No he podido evitarlo pero me venía al pelo el juego de palabras.
No se sabe si al final irá o no Víctor Valdés al Mundial (para mí está entre los tres mejores porteros españoles), pero Vicente del Bosque se ha metido en un jardín y ha dado una mala sensación al decir que hasta el momento no le ha llevado porque recibió una herencia. Me parece una forma poco valiente de manejar los argumentos y justificarse por parte de del Bosque.
Este seleccionador tiene el privilegio de disponer de un grupo de jugadores único en la historia de nuestro fútbol. La herencia es saber respetar y proteger al grupo principal de jugadores, respetar el estilo de juego de la Eurocopa y efectuar las incorporaciones imprescindibles por motivos de lesiones o forma física que refuercen el equipo. ¿Cómo es posible qué el tercer portero sea inamovible por motivos de herencia y no lo sean otros jugadores a los que han ido sustituyendo Piqué, Busquets, Negredo, Navas, Mata,  o Llorente, Riera y Capel en los primeros meses? Evidentemente es un tema secundario el asunto del tercer portero y del Bosque puede llevar al que quiera, pero no es secundaria la preocupación por los posibles desvaríos de un seleccionador que parece tener un gran sentido común pero que utiliza el argumento de la herencia según le conviene, que unas veces nos habla de la herencia y otros de dejar su impronta personal en el equipo.
España tiene una gran oportunidad con el grupo irrepetible de jugadores existente. Tres cosas me preocupan en este momento:

Estado de forma.
Que no se lesionen y lleguen en buen estado de forma los diez o doce jugadores fundamentales de la selección.

Exceso de triunfalismo.
El discurso triunfalista y papanatas a que tan acostumbrados nos tienen algunos medios informativos: “seremos campeones”, “somos los mejores”, “ganaremos la Copa Confederaciones”, “jubilaremos a los franceses”,…etc.
Este discurso es bobo, pesado y totalmente contraproducente.

Ocurrencias de del Bosque.
Del Bosque lo tiene todo de cara. Me preocupa que quiera dejar su sello personal por algún lado y que finalmente sea el equivocado.

Respecto del primer apartado (“Estado de forma”),  poco podemos hacer salvo confiar en el buen criterio de jugadores y equipos y tener un poco de suerte.
Hasta ahora lo que más me preocupaba era la tontería del triunfalismo insoportable. Escuchando a del Bosque no sé si empieza a preocuparme más su poca personalidad y su búsqueda de protagonismo.