Seguro que alguna vez habéis escuchado que mientras el bebé se encuentra dentro del útero materno, es bueno estimularlo hablándole, pero sobretodo con música y en especial la música clásica. Hay personas que incluso creen que estimular al futuro recién nacido con estos métodos, consiguen aumentar  la capacidad intelectual del niño.

En el centro de todo esto se encuentra el llamado 'Efecto Mozart' que es esto mismo pero sobretodo aplicado al famoso compositor. Son experimentos que fueron realizados en 1993 y que además se publicaron en revistas como la Nature pero con los que nunca se ha logrado volver a esos mismos resultados.



Lo cierto es que según los estudios las pulsaciones por minuto y los patrones que siguen [algunas] obras de Amadeus, relajan el cerebro. Algo bastante obvio puesto que la música clásica está muy ligada a la relajación, la tranquilidad y la armonía. Seguramente en el dentista habrás escuchado más de una vez algún tema de Mozart, mientras esperabas nervioso antes de la revisión.

¿Y por qué en los bebés? Pues básicamente por que el sistema auditivo de un feto se crea en sus fases tempranas. También porque los niños en sus primeros 5 años de vida tienen un cerebro joven que absorbe información y estímulos como una esponja.



Obviamente no hay que saturar al pobre niño, pero algo así siempre será beneficioso para el en sus primeras patadas

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