Roma (1ª temporada)

La empecé con un poco de escepticismo, ya que la ambientación del imperio romano nunca ha sido de mis favoritas y muchas veces he sentido indiferencia por ella. Pero solo hace falta una única obra de calidad que te sumerga en ese contexto, como es la serie que nos ocupa, para quedar prendado de dicha ambientación y querer inmediatamente no solo terminar esta obra sino empaparte de otras tanto televisivas como literarias que te aporten más sobre esta época y personajes históricos.

Los personajes se muestran en un principio como auténticos desconocidos ante el espectador, pero poco a poco vas descubriendo sus entresijos y el interés y pasión es total por la mayoría de ellos. Carismáticos y sólidos. Cayo Julio Cesar transmite un inmenso respeto, inteligencia, poder, majestuosidad e intimidación. Marco Antonio la chispa, picardía y encanto. Lucio Voreno y Pullo son al fin y al cabo los protagonistas, tocados y protegidos por los dioses, y son a los que más vemos en su vida y en su relación entre ellos y con los demás, cogiéndoles cariño y animándoles y sufriendo con ellos en cada problema y pelea. Una Cleopatra salvaje, apasionada, misteriosa, divertida y trastornada. Pompeyo (semblante clásico e hinchado de honor donde los haya), Brutus (joven pero no por ello exento de personalidad única), y tantos otros...

Lo mejor:
-Un desarrollo de los acontecimientos genial, variado, a veces más pausado, otras más vibrante. Los últimos capítulos son un no parar, y si no tienes ni puta idea de la historia del imperio romano como yo, más todavía. Apasionante.
-Escenarios, estética, vestuarios, efectos.
-La recreación de la sociedad, costumbres, leyes, etc.
-Gestión de recursos inteligente, no excediéndose mostrando lo que no es necesario.
-Ciarán Hinds, el actor que encarna a Julio Cesar.
-Explícita, sangre, miembros, tetas, folleteo.

Satisfacción: 10/10