Hace cosa de cinco meses aldorock publicó una genial entrada recopilando ilustraciones de Ken Sugimori para las primeras ediciones de Pokémon. Además, el año pasado Hyrule-Enciclo nos contaba algunas cosillas sobre este artista.

Con intención de profundizar un poco más en el asunto, quiero retomar el hilo para compartir con vosotros unos bocetos que acabo de ver (a través de tikisaurus) y que como era de esperar me han encantado. Algunos de los dibujos son de varios años antes del lanzamiento de los juegos por lo que podemos ver ideas desechadas posteriormente (como la chica con un Squirtle junto a Rojo y Azul). Sin más, os dejo con ellos (y con una cancioncilla para ambientar):





































Y eso es todo, espero que os hayan gustado. Algunos ya los conocía de sobra pero otros o no los recordaba o no los había visto nunca, por eso quería compartirlos.

Me llama la atención, por ejemplo, el hecho de que en esos primeros bocetos los pokémon tuvieran HPs y TPs, por lo que intuyo que en lugar de tener los PPs propios de cada ataque tenían una cantidad determinada de puntos como si de maná o magia se tratara.

Pagaría todo el oro del mundo por hacerme con una libretilla de esas en las que presumiblemente Ken iba dibujando y desarrollando las mecánicas y conceptos que acabaron dando lugar a Pokémon.

NOTA: entrada de carácter personal. Todo lo que vais a leer puede no interesaros lo más mínimo, quedáis avisados.

Durante año y medio y después de acabar la carrera he estado estudiando un Máster de estudios japoneses en la Universidad de Salamanca. Gracias a sus becas de intercambio anuales tenía la posibilidad de solicitar una beca de un año de duración para ir a Japón a estudiar el idioma y la cultura. Para ello he tenido que hacer mucho papeleo y prepararme dos exámenes. El primero, de japonés, light comparado con el oficial que hice en Madrid (y por cierto, aprobé), y uno de inglés (nivel B2). Hay 20 plazas, nos presentábamos 20 personas y finalmente cinco cayeron en el examen de japo y...no, no fui una de ellas

El Servicio de RRII publicó el 11 de enero las notas y cuando accedí a la web esa tarde (llevaba visitándola varios días aun sabiendo que no estarían) me metí de cabeza a ver el resultado de japo (el que lo decidía todo, el inglés lo piden en algunas universidades pero absolutamente todas requieren un mínimo de japonés por lo que esto sí era imprescindible) y por mi DNI aparecía como APTO ^^ Antes de que me estallara el corazón miré la de inglés y...¡APTO también!

Entre las diez universidades disponibles tenía que escoger seis y estas fueron mis elegidas: tres de Tokio, una de Kioto, otra de Kanagawa y una en Ibaraki. Después de más de un mes de espera, el 19 de febrero me dijeron qué Universidad me había seleccionado y no era otra que mi primera opción, la Universidad de Kokugakuin en Shibuya, Tokio.



El problema era que de las tres plazadas ofertadas yo tenía la tercera ya que mis notas son peores que las de los otros dos compañeros por lo que eso me dejaba fuera de la carrera por cualquier tipo de dotación económica. Por lo que sabíamos, la gente con las mejores notas solía llevarse la conocida como JASSO, una beca del gobierno nipón que se traduce, al cambio, en unos 800 euros al mes, pero da la casualidad que suele ser una por universidad por lo que a no ser que tengas una media desastrosa, si tienes primera plaza, tienes JASSO. La particularidad de esta universidad es que además tiene becas propias, por lo que suponíamos que solo el segundo se la llevaba, y consistía ni más ni menos que en el alojamiento en una residencia privada y las comidas completamente pagadas, además de 200 euros mensuales. Bastante atractivas también, ¿verdad?

Una vez aceptada la plaza y después de más y más papeleo no ha sido hasta el 7 de junio (¡casi cuatro meses después!) que he recibido noticias de la universidad japonesa. Tras muchas horas divagando sobre las distintas becas, las posibilidades que teníamos de recibir unas u otras, o incluso ninguna en mi caso, al final nos han troleado pero bien. Resulta que para ellos no hay JASSO, pero su programa propio para el intercambio de extranjeros, el K-STEP, da el mismo trato a todos por lo que el alojamiento, doce comidas semanales y 200 euros mensuales lo tenemos todos. Dicho esto y previo acuerdo con un compañero de Máster que me acompañará en esta nueva aventura, ayer tarde di el primer paso que me lleva a Japón:



Ahora me queda maaaaaaaaás papeleo para sacarme el visado en la embajada japonesa en Madrid y comprar algunas cosas que me puedan facilitar mi estancia: traductor electrónico, guía de Japón...

A estas alturas, a casi tres meses de marcharme, prefiero no pensar en ello. Prefiero no hacerlo porque se me viene el mundo encima. Es una gran oportunidad pero que implicará estar, como poco, once meses sin abandonar Japón (por el tipo de visado) así que dependeré de la disponibilidad de padres, novia y amigos para que me visiten y poder ver caras conocidas durante ese periodo. Sé que todo irá bien, pero lo dicho, prefiero no darle demasiadas vueltas al asunto. Ya llegará el 17 de septiembre y puede que entonces sí me invadan los nervios. Hasta entonces...a disfrutar del verano (y a informarme poquito a poco de lo que me espera por allí).