Flotando voy, flotando vengo.

El pasado día 19 de noviembre me agencié una nueva y flamante Playstation Vita. A día de hoy ya puedo decir oficialmente que he terminado el primer juego para la misma. ¿Cuál es este juego? Pues por el título podéis haberlo supuesto. Se trata ni más ni menos que de Gravity Rush, uno de los juegos tempranos de Vita que saben explotar debidamente varias de las muchas características de la consola.




En este excelente título encarnamos a la joven Kat. No sabemos de donde venimos, a donde vamos; ni tan siquiera conseguimos recordar quien somos. Cuando aún nos encontramos desconcertados por la situación, descubrimos a un pequeño amigo que nos acompañará durante toda la aventura. Es el gato Dusty, de una procedencia tan incierta como la nuestra. Sin tiempo para asimilar lo sucedido, un extraño tipo reclama nuestra ayuda para que mediemos en un extraño incidente, pero esto mejor que lo veáis por vosotros mismos.




El juego me ha parecido ciertamente muy entretenido a nivel argumental ya que todo lo que nos explican nos viene de nuevo, es como si fuéramos continuamente a rebufo intentando comprender la historia pero por falta de datos, todo nos puede sorprender en cierta medida. La forma narrativa que utiliza viñetas como si fuera un cómic está muy lograda, todo un acierto. Una de las cosas que más me ha llamado la atención es su jugabilidad ya que el hecho de poder controlar la gravedad a nuestro antojo no es algo que se haya visto en muchos títulos y que aquí han conseguido plasmar con excelentes resultados.




Es un videojuego altamente recomendable al que si le dais una oportunidad seguro que os hace pasar un buen rato, de lo mejor del escueto catálogo de Vita. Yo por ahora, iré jugando partidas esporádicas a ver si logro sacarle todos los trofeos a la vez que simultaneo con algún otro título.