Momentos "paranormales" ocurridos con videojuegos (personales)

Bueno, he sacado tiempo entre estudios y ocio como para hacer un articulillo. A ver si os gusta.

A todos nos habrá ocurrido, que en el mundo de las consolas y videojuegos se nos haya quedado cara de WTF provocada por fenómenos extraños, la mayoría bugs, fallos técnicos, situaciones complicadas de ver o simplemente algo que no te esperabas. A continuación explicaré algunos que he sufrido en mis carnes a lo largo de mi vida (el Oblivion lo dejamos para otra ocasión, pues sería demasiado largo de explicar).

PRO EVOLUTION SOCCER 4 (PS2)



Comienzo este repaso con algo no muy normal. Con el Racing, me enfrentaba al Athletic en la 1ª división de la Liga Máster. En el minuto 16 de juego, lanzaba un fuerte chut dentro del área, con tan mala suerte que se estrellaba en el lateral de la red. Todo habría quedado en una ocasión más, de no ser porque en la siguiente jugada, en la que el guardameta debía sacar de portería, inexplicablemente terminó el primer tiempo con el resultado de 0-0. Media hora de partido volatilizada Dios sabe por qué.

PRO EVOLUTION SOCCER 2008 (PS2)



Me ocurrió lo primero que se muestra en el vídeo. Unas entregas posteriores al tratado anteriormente me pasó otro fenómeno no muy común, Me disponía a sacar un córner. Fue un gran chut, directo a la cabeza de mi más espigado delantero, rematando con potencia al centro de la portería. El portero se la encontró encima y consiguió rechazarlo hacia arriba. El esférico al bajar de nuevo, golpeó en el larguero, pero en vez de salir fuera o volver al área, se quedó botando alegremente sobre el larguero de forma regular e infinita, lo que solucioné saliendo del partido.

MEDIEVIL (PSX)



En este gran plataformas, para mi gusto el mejor de la consola, fui avanzando niveles hasta llegar al último de ellos, en el que por fin me vería cara a cara con mi archienemigo Zarok, convertido en una poderosa bestia. Tras derrotar a sus secuaces y luchar junto a los míos, tocaba acabar con él personalmente. Una barra mostraba los puntos de vida totales y los que le faltaban para finalizar el juego. Al cuarto intento (me resultó más complicado de lo que esperaba), me quedé a las puertas de la victoria de la forma más dolorosa posible, exactamente a 7 puntitos de los 1.500 o 3.000 puntos de vit que tenía Zarok (ahora mismo no lo recuerdo bien). De todas formas ya es difícil... Algo que provocó lo que podría patentarse como futura disciplina olímpica: lanzamiento de dualshock.

FINAL FANTASY ORIGINS, FFI (PSX)



A lo largo de la odisea que sufrimos en Gaia, la principal misión de nuestros queridos guerreros de la luz era la de adueñarse de los cuatro cristales elementales para sí retroceder 2.000 años en el pasado y asesinar a Garland. Hecerse con ellos no era tarea fácil, cada uno de ellos estaba oculto en una cueva en la que tras avanzar un buen rato derrotando multitud de enemigos, nos las teníamos que ver con una bestia del caos, guardián de nuestro preciado objeto. Eran luchas complicadas, y en una de ellas, más concretamente en el templo del agua, sudé tinta (nunca mejor dicho) para matar a Kraken, un enorme calamar con muy mala leche. Llevaba dándole espadazos y atizándolo con magia mientras me curaba de la ceguera que provocaba, cuando un par de fatales ataques suyos me dejaron muy tocado. Sólo quedaba en pie un guerrero con poca vitalidad, y ya con mi cara exhibiendo una mueca de asco expresando la desidia de volver a repetir la mazmorra entera más el mismo combate, apreté el botón X en la opción "atacar", esperando que me eliminara en el siguiente turno con un buen golpe de tentáculo. Grata fue mi sorpresa al dar aquel espadazo, pues me había salido un crítico (critical para los hards), algo no muy común, mientras la pantalla comenzaba a parpadear a la vez que el caos del agua desaparecía ante mis ojos. La expresión "golpe de suerte" cobró más fuerza que nunca.

RETURN OF THE INVADERS, TAITO LEGENDS (PS2)



Éste "matamarcianos" posiblemente sea al que más horas he echado después del Galaga. Lo conocí gracias al Taito Legends, genial recopilatorio de recreativas para PS2. Pues en varias partidas, al colisionar con alguno de los proyectiles que cariñosamente nos mandaban los extraños seres alienígenas, lo que implicaba una pérdida de vida, no sé por qué, algunas veces no dismunía. En la parte inferior de la pantalla, donde se mostraban con iconos nuestras preciadas vidas, nada más perderla, desaparecía la correspondiente, pero milagrosamente "resucitaba" a los pocos segundos.

GRAN TURISMO 2 (PSX)



Con el Suzuki Cultus, hermano pequeño del potente Escudo, había dado ya alguna que otra vuelta a un circuito que ahora mismo no recuerdo. En una curva, el coche inexplicablemente se pinó cual moto haciendo un caballito a la vez que el cuentakilómetros se volvía loco y subía a una cifra totalmente imposible de alcanzar, tanto en el juego como en la realidad. Tras el acelerón del siglo se me trabó la consola. Olvidando ésto, sacándome uno de los últimos carnés, hice el tiempo justo establecido para pasar la prueba (hasta las milésimas, algo muy complicado). Ya lo estaba celebrando cuando el mensaje "no superado" me dejó un careto de imbécil difícil de superar.

DRIVER 2 (PSX)



Me encontraba relajado dando una vuelta por Chicago descansando de las duras misiones de la trama principal, cuando observo a lo lejos un autobús precipitándose por un puente. Estaba esperando ver la hostia que se iba a dar contra el suelo, pero ocurrió algo inesperado que me dejó perplejo. Como si el duro hormigón se hubiera convertido en gelatina infernal, engulló la mitad del vehículo hacia vastas tierras de fuego y azufre, pero a Satán no le debió satisfacer demasiado, y le propinó un soberbio manotazo con la idea depropulsarlo de nuevo a la superficie. Es la única explicación que se me ocurre tras ver el simpático autobús hundiéndose y rebotando una y otra vez en el asfalto.

CONSOLA TIPO PONG



Éste fenómeno, más eléctrico que extraño, no me ocurrió en un videojuego como los anteriores, sino en una consola. Grata sorpresa fue, un frío día de invierno, encontrarme mientras hacía limpieza en un armario un extraño aparato que resultó ser lo mejor que me pude imaginar. Buscando información sobre ella en Internet, descubrí un modelo casi clónico con los mismos juegos en memoria que estaba fabricado en Hong Kong fechado a finales de los años 70'. La conecté a la televisión con una ilusión que muchos jugadores actuales no entenderían, y tras haber seleccionado la modalidad de Pong (en el mismo caparazón de la consola mediante una palanquita), un ruido sordo acompañado de humo provocaba la bajada de los plomos. Al volverlos a subir y recueperar la luz, observé como el enchufe y una pequeña parte de la superficie de la pared estaban ennegrecidos, provocado por el prehistórico adaptador que había provocado una ligera explosión. No he vuelto a probar la consola explosiva en mi vida, está mejor decorando un rincón de mi humilde habitación.

Bueno, y aquí doy por concluido el repaso a estos "fenómenos extraños" tan personales, pero que seguro alguno de vosotros habéis experimentado a lo largo de vuestra vida de jugón, llena sin duda de diversión y cariñosos recuerdos.