Publicado: 23:45 29/04/2008 · Etiquetas: · Categorías: Cosas frikis
Hace años sospechaba que era un sociópata. Lo de no entender como demonios funcionaban la relaciones de la gente, era un indicio, pero por lo general me mosqueaba más que la gente hablase. Fácil y continuamente, me refiero. A mi me cuesta (costaba) hablar bastante. No es que hable mal, entendedme. Es que no arranco, una sensación de "para que decir nada": mi yo interno se traga mis palabras y me mantengo silencioso como una tumba.
Bueno, luego me di cuenta que sólo era una combinación de timidez y ese egocentrismo (idiocentrismo, podríamos llamarlo) de la edad del pavo que nos hace creernos a todos especiales. Ahora, por lo general no callo cuando estoy bastante agusto, pero me sigue pasando que habitualmente me da pereza hablar en ciertas situaciones: recien levantado por ejemplo, decir algo que alguien ya ha dicho, y cuando alguien que no me cae bien se hace el listo sin serlo. Esto último es algo frustrante: considero rebajarme el hacer notar a los demás sus fallos; muchos no merecen aprender de sus errores, y si el oyente es lo suficientemente listo, no caerá en el juego del parlanchin sujeto. Aunque hay excepciones, claro y mi vena infantil a veces sale para dejar por los suelos a alguien. La realidad es que no todo el mundo es tan listo como para no dejarse llevar por la palabrería, y ahi tienes a la gente fascinada, mientras tú te preguntas que demonios es lo que ha fallado. De nuevo, me cuesta entender los asuntos sociales. Y para eso tengo unas reglas internas. Supongo que cada uno tiene las suyas. Para algunos son su escala de valores, otros tienen más bien unas pautas generales, y los más anodinos, carecen en absoluto de ellas. Yo tengo una lista para muchas situaciones, dado que me simplifica bastante la vida. Es un poco mi ideario personal, hay algún amigo que me ha dicho que soy muy rígido, que le vamos a hacer. Una de mis reglas es sobre lo de antes: - Hacer ver a los tuyos sus errores, para que puedan mejorar. Baste decir que esto me ha generado muchos problemas y he perdido amistades por ello. Tambien hace que aprecie mucho que mis amigos me llamen cretino cuando me comporto como tal. Pongo otras dos, en este caso son referentes al trabajo: - En el trabajo no conviene hacer amigos, te ahorrarás problemas. Esto viene sobre todo por el sectarismo de muchas empresas, pero también vale para las normales. Primero, porque no me pagan por ser simpático, y segundo, porque no toleraré que intenten pintarme la mierda de color de rosa (haciendo quedadas despues de hacer las horas extras, teniendo un "mentor", hablando en la cafetería...). Tengo vida, gracias, y desconecto mejor fuera de ese edificio y sin ver los caretos que hallo dentro. - Donde tengas la olla, no metas el manubrio: por extensión de la anterior. Genera el doble de mal rollo a cambio de una alegría al cuerpo que te llevas en la cena de empresa cuando ligas con alguna que está moderadamente bien y abundantemente ebria. No compensa, y por lo general, por muuuuy bien que acabe, da más problemas de los que soluciona. Ahora, cada cual es libre de bregar con ellos si decide lanzarse al río. Son todos los que están peor no están todos los que son. Otro día pondré más, porque como he dicho, no es una lista ordenada. Y en referente al FSM , os pongo más reglas. Para los que tengan mala memoria, el FSM es el monstruo del espaguetti volador, y como toda deidad (de hecho, él es el que creo a los dioses de todas las religiones, pasadas, presentes y futuras). tiene sus mandamientos tambien. Y al dios de Jesús lo inventó el FSM, vuestra deidad favorita, así que ya sabeis...
Publicado: 00:02 09/04/2008 · Etiquetas: · Categorías: Pensamientos
Digo yo que alguien más hábil acabaría el trabajo antes. Alguien más inteligente daría teoremas de memoria y sin dudar. Alguien más rápido asimilaría mejor las técnicas. Alguien más trabajador no dejaría el trabajo acumulándose. Y alguien más prudente no intentaría hacer todo a la vez.
Bueno, esos alguien no son yo, pero alguien con voluntad de hierro sacaría las cosas adelante, y puede que yo no la tenga, pero se le parece mucho. Una máxima que tengo es que no conviene preocuparse por problemas sobre los que no tienes control, y tampoco preocuparse de muchos problemas a la vez. Es mucho más fácil solucionar las cosas una a una. Y con suerte algunas se solucionan solas si esperas el momento adecuado. Tanta multitarea hace que me sienta como una ps3... Bueno, para el curro intento hacer eso. |
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