Un mamut chiquitito quería volar

Categoría: Otros

Publicado: 23:30 10/08/2013 · Etiquetas: · Categorías: Otros
Qué momento tan peculiar. Ese cuando llevas siguiendo a un usuario desde hace un tiempo. Lo admiras, te da gusto leerlo, lo votas regularmente. Y entonces, un día cualquiera descubres su lado auténtico. Y resulta que se comporta como un hijo de mil putas. Que se entrega a la cíber-cabronería como cualquier otro indeseable zarrapastroso refugiado en el anonimato de la red. Persiguiendo y acosando a otros foreros. Formando pandillas. Construyendo un ego de cartón a través de insultos disimulados.

Te entran deseos de mencionarle a su progenitora en una situación poco reputada. Pero te detienes, pues comprendes que la señora no tiene responsabilidad alguna en lo que se ha convertido su hijo en este momento. Aunque algo de culpa sí puede arrastrar, ya que lo tuvo a cargo bastante tiempo. Y finalmente, no te queda más que borrarlo de tu atención. Hacer como que no existe. Ni como forista, ni como persona.

Sin embargo, así es mejor. Es una ventaja, porque tienes algo menos que ocupar en tu cabeza. Es como si sacaras la basura. Ganas más tiempo y espacio para dedicarlo a gente y cosas que sí valen la pena. Y al fin conoces la verdadera clase de personaje que se gasta el que antes tenías en un pedestal.

Publicado: 02:32 04/08/2013 · Etiquetas: · Categorías: Otros
- Las palabrotas son parte del vocabulario, pero no son la principal. Soltar más tacos no te hace parecer adulto. Si quieres que te entiendan, habla como un ser civilizado. No como un niño acomplejado buscando desesperadamente parecer grandecito. Las palabrotas salen solas cuando te cabreas. No tienes que forzarlas.

- No pretendas ser adulto sin siquiera estar cerca de ello. Ser adulto no es hacer lo que te salga de los putos cojones. Ser adulto no es autodestruirte fumando, bebiendo y drogándote hasta que te dé un soponcio. Los adultos hacen lo que hacen porque conocen las consecuencias y responsabilidades de ello. Los adultos saben cuál es su límite de copas. Los adultos limpian donde han tirado. Los adultos follan con condón.

- No les pidas tantos caprichos a tus padres. Aprende a identificar lo que de verdad necesitas. Y si quieres entretenerte, aprende a seleccionar. Date cuenta del valor del dinero y del trabajo. Sobre todo en tiempos como estos.

- Tus padres quieren que te vaya bien en la vida. Por eso a veces no están de acuerdo contigo. Porque piensan que algunas de tus decisiones te pueden hacer daño. Si quieres explicarles tus intereses, no lo hagas con una rabieta. Detente y piensa que tienes que dárteles a entender. Ellos no tienen una varita mágica capaz de descifrar tus sentimientos.

- Aprende a defenderte. Pide que te inscriban en algo de judo o cosas similares. Y tómatelo en serio. En todos lados hay bullying.

- Haz lo que tú decidas por encima de lo que te imponga el grupo. No tienes que obedecer a tus "compis" si no quieres hacer lo que te mandan. Si te amenazan con dejarte solo, allá ellos. Encontrarás mejor gente. Tiempo al tiempo, será mejor para ti. Y si te amenazan físicamente, mira el punto anterior.

Publicado: 22:58 01/06/2013 · Etiquetas: · Categorías: Otros
¿Votar mensajes... o votar usuarios? El dilema nos ataca con una frecuencia más o menos habitual. Encontramos un post con cuyo punto de vista coincidimos completamente. Pero la fugaz vista del avatar o el nick del autor nos hace dudar. Y finalmente rechazamos otorgarle un voto positivo. Porque quien ha posteado es de mi facción contraria. O ha demostrado que no vale la pena como forista, y desde varios ángulos, como persona. El mensaje nos cae bien, pero el mensajero no. Votarlo significaría humillarse. Y por igual, en el caso contrario es casi tan común. No importa que estemos o no estemos totalmente de acuerdo con lo que diga el post. Puede ser tonto o incendiario, inclusive. Pero oh, el autor es del club de prestigio de mi bandada. Lo voto de inmediato. Mi nick vuelve a aparecer en la lista de sufragantes de sus mensajes. Como siempre aparece. Hay que dejar claro quién manda a través de esas bonitas cifras verdes. Es un mandato sagrado demostrar fortaleza numérica ante esos pazguatos que han cometido el gran pecado de preferir lo que no nos gusta.

Pandillas de votantes. Como las de Mad Max. Mercenarios del +1. Y esto es sólo habiendo votos positivos. ¿Qué situación tendríamos si los negativos no se hubiesen suprimido? Y vaya como se pusieron algunos cuando se tomó tal decisión. Hocicos espumantes disimulados con la tradicional altanería. Gruñidos de rabia porque ya no podían acribillar a sus blancos predilectos. Me puedo imaginar cuál sería su sueño húmedo en un foro "ideal" donde se pudiera votar en contra. Poder usar esos negativos para ejercer "acciones de la comunidad" sobre mensajes y usuarios. Las bajas elegidas se notarían claramente en las primeras horas. Como se notaron recientemente con el bug aquel.

Personalmente me da igual que exista o deje de existir un sistema de votos. Pero el día en que sea completamente suprimido, tal vez me brindaré una birra a la salud del foro.

Publicado: 01:23 12/05/2013 · Etiquetas: · Categorías: Otros
Qué satisfactorio se siente humillar a una persona que no está lo suficientemente preparada para defender su posición ante la nuestra. Cuán alto nos sube ese ego inflado. Qué sonrisa cínica se nos dibuja en la cara cuando logramos nuestro fin. No el de fijar o convencer de nuestro punto de vista. Eso es para los Flanders. El objetivo del verdadero forero sangre-fría es dejar al otro en un estado moral más bajo que la mierda. Mirar por encima del hombro al que no tenga suficientes luces para sacar argumentos oportunos. Esa oportunidad se busca. Sí, ese instante de poder, cuando hallamos a alguien que fácilmente podremos "aniquilar" con tres frases chulas, un insulto velado y dos links de nuestra fuente parcializada favorita que cubra el tema de debate del momento. Alguien que preferiblemente no tenga tiempo para defenderse. Quedamos como los héroes del owned y del cinismo de cartón. Y nos llueven los votos de la panda de foristas que comparten nuestra agenda.

Y luego, qué golpe de realidad cuando salimos a la calle. Cuando recordamos que en la vida real, la vida que importa, esa satisfacción, esa sonrisa cínica, ese ego inflado y ese cinismo de cartón no valen una mierda. Y que nuestra sangre fría e infinita coolness-cabronería gana-votos es una simple máscara.

Publicado: 21:40 20/04/2013 · Etiquetas: · Categorías: Otros
Recuerdo cuánta admiración generaba Emma Watson durante la filmación de la saga Harry Potter. Incluso aquí, en Vandal. No me extrañaba. Ni entonces, por su buen trabajo, ni ahora, por la manera en que ha crecido. Sé que no es exhuberante pero es mona, tiene belleza natural. No niego que me he puesto palotillo buscando sus upskirts, pezonazos y descuidos. Incluyendo aquel de la poción de Harry Potter (cuidado, soy un mamut, no Pedobear).

Pero las cosas tienen un límite. Ahora muchos exigen que "abandone su inocencia" por completo. Quieren verla desatando su sexualidad en pantalla, como si fuese una exigencia para ser una actriz "profesional de verdad". Quieren que protagonice "50 sombras de Grey" entre otros sueños húmedos. Y la excusa y la intención son evidentes. No son más que un manojo de frikis gordos granudos que aún fantasean con "Hermione" y sólo quieren verla en bolas para machacársela como mandriles. No les importa que por ahora ella no vea propicio un papel más sexy, o que dicho papel le caiga mejor a otra actriz, o que sencillamente no le interese. Lo que esos perdedores quieren es una toma cercana de cada protuberancia y oquedad de su cuerpo, para encerrarse en el sótano de la casa de sus padres y pasar noches enteras estrujando el cimbrel contra el monitor. Son los mismos que seguían el "Countdown Clock" de las gemelas Olsen y Dakota Fanning. O los que a la sazón vieron a Natalie Portman adolescente en Leon El Profesional, y la hicieron objeto de sus perversiones y se desfogaron mucho antes de Closer y Cisne Negro.

Emma es humana. Tiene sus preocupaciones, sus problemas, sus defectos y sus decisiones propias. Tiene cosas que gustan y otras que no. Que dejen que la pobre mujer busque su destino profesional en paz.

Publicado: 20:30 06/04/2013 · Etiquetas: · Categorías: Otros
Toda obra tiene algo de propaganda. Unas más evidentes y radicales. Otras más conspicuas. En cada trabajo literario, audiovisual o interactivo se pueden percibir las intenciones, la ideología y el sistema de valores de su autor. En cualquier producción intelectual, sea su actitud directa o velada. Con suficiente tiempo y análisis, es posible ver con claridad qué piensan y qué opinan los autores sobre numerosos temas. Lo proyectan consciente o inconscientemente en la idea general del argumento, en los personajes, en los hechos, en cómo se desenvuelven, en lo que les pasa y en las razones de por qué les pasa. Casi siempre podemos darnos cuenta de cómo tratan de meternos con calzador su perspectiva del mundo. Y nuestra valoración de la obra muchas veces depende en una buena medida de cuánto estemos de acuerdo con esa perspectiva que nos venden.

Influye mucho en eso, el hecho de que amamos nuestros prejuicios. Nos tapamos las orejas ante lo que nos muestre lo contrario de lo que tenemos preconcebido. Lo que pensamos sobre tal o cual persona, ideal, grupo, actitud ante la vida o sistema de pensamiento, se queda fijo. Se solidifica y no cambia, por más excepciones, vislumbres de cambio o indicios en contra que se nos presenten. Nos encanta citar la frase célebre "la excepción confirma la regla". Aunque sabemos en nuestros adentros que las frases célebres no son más que gotitas de demagogia, simples generalizaciones que suenan bonito. Pero nos convienen.

Es natural que eso se refleje en las comunidades online. Cada uno de nosotros postea y navega con su agenda invisible bajo el brazo. Pro-algo y anti-algo. Todo lo que escribimos la delata. Frases, comentarios al margen, inflexiones, temas que frecuentamos. Consciente o inconscientemente nos dedicamos a "difundir la causa" de nuestro sistema de ideas personal. Lo que nos gusta debe gustarle a los demás, y al que no le guste no tiene sentido de la calidad. Lo que detesto lo deben detestar los demás, y el que no, es un anormal. Atacamos toda actitud y mensaje del que esté del otro lado, basados únicamente en la discrepancia de opinión o gustos. Defendemos y votamos cualquier intervención del que opina lo mismo que nosotros, aunque sea desafortunada. Frecuentamos los sitios cuya postura oficial coincida con la nuestra y formamos comunidad con los demás usuarios que piensan igual. Sin embargo, consideramos los sitios donde abunda la opinión contraria como simples reductos.

Otros se convierten en cruzados. Se apartan cuentas y espacios de tiempo exclusivamente para bombardear o perseguir a cualquier inadvertido que ose mencionar algo que ellos desprecian. En Youtube, en foros, en comentarios de Yahoo, en fin, en todo lugar de Internet donde haya alguien que ellos consideren "equivocado". Insisten en ese tema que les ocupa dondequiera que vayan. Aunque no venga a cuento. A veces no guarda ni la más mínima relación con el tema que se debate, y si se les reclama que su cruzada pro-anti no tiene nada que ver, reaccionan y dicen que no importa. Que están diciendo "la verdad" y les han respondido porque están picados.

Esto es normal y cotidiano, por más patético que suene.

"¿Qué tú propones?" "¿Cuál es tu punto?" "¿Puedes explicar por qué?" Preguntas simples pero poderosas. Bien colocadas, pueden conciliar, o por el contrario delatar a cualquiera. Tanto si su insistencia es una inquietud sincera, como si sólo quiere divertirse burlándose de alguien que piensa o actúa diferente a su criterio. Tanto si busca aportar algo útil, como si su fin es incendiario. Ten calma, no te extralimites, haz una de estas preguntas, y espera. El tono y la coherencia de la respuesta te dirá mucho sobre las intenciones de tu interlocutor. Si no, te lo dirá el registro de sus últimos mensajes.

Publicado: 01:35 24/03/2013 · Etiquetas: · Categorías: Otros
Necesitamos carnada. ¿Quién no ha sentido la urgencia de hallar una persona menos agraciada que nosotros, para desatar en él nuestra festiva crueldad psicológica o física, y así sentirnos menos desgraciados? En la escuela, en el deporte, surgen los bullies. Atacan, acorralan, reúnen y buscan poder a base de miedo. Nos repugnan, a veces los denunciamos y muy de vez en cuando los enfrentamos. Pero tristemente, todos somos cómplices de este pecado. Hasta los que pretendemos tener sentimientos más nobles y comprensivos. Hasta los que desaprobamos el abuso de poder y autoridad sobre un compañero de clase, de labores, de cualquier grupo.

Todos, con más o menos esfuerzo de memoria, podemos transportarnos a un momento donde el orgullo nos ha vencido. Donde hemos recibido la "oportunidad" de humillar a alguien que no se destacase igual que nosotros en uno u otro ámbito, para sacrificarlo a nuestras ínfulas y nuestro espectáculo de tocapelotismo en frente de los demás. Incluyendo esos casos que van alegadamente en plan gracioso y sin ofensa. Al madurar mentalmente, algunos quisiéramos echar atrás las manecillas del reloj y borrar esas erupciones de soft bullying. O en el plano realista, tratar de contactar a esa víctima, pedir disculpas y compensar.

¿Qué porcentaje de personas abandona esa extraña necesidad en algún punto de su vida? Muchos la mantienen cuando pasan del mundo educativo al productivo. Y, por usar otro ejemplo más cercano, a otros los acompaña hasta las comunidades de foros y redes sociales. Criticamos y condenamos fenómenos como el bullying escolar, elogiamos al que se planta y resiste el abuso de confianza de sus colegas en el trabajo. Pero si se toca algo donde estamos involucrados, todos los argumentos se invierten por arte de magia. Ahora sólo estamos participando en un "juego inofensivo", y al afectado bien le vale nuestro acoso para que "fortalezca su personalidad" y "conozca el mundo real". Cuando lo único que estamos haciendo es justificar nuestra búsqueda de víctimas en pos de una simple satisfacción ante el monitor.

Para aplacar el problema sólo es menester un poquito de madurez, empatía, reconocer las consecuencias y efectos inmediatos de lo que decimos y hacemos a los demás. Parar en seco antes de hacerlo. Entender que mi derecho a tener paz mental es igual al del interlocutor. Todo eso por las buenas, antes de que haya que darse cuenta por las malas. Pero, oh desgracia, un abusón es demasiado orgulloso, y todos somos abusones.

Publicado: 23:00 23/02/2013 · Etiquetas: · Categorías: Otros
Quienes me han visto por el foro probablemente me identificarán por mis pocos y cortos mensajes. Pero ahora que puedo abrir y presentar el blog, procuraré ser más elocuente.

Este espacio queda destinado a albergar reflexiones, declaraciones y evocaciones bajo mi punto de vista personal, sobre videojuegos, ambiente foril y otras cosas que me merecen atención. Puede que surjan encontronazos de vez en cuando. Sin embargo, buscaré siempre la forma de expresarme desde el respeto. Y en consecuencia permitiré la expresión libre en los comentarios, sin tijeras censuradoras de ninguna clase. Que se supone que somos adultos y bien responsables de lo que decimos.

Queda extendida mi invitación a leer y participar, desde que empiece con mis entradas. Bienvenidos.

Blogs en Vandal · Contacto · Denunciar Contenido