Cuentan, que desde que comenzó la aplicación a "rodar" por las distintas stores, allá por el 10 de julio de 2014, hasta día de hoy, nadie ha logrado terminarla aún.

Cuentan que durante cinco meses toda una comunidad unida (de un juego que a día de hoy suma 321,366 participantes, según su página web), no consiguió superar el nivel 35.

Dice su creador, polaco, que no cree que nadie consiga superar su juego hasta bien avanzado 2016.

Un cronómetro que no deja de correr desde el mismo instante que comienzas la aplicación, inexorable, segundo a segundo, incluso cuando no está abierta.

Una página web austera (donotbelievehislies.com), negra y oscura, en la que solo se muestra el número de participantes, que aún ninguno de ellos ha llegado hasta el final del juego, y que a ratos (de noche normalmente) muestra en Streaming una imagen un tanto perturbadora.

Solo una premisa, introducir un código. Cada vez uno. Que abre la pista del siguiente. Mientras el tiempo pasa, inexorable. Tic. Tac. Tic. Tac.

"No creas sus mentiras"

Con esta sencilla propuesta, arranca uno de los juegos de puzzles más perturbadores y fascinantes que he tenido ocasión de probar, y que me ha hecho de verdad estrujarme el coco, y sobre todo resolverlo.

Un juego de puzzles, que resolver con verdadero ingenio y dotes, usando todos los medios a tu alcance, y alguno más (muchas veces la respuesta está ahí y es obvia, pero hay que "buscarla", y eso conlleva tiempo y hacer cosas, para encontrar dicha respuesta).

Poco más que contar para no empañar la experiencia. Que no leáis un solo foro en el que os destripen un solo código (ni siquiera el primero de ellos), que no busquéis información por vaguería de, "ya se como se resuelve pero no me apetece "hacerlo", así que voy a usar "San Google"". No recurráis a eso. Eso está prohibido. Y no os unáis a nadie que no vaya por donde vosotros vayáis en el juego (ni comunidad ni nada por el estilo), al menos hasta que no los alcancéis, si lo lográis algún día. El juego no lo merece.

Si de verdad queréis volver a sentiros como críos participando de un gran enigma, como esas películas de los 80 en el que siempre un código debía ser desentrañado para avanzar, descargad esta App, y embarcaos en este viaje extraño, al que quizá, en algún momento le empecéis a encontrar hasta significado...

Que la sociedad es un invento fallido, está demostrado. Día a día pugnamos por cerrar nuestras fronteras más y más y limitarlas al mínimo contacto humano, encerrándonos en nuestras casas y manteniendo conversaciones con nuestros amigos a través de redes sociales, o jugando con ellos al fútbol online. Cada artefacto que inventamos nos aleja un poco más de la realidad y nos introduce irremediablemente en la más atractiva ficción posible.

Poco a poco la sociedad tiende a la utopía presentada en "Demolition Man", en la que el sexo se "despractica" conectándose a un artefacto amplificador de las ondas cerebrales y sensoriales. Poco a poco nos vamos casando en World of Warcraft, añadiendo desconocidas al tuenti, e incluso entablando relaciones con personas que no hemos visto ni olido. Y todos sabemos como olemos después de tres días sin salir de casa.

Solo nos queda esperar que como en Demolition Man, venga un salvador, un mesías del pasado, que nos guíe por la senda del sexo sin condón, del alcohol que nos hace ver todo borroso y hablar en bable, y no solo del que añade "...hic!" a lo que tecleamos en nuestro ordenador.

Solo nos queda esperar a que ese hombre baje de las estrellas, y ponga los pies en la tierra...

Solo nos queda esperar a que os deis cuenta de que todos y cada uno de vosotros sois ese hombre, bajéis de las estrellas y pongáis los pies en la tierra.