Publicado: 18:49 19/02/2014 · Etiquetas: · Categorías: TODO VIDEOJUEGOS
Dejo aquí el trailer en español para el que no lo haya jugado, y que no siga leyendo:
SI TIENES INTERÉS EN JUGAR "TO THE MOON", NO LEAS ESTO, CONTIENE SPOILERS, LO MEJOR ES QUE TE LO DESCARGUES YA MISMO. Tengo veintitrés años, y llevo ventilando videojuegos desde los cuatro. En todo este tiempo me he topado con auténticas bazofias, con títulos normalitos, otros tantos que me han encantado... Y unos pocos elegidos que me han tocado el corazoncito con forma de joystick que albergo en mi interior. Y sí, estoy hablando de potentes emociones, y secreciones oculares imposibles de parar. Ha habido momentos desde entonces que me han emocionado (unos cuantos), cómo la marcha en "tren" de la familia de Cyan en Final Fantasy VI, cierto reencuentro familiar en Dragon Quest V, el enigmático final del Limbo, o algún relato de "Mil años de sueños" en el genial e incomprendido Lost Odyssey. Pero traspasar esa barrera, y convertirlo en obra maestra personal, sólo lo han conseguido tres. El primero de ellos fue Final Fantasy IX, juegazo con una emotiva historia, que termina de una forma brillante. Intenté disimular mis escasas lagrimillas delante de mi padre, pero no pude. Cuando la fuerza de una emoción es tan grande, alguna revienta el muro de su cárcel y escapa. ¿Un rpg infantil? Mis cojones treinta y tres. El segundo título, Shadow of the Colossus, me hizo disfrutar hace unos pocos años de una forma muy especial. La sensación de asesinar a dieciséis colosos de forma egoísta para conseguir despertar a tu amada, y de la forma en que hay que lograrlo, fue muy épico para mí, por todo su conjunto. Las secuencias de sus últimos estertores de vida, me confirmaron que soy más sensible de lo que creía en un primer momento. El tercero en discordia... Creo que está claro de cuál se trata. Describiré mi experiencia, como siempre, desde un punto de vista personal: Técnicamente el juego recuerda a la mayoría de videojuegos en perspectiva cenital de la maravillosa generación de los 16 bits, con un aspecto pixelado, con cierta cantidad de detalles que lo hacen algo agradable de mirar. La jugabilidad es muy simple, tan sólo utilizaremos el ratón para movernos de un lugar a otro (como en una aventura gráfica noventera), y para marcar ciertos objetos que necesitaremos para avanzar en la aventura, al igual que para hablar o interactuar con unos personajes más humanos que en la gran mayoría de los títulos de la generación actual. El sonido merece analizarse aparte, ya llegará el momento luego. Vamos a lo que nos importa, y a lo que hace enorme esta obra: la historia. ¿TENGO QUÉ RECORDAR QUE HAY SPOILERS POR TODAS PARTES? Un coche se estrella contra un árbol, y en unos segundos conoceremos tanto al piloto, como a la acompañante de éste. Dos científicos pertenecientes a una peculiar empresa que se dedica a que las personas que se encuentren en sus últimos instantes de vida, mueran felices al modificar sus recuerdos en vida, hacen su aparición. Tras una discusión entre ambos, nos daremos cuenta que han venido a este recóndito lugar, para cumplir el encargo de un anciano en coma, al que según el doctor que lo acompaña dentro de la casa, le quedan unos dos días para fallecer. La fiel sirvienta se aloja en su casa junto a sus dos hijos, quienes nos harán un pequeño tour en el que descubriremos algunos detalles que a la larga, serán imprescindibles para entender la vida del anciano, que por cierto, se llama John. Unos siniestros conejos hechos de papel, pueblan una de las estancias del lugar, al igual que el interior de un faro cercano a la vivienda. Pero volvamos a lo que nos interesa. John está postrado en su lecho de muerte (su cama, vaya), acompañado por su doctor y nuestros científicos. Con unos cascos especiales, pueden introducirse en el último recuerdo que ha vivido John. Aunque en principio no lo parezca, estamos a punto de comenzar una de las historias de amor más emotivas de la historia, con más mérito si cabe, porque en ningún momento se hace empalagosa o pesada. El primer recuerdo nos muestra al protagonista de esta historia, al lado del faro bajo la lluvia, contemplando la tumba de su difunta esposa, a la que tanto quiso en vida. Para ir retrocediendo en las experiencias de "Johnny", debemos recoger ciertos objetos que hayan significado algo importante en su vida, lo que nos dará acceso a "desbloquear" un objeto con aún más significado, lo que consigue transportarnos a un recuerdo anterior en el que dicho objeto, haya acompañado al viejo. Así, en algún momento de su compilación de recuerdos, deberemos modificar de algún modo algún acontecimiento, de forma que el futuro se altere para poder lograr que la persona se cree la ilusión que ha vivido el sueño de su vida. Algo muy bonito, pero que al fin y al cabo jamás ha ocurrido realmente. Sí, es un poco lío, pero al jugar esta obra maestra, sus píxeles nos llevaran a su merced, haciéndonos entender hasta el último gramito de trama. La gente que ha opinado sobre esta maravilla se amparan en la escasa jugabilidad para criticarlo. Qué si, que es más una aventura interactiva que otra cosa, pero cualquiera con buen gusto preferirá "To the Moon", antes que por ejemplo, un Call of Duty. Ir descubriendo y enlazando acontecimientos a la vez que se desarrolla esta joya es un placer para los sentidos, y más cuando está acompañada por una banda sonora que potencia las sensaciones que transmite con tanto acierto, tanto si se trata de una escena triste, o de una humorística (que las hay). De hecho muy al principio asistiremos a una sátira sublime hacia el género rpg, en una tronchante lucha contra una ardilla a la que despertamos de su sueño. La sencillez de la jugabilidad hace que nos centremos casi al 100% en la trama, que es lo que verdaderamente importa aquí. Si no se os encharcan los ojos al ver determinados eventos, estáis muertos en vida. Hay algunos giros argumentales que nos dejarán con la boca abierta, pensando "no puede ser". Deberían escribir un libro o hacer una película basada en "To the Moon", sólo por meternos otra vez en su universo de una forma diferente. El final es sencillamente acojonante. Tras pensar que su querida mujer desaparecería de sus recuerdos para conseguir cumplir el sueño de ir a la luna, finalmente todo se tornará en felicidad melancólica cuando ésta aparece para ir con él a su sueño. Cómo se agarran de la mano en su bendita mentira, a la vez que el cuerpo de Johnny en la realidad perece... Pero con una felicidad inigualable por el trabajo de dos grandes científicos capaces de hacer que la muerte tenga su lado dulce. He obviado bastantes cosas de las que quería hablar, pero podría estar analizando durante decenas de páginas este pequeño juego. Nunca me han dado tanto cinco horas de juego. |
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