El pasado Martes decidí ir entre clase y clase a la librería Abacus de la Universidad, que se encuentra en la plaza cívica, con unos amigos de clase. Otra vez fui en busca de los enormes manuales que nos han encargado los profesores que compremos. Vuelvo a insistir en que puedo volarle la cabeza a cualquiera con tan sólo arrojarle un libro de ésos.

Parece ser que para ser dependiente de esta librería hay que estudiar un máster o algún cursillo similar, porque para mí que la inepta de la cajera calcula el cambio con los dedos de las manos. Mis compañeros y yo ya nos estábamos neguitando, porque la retrasada mental aquella nos había hecho esperar ya media hora en la cola, y la clase de Derecho Constitucional estaba al caer.

Nada más salir, una amiga que me acompañaba y yo aceleramos el ritmo, para no llegar tarde a clase. Al entrar en lo que es la zona cubierta del bar de la facultad, hay un pequeño escalón inútil de 5 cm que debe de estar ahí para decorar, porque su funcionalidad es nula. Como algunos os habréis estado imaginando ya, no vi semejante escalón y tropecé con él. Antes de caerme, dí un par de pasos intentando recobrar el equilibrio, pero yo mismo me di cuenta de que si daba un tercer paso lo único que iba a conseguir era estamparme la boca contra la pared, así que decidí proceder a dejarme caer al suelo, cuanto antes me cayera antes acabaría aquella situación.

He de reconocer que pocas veces me he metido un galleto en mi vida como aquel. Me quedé unos segundos tumbado en el suelo, no me hice daño,  pero me preguntaba qué demonios había hecho yo para merecerme eso, yo tan sólo quería salir un momento a la librería, coger un libro, pagarlo e irme de vuelta a clase, no me parecía que estuviera pidiendo demasiado.

La gente de la facultad fueron muy majos, rápidamente vinieron a atenderme a gritos de “¿Estas bien? ¿Te has hecho daño?”. Eso me dio bastantes ánimos y me hizo comprender que ahora estaba en la universidad, en un mundo distinto, ya que si semejante talegazo me lo meto en el instituto, se están riendo de mí hasta Navidad.

Y por lo que respecta a las clases, hoy en Practicum nos han ofrecido una conferencia sobre la Universidad (historia de las universidades en el mundo y en España). De este tema nos van a poner un ejercicio que puntuará nota dentro de un par de semanas. La verdad es que he terminado la conferencia un poco mosqueado, yo me he apuntado a derecho, la historia de las universidades me importa una mierda.

Y nada, a ver si con un poco de suerte mañana convenzo a algún amigo para ir al festival de cine erótico de Barcelona y cuelgo las fotos que haga en la próxima actualización. Ya se que el blog en un principio sólo estaba destinado a comentar mi aventura universitaria en la UAB, pero como el blog es mío, posteo hasta las bragas de la Pantoja si me apetece.

Que la fuerza os acompañe

Como veis no es mi intención el realizar una actualización del blog diaria. Solo me comprometo a escribir cuando la inspiración me invada o cuando considere que ya es hora de ir publicando los diversos hechos que me han sucedido a lo largo de los días.

Ya dije en mi anterior publicación que me encuentro en los inicios de la carrera de derecho. Ya he tenido clases con todos los profesores, así que ya dispongo del material suficiente como para analizar las distintas asignaturas. El profesor que mejor me cae es el de derecho romano. Tiene ya sus años, pero es muy simpático, y sobretodo, muy accesible al alumnado.

La profesora de derecho civil es normal, nada que destacar, quizá la enorme cantidad de manuales que nos ha mandado comprar. La mujer se debe pensar que el dinero nos sale por el recto.

La profesora de practicum es la típica joven de 28 años que nada más terminar la carrera, se saca el doctorado y se mete a dar clases en la universidad. Esa juventud se nota, no solo por estar sexualmente apetecible, si no porque tiene demasiada vitalidad a la hora de impartir las clases, en términos vulgares se podría decir que “se flipa demasiado”. Cuando dentro de 20 años se encuentre con un marido gordo y calvo, pagando aún la hipoteca del piso y se le empiecen a caer los pechos, entonces ya pasará al grupo de profesores normales y se dejará de tantas estupideces a la hora de dar clase.

La profesora de derecho penal viene a ser la descripción de profesor normal que he dado anteriormente. Solo que esta es una amargada y lerda, que viene a la facultad a dar clases sólo porque si no se queda sin dinero para irse al MacDonalds a comer como una cerda, porque la pobre mujer le sobran más quilos que no que le faltan. A la hora de dar las clases es más lenta que Nacho Vidal en eyacular (habilidad que admiro de este hombre). Entre palabra y palabra suelen pasar unos 5 segundos, y esto hace que las clases de teoría se conviertan en algo extremadamente aburrido.

Sin ir más lejos, el pasado viernes, después de hora y media escuchando hablar a esta mujer, mi cerebro no aguantó más y decidió que era momento de desconectarse. Fue un movimiento totalmente involuntario, de repente me quedé empanado mirando el bolígrafo que tenia en las manos, las cuales tenia debajo de la mesa. De repente escucho que mi buen amigo David me susurre “Oye, que te esta mirando”. Yo, totalmente confundido le pregunté “¿Que me esta mirando quién? “. Me dio por mirar a la profesora, y esta se encontraba mirándome fijamente. Yo, totalmente anonadado, solo se me ocurrió pensar “¿Pero qué coño?”. De repente, la mujer me pregunta “¿Eso no será un móvil o una cosa de ésas no? Es que me ponen muy nerviosa”, a lo que yo respondí “¡No, no!”. No era el móvil pedazo de inútil, tan solo estaba desconectando mi mente para evitar lesiones cerebrales causadas por tu horrenda forma de dar las clases.

Para acabar, voy a meter las dos últimas asignaturas en un mismo pack (miento, aún me queda Teoría del derecho, pero es una asignatura normal con profesora normal, nada que destacar) Derecho Constitucional y Economía. Al llevar una hora en cada una de esas clases, las ganas de volarme la cabeza de un escopetazo y acabar con semejante sufrimiento eran enormes. En mi vida había deseado tanto que acabara una clase, aquello era una tortura, no entiendo como los profesores en cuestión pueden estar dos horas hablando como si de ir a mear se tratase.

Para terminar, solo quería comentar también el mal rato que he pasado en la librería de la zona cívica. Me ha tocado la mala suerte de que en la cola se encontrara el típico grupito de chicas pijas-ineptas-tontas-estúpidas de grandes senos que llevaban el formulario para hacerse socias de la librería. Este procedimiento era un poco largo, y como eran unas 6 o 7, pues la espera se ha hecho eterna. Cuando ya no podía más, he gritado “¿¡Bueno qué!?” y rápidamente me he escondido detrás del chico alto que estaba delante de mí, el cual ha puesto una cara de OWNED digna de mencionar (aparte de acordarse de mi madre, que estoy seguro que lo ha hecho).

Y nada, aquí me encuentro, con unos 130€ menos que me he dejado en la maldita librería con los libros del demonio. Estoy seguro que si cojo uno cualquiera de esos libros que me he comprado y lo tiro por el balcón, le vuelo la cabeza al pobre desgraciado que pase por debajo. Aún me duran las agujetas de estar en la cola aguantando los libros de los cojones.

Nada más que añadir, que la fuerza os acompañe.

La verdad, aún no tengo muy claro como me he decidido a escribir un blog. Supongo que el aburrimiento al que me veo sometido a estas horas de la tarde me ha motivado lo suficiente como para tomar la decisón.

En fin, tengo una vida tan rara y peculiar que quizá haya gente a la que le resulte curioso leer el blog.

Hoy ha sido mi primer dia en la UNiversidad Autonoma de Barcelona. He empezado derecho, no era mi primera opción ya que antes preferia Audiovisuales, Publicidad o Periodismo, pero con el escaso 7.11 de nota que tengo no he podido acceder a ninguna de éstas.

Derecho no es que me desagrade, simplemente me gustan más las otras. Además, una vez terminado el primer ciclo se me abren un montón de puertas hacia nuevos estudios, sin tener que preocuparme de ningún tipo de nota.

La verdad, hoy me he levantado un pelín nervioso. No soy demasiado asiduo a ponerme negitoso, pero hoy era un dia importante para mi. Lo malo de esto, es que yo cuando me pongo nervioso no lo manifiesto inquietandome, con temblores o con escalofrios, como le suele pasar a otra gente.

En caso de entrar en un estado de nervios, mi intestino grueso decide que es hora de expulsar cualquier impureza albergada en él. Así que namás subirme al tren, he ido al lavabo y he metido un buen escopetazo. Ha sido una experiencia curiosa, nunca habia cagado a 100km/h (o la velocidad a la que vaya un tren de cercanías, que no se cual es).

En clase me he encontrado a un amigo del instituto, que está hgaciendo derecho también. Nada más entrar en clase, he empezado a ojear el tipo de gente que habia en mi clase. Todos normales, nada que destacar.

La profesora de Derecho civil ya nos ha adelantado que tendremos que comprarnos el Codigco Civil de Catalunya, el español, la constitución y el nuevo estatut de catalunya (a parte de una serie de manuales).

Am, se me olvidaba decir, que antes de empezar la clase, ya habia visitado el WC de la facultad para depositarle otro escopetazo.

Luego nos han puesto la típica conferencia de inicio de curso (fijo que es un copy&paste de la del año pasado) y luego nos han enseñado la biblioteca. Después nos han dejado irnos para casa, aunque como es de suponer mañana no dispondremos de tal beneficio.

La tarde ha sido la mar de simple: Jugar al Halo 3 en cooperativo dificultad legendario. Y ahora aquí estoy, intentando averiguar como pretende Dios que yo vea el partido del Espanyol de esta noche, que me parece a mi que me va a tocar tirar de la radio.

Un saludo a todos

Que la fuerza os acompañe