehog (2006), fue el punto más bajo al cual una saga de cierto prestigio podía llegar. De ahí a probar varias fórmulas que no acabaron de sentar muy bien o que no calaron lo suficiente entre el público y la crítica hasta que comenzó a darse parcialmente con una fórmula que en un principio desagradó pero que, tras ir depurándola, ha desembocado en el sistema actual.
Las fases diurnas de Sonic Unleashed (2008) fueron la antesala de Sonic Colours (2010), y éste la de Sonic Generations. La mal llamada trilogía Unleashed se completa cuando ya hay rumores de una nueva generación de consolas en ciernes, de hecho ya hay una presentada, y el título de un nuevo episodio suena como candidato para WiiU.

Pero comprender el proceso, intentar dar con una fórmula e ir mejorándola no parecía suficiente atractivo para conmemorar los veinte años del nacimiento oficial del erizo y de, cómo no, su enemigo Dr Eggman. De esta manera comenzó a surgir la posibilidad de traer de vuelta al Sonic original, no sólo rescatando sus fases bidimensionales sino incluso su propio diseño y jugabilidad en un intento de que los fans de lo clásico y lo moderno viesen en el juego conmemorativo un título que disfrutar y adentrarse unos y otros en el estilo que menos le acababa de gustar.

DOS SONIC, DOS FORMAS DE JUGAR

El juego que nos ocupa se divide en dos estilos diferenciados. Por un lado tenemos el Sonic clásico, que se mueve lateralmente a pesar de haber planos de cámara o giros para dotar de profundidad al escenarios y abarcar mayor terreno; por otro tenemos al actual, Sonic moderno, que profundiza el estilo que el título en exclusiva de Wii ya había dejado entrever, aunque aprovechándose más de los olvidados tramos 3D, siendo más parecido en ese sentido a Unleashed que a Colours, y aprovechándose de sus propias secciones laterales.
La idea parece buena, y lo es, pero no por ellos uno puede obviar detalles que chirrían un poco, sobre todo donde menos debería hacerlo.

Tras el fiasco de Sonic 4, la verdad es que mucha gente estaba esperando ver en qué acababa por convertirse la nueva propuesta que SEGA nos tenía preparada con su mascota, desde comprobar si las físicas del juego eran mejores que las del numerado, a comprobar de por sí la calidad del diseño de los niveles.
La verdad es que, siendo honestos y haciendo honor a la verdad, las físicas que debían cumplir, las del clásico, si bien no están mal, lo cierto es que no son exactas ni tan siquiera similares a las de los juegos en las que supuestamente se basa. Las causas, motor de físicas a parte, son varias, como por ejemplo el tamaño de los loopings, que es excesivamente grande en comparación con el original, por lo que de forma normal, a menos que vayas corriendo a gran velocidad, no se pueden pasar, teniendo que hacer uso del spin dash para superarlos.


Chemical Plant - Sonic Generations

Paradójicamente, el que menos ruido se suponía que iba a hacer, el moderno, se muestra muy plataformero en sus secciones (que nadie se deje engañar por la demo de Green Hill), tanto en perspectiva 3D como 2D, refinando el control en velocidades lentas y restringiendo lo máximo posible los tramos en los que se puede o se aconseja usar el turbo, mayor crítica de las fases diurnas en Unleashed, asemejándose, aunque aún lejos, al sistema instaurado en ambos Sonic Adventure.

Ojo, no hay que llevarse al engaño. Ambas propuestas jugables son más que correctas y como mucho se puede achacar de un leve "input lag" que no debería perjudicar realmente a nadie a la hora de jugar de forma normal, sin embargo, la gran baza de Sonic Generations, ese Sonic Clásico, se ha quedado un poco en un quiero y no puedo que se arregla en parte con las habilidades que vamos desbloqueando y adquiriendo en el propio juego.

FACTOR NOSTALGIA

Si hay algo que define este juego con una sola palabra es precisamente nostalgia, ya que podemos disfrutar de una serie de zonas, en concreto nueve, que nos harán esbozar una leve sonrisa al volver a disfrutar de ellas desde dos perspectivas distintas, completamente rehechas y adaptadas a los tiempos que corren, con su correspondiente música asociada a modo de sendos remixes para la ocasión.
Las zonas están distribuidas en tres eras (clásica, adventure, moderna), por lo que cada una de ellas dispone de tres zonas representativas de la historia del erizo azul: Green Hill, Chemical Plant y Sky Sanctuary para la clásica; Speed Highway, City Escape y Seaside Hill para la adventure, y Crisis City, Rooftop Run y Plane Wisp para la moderna. Análogamente debemos enfrentarnos a antiguos enemigos o adversarios, ya sea como Death Egg Robo (Sonic 2) o Shadow (Sonic Adventure 2), usando para ello el Sonic correspondiente que se enfrentó en el juego original.


Vs Silver - Sonic Generations

Esta circunstancia que puede ser positiva, y de hecho lo es, puede ser un arma de doble filo para los que buscan experiencias nuevas. Si bien es cierto que no hay ni una sola fase que copie descaradamente el desarrollo de la que se basan, eso no impide que pueda existir cierto deja-vu al sentir que es algo a lo que ya se ha jugado. Indistintamente, lo cierto es que es un juego con desarrollo nuevo que pueden disfrutar tanto los que hayan jugado a los antiguos como a los nuevos.
Con el tema sonoro podemos decir que nos encontramos en una situación similar, deseando escuchar de nuevo melodías pasadas con un toque de actualización pero que no dejan de ser las mismas que ya hemos escuchado una y otra vez, pudiendo provocar que nos cansemos relativamente pronto de ellas a pesar de que el juego cuenta con una ventaja al respecto que tendrá su explicación con posterioridad.

UNA HISTORIA INSULSA

Un buen juego no siempre debe ir acompañado de una buena historia. Casos como Tetris, los juegos de Mario e incluso el primer Sonic, adolecen de historia o es simple a más no poder; pero lo cierto es que el Sonic Team nos había malacostumbrado en ese sentido, ya que Sonic 3 & Knuckles (1994), junto al final de Sonic 2 (1992), presentaban un guión simple, pero efectivo,  que dotaba a la trilogía de una base por la que avanzar. En ese sentido, ese tema se explotó con el primer Sonic Adventure (1998) al cual siguió Sonic Adventure 2 (2001), y de ahí, entre altibajos, llegamos al cénit que supuso Sonic The Hedgehog (2006), donde la historia pasó a ser más profunda a la par que delirante. A raiz de las críticas de este último, los siguientes juegos del erizo han ido presentando historias cada vez más simples y menos elaboradas, como si pretendiesen no darle valor alguno a las mismas. Es el caso en el que lamentablemente nos encontramos.
Explicar la excusa que da pie a Sonic Generations no lleva mucho tiempo, y si bien no deja de ser un simple guión sin más, lo cierto es que la forma de llevarlo ha sido nefasta. Es, sin duda, el apartado más flojo del juego con diferencia, mostrando una escasez de escenas alarmantes, simples, sin contenido y que vagamente hacen de hilo conductor entre las zonas que vamos restaurando.


Dos Eggmans, doble problema - Sonic Generations

Sin duda, lo que salva la historia de Sonic Generations son las escenas de ambos Eggman, sobre todo el antepenúltimo y último vídeos, ya que el resto deja bastante que desear.
A propósito del tema de los vídeos, en XBOX360 parece que los que no son en tiempo real se ven pixelados, como comprimidos. No entiendo, con la escasez de ellos que hay, cómo puede suceder algo así. La versión PS3 parece no tener el mismo problema, al menos tan exagerado, quizás por el tamaño del BD, pero no deja de ser curiosa esa circunstancia cuando Unleashed o Colours disponen de mucho más material de ese tipo y la calidad no decae.
Sin duda se echa en falta una historia algo más madura y sobre todo mejor elaborada.
¿Impide, no obstante, este dato disfrutar del juego? Obviamente no, pero siempre es un dato más a añadir en las virtudes o carencias del mismo.

PONIENDO A PRUEBA A DOS ERIZOS

Quizás el tema más peliagudo al tratar un Sonic actualmente es el de la jugabilidad, influenciada por el sistema jugable en sí y la capacidad del motor gráfico, unido a otros como el físico, para dotar al título de cierta solidez y credibilidad. El tema del control de ambos Sonic ya ha sido explicado anteriormente, siendo bastante fiable de por sí aún con ese leve retraso en los comandos, pero tendríamos que comprobar si el juego es capaz de aguantar el ritmo de dos supersónicos personajes en un mismo disco.
Hay que decir que si bien el aspecto visual no es la panacea, lo cierto es que el juego se muestra con solidez, solventando en gran medida el problema que arrastraba Unleashed con la estabilidad de imágenes por segundo, siendo más acusada la versión de Sony que la de Microsoft. La rapidez con que se mueve todo es más que patente, sobre todo cuando jugamos a las etapas del Sonic moderno, y salvo contadas ocasiones podemos decir que no hay problemas de rendimiento o, de haberlos, al menos no influyen en la jugabilidad, como pequeños tirones que suceden en momentos dados y que no parecen ser fruto de situaciones concretas, sino de las circunstancias del momento.


Speed Highway - Sonic Generations

Gracias a esto podemos disfrutar de todas las zonas de juegos anteriores sin desesperantes ralentizaciones o tiempos de carga, viéndose enormemente beneficiada Crisis City en particular y permitiendo disfrutar en HD (o no tanto) aquellas que ya funcionaban en su momento bien. Por lo tanto podemos afirmar que si bien en ese sentido el juego no es ni mucho menos perfecto, no debería haber quejas al tomar el mando en nuestras manos y jugar con naturalidad.
Quizás, y haciendo un poco de mención al asunto, lo más achacable sería precisamente los tiempos de carga, que si bien no son muy elevados y no cortan la fase en dos o en tres como en Sonic The Hedgehog (2006), lo cierto es que no permiten jugar con la rapidez entre fases deseable.

MEJORANDO A UN ICONO

Quizás un tema a tratar a parte sería el tema de la tienda de habilidades.
A la derecha de Green Hill se encuentra Omochao, el cual también hace funciones de guía, en una tienda para brindarnos la posibilidad de adquirir ciertas habilidades que iremos consiguiendo mientras jugamos. Dichas habilidades deben ser compradas con los puntos que ganaremos al finalizar un acto o alguna de las misiones, debiendo luego equiparlas en uno de los grupos para poder usarlas. Estas, aplicables algunas a ambos Sonic y otras a uno de ellos, nos proporcionarán mejoras tales como turbo ilimitado, el uso de escudos normales y elementales, ayudas en la subida de cuestas o reincorporación inmediata tras una golpe entre muchas otras, permitiéndonos, tras combinar algunas en el caso del clásico, acercarnos más a esa jugabilidad que hacía gala el título original, salvando las distancias.
El empleo de las mejoras puede ayudarnos a lograr uno de los cinco anillos rojos escondidos en cada acto, alcanzar nuevas zonas o atravesarlas con mayores garantías, por lo que, aunque no son imprescindibles, lo cierto es que nunca viene mal cierta ayuda en según que condiciones.

DETALLES, MUCHOS DETALLES

Si bien podemos hablar en términos generales de un Sonic más que notable, lo cierto es que el valor, como se expuso anteriormente, es la nostalgia, y Sonic Generations está lleno de detalles que nos harán esbozar una amplia sonrisa y cientos de recuerdos.
Cada entrada a zona dispone de su propia melodía basada en la misma distinta a la de los actos, sus propias misiones en las que colaborar con los amigos rescatados e incluso podemos comprar el primer Sonic The Hedgehog (1991), aunque con resultados visuales no muy óptimos. Se ve que necesitan seguir vendiendo el que está en las correspondientes tiendas virtuales.
Pero sin duda, lo más destacable del juego en este sentido es la sala multimedia, situada justo a la izquierda del mundo blanco en el que nos vemos envueltos, y en la que nos encontraremos con varias galerías donde una peculiar y no muy conocida música de la saga hace acto de aparición. Ahí podremos ver los vídeos que hayamos ya desbloqueado tras avanzar en la historia, las fichas de los personajes con su correspondiente modelo tridimensional al que podemos rotar y que iremos también desbloqueando, una gran cantidad de música proveniente de los 20 años del erizo, que se pueden usar para sustituir las de cada zona y acto, e imágenes de bocetos y arte en general que también abarca la historia de Sonic.
La sorpresa viene en la propia sala al dejar pulsada la izquierda en la cruceta en XBOX360 o el botón select en PS3, donde, mediante códigos, iremos adquiriendo estatuas de multitud de personajes del juego y ajenos al mismo, pero unidos al mundillo de Sonic. Un último premio para un gran homenaje.

SONIC EL ERIZO

A lo largo de los años, los fans de Sonic nos hemos tenido que conformar con dos idiomas en el tema del doblaje, quedándonos en ocasiones con la única opción del inglés como único accesible, siendo común que el japonés también se encontrase al menos en el disco, aunque no pudiésemos hacer uso del mismo siempre.
Con los subtítulos el problema era menor, puesto que aquí si que gozábamos de los correspondientes para que pudiésemos seguir la trama de la historia, aunque la posibilidad, en ocasiones, de elegir cual usar, también se veía capada.
Pues bien, Sonic Generations puede convertirse en el inicio de un cambio de tendencia en ese sentido, ya que, por primera vez, los europeos contaremos con la posibilidad de escuchar a Sonic y al resto en el idioma de cada país, en nuestro caso en perfecto castellano, con un doblaje bastante competente no desentonando con los habituales inglés americano y japonés. Esto permite desactivar los subtítulos limpiando la pantalla de letras que, de haberse tratado de una historia más elaborada, habría impedido un disfrute pleno por el hecho de tener que estar leyendo en lugar de seguir lo que ocurre en cada momento.
Sin duda, esto es un valor añadido, puesto que el doblaje no es restrictivo del país o consola en la que se ejecuta, sino que puede ser cambiado a voluntad, eligiendo el idioma que más nos guste o nos convenga. Un buen detalle que, a pesar de ya ir en auge en otras producciones, lo cierto es que siempre nos quedarán espinitas clavadas en casos que hagan más falta que este juego, aunque no deje de ser algo de agradecer.

CONCLUSION

El aniversario de Sonic nos ha traído muchas cosas, pero sin duda la guinda del pastel era este juego, el cual ha sido una declaración de intenciones respecto al futuro que SEGA nos pretende preparar en torno a su mascota.
Nos encontramos pues con un digno juego conmemorativo que apela a la nostalgia sin descuidar la calidad mínima requerida y plagándolo de detalles que principalmente los fans sabrán agradecer.

No nos podemos engañar. Sonic Generations no es un juego perfecto, ni tan siquiera largo a pesar de que las misiones, los rangos y las monedas rojas hagan esa función, pero lo que no cabe duda es que es grande donde pretendía serlo, que no era otra que celebrar el cumpleaños del erizo de la mejor manera que se podía hacer, trayendo al presente un Sonic del pasado y haciéndonos revivir experiencias únicas a lo largo de una veintena de años.
Quizás no sea un juego de 10, soy consciente de ello, pero bordearía, tanto por arriba como por debajo el 9, haciendo de él un perfecto regalo para todo aquel que en algún momento ha disfrutado de las aventuras de un personaje que plantó cara al mayor icono del mundo de los videojuegos, que no es poco.



¡Feliz Aniversario!

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