El blog del Eridna

Categoría: Informática

Publicado: 23:13 18/02/2010 · Etiquetas: Mighty Mouse Apple · Categorías: Informática
No, no me he batido en duelo con el ratón de mi iMac, ni nos hemos echado unas partidas al póker. Simplemente he hecho lo que, cualquier poseedor de este periférico tan cuco ha tenido que hacer una vez, a no ser que lo haya lanzado por la ventana: desmontarlo.

He de confesar que, al comprar mi iMac, el Mighty Mouse se me hacía algo raro, aunque me habitué relativamente rápido a él, sobre todo por el uso de la bolita que permite mover el scroll en cualquier dirección, algo de bastante utilidad para mi en programas tipo photoshop o similares. Es esa bolita la que, a pesar de sus virtudes, empaña el producto de manera considerable.

Es fácil hacer una búsqueda rápida en internet para que los casos de personas con problemas referente al ratón salgan a patadas. Y es que el mecanismo "magico" que hace que el desplazamiento sea tan versátil se ensucia más pronto que tarde, por lo que la primera consecuencia de ello será que no podamos desplazarnos con la bola hacia abajo, uso más frecuente que se le suele dar, sobre todo al navegar por la red.
En teoría, para solucionar esto hay alguna que otra alternativa, la más común es la que explica la propia Apple, que consiste en frotar, con una gamuza o similar, la bolita, haciendo presión en ella poniendo el ratón boca abajo. Hay variaciones de esto, ya sea humedeciendo un trapito en alcohol y hacer un proceso similar o con simple agua. Las alternativas no son muy abundantes, pero las hay.
Sin embargo, estas soluciones resultan como tales sólo las primeras veces que te encuentras con el problema, ya que llega un momento en que ni insultando al ratoncito, cagándote en sus... o amenazándolo con tirarle al retrete, esto se soluciona. Por lo tanto, únicamente queda algo que hacer: desmontar el Mighty Mouse.

Lo cierto es que, en un principio jamás me planteé verle las intimidades al ratón de Apple, pero ya me he visto en la situación en la que, o hacía algo o me compraba otro. No otro Mighty Mouse, por supuesto, ya le echaría el ojo al Magic Mouse de las narices.
Así que, me armé de valor, pillé uno de tantos tutoriales que hay en la red y me dispuse a destriparlo, fuesen cuales fuesen las consecuencias.
Ya había visto fotos de como se quedaba el interior del mecanismo que hace funcionar la dichosa bolita, pero verlo con los propios ojos resulta más desagradable. Uno no puede entender como eso se llena de tanta porquería en menos de un año, a pesar de que tengas el entorno limpio y las propias manos también lo estén al hacer uso de él.

Tras armarme de paciencia para quitar el arco inferior exterior, el interior fue un paseo, desmontar el mecanismo de la esfera, limpiar los cuatro rodamientos imantados y volverlo a montar, el ratón funciona como nunca.
Ahora toca saber cuando volverá a las andadas el dichoso puñetero.

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