O viajar al extranjero.
O presentarte a presidente.
O hablar con alguien del otro sexo.
O engrasar el coche.
O ser huésped de un fiesta de salchichas.
O cavar para encontrar un tesoro enterrado.
U ordeñar a un vaca.
O competir aullando con el perro del vecino.
O llevar a cabo una lobotomía.
O pintar una linea amarilla por el centro de la calzada donde está tu coche.
O escribir tu nombre en la nieve.
O enseñarle juegos a las mariposas.
O cantar canciones gallegas tradicionales en un banco.
O plantar árboles en un parque público.
O confundir a la persona que tienes al lado.
O construir una mesa triangular.
O brincar y saltar.
O montar en un tren.
U ordenar tus calcetines en orden alfabético.
O jugar a los bolos con tu mamá.
O enseñarle a las almejas a tejer canastas.
O tejer una colcha.
O publicar una revista sobre lápices.
O comer helado de limón con trozos de piña dentro.
O asfaltar una autopista.
O aprender a dibujar.
O aficionarte a la fotografía.
O aprender a decir la hora.
O falsificar dinero.
O salir a comer a un italiano.
O hacer un traje.
O bañar a la iguana.
O ir de pesca.
O pintarle la casa a un desconocido en mitad de la noche.
O aprender a hacer windsurf.
O ir a la peluquería.
O sacarle punta a los lápices.
O darle de comer a tu tucán.
O tomar el sol.
O hacer un crucigrama.
O comprar ropa de última moda.
O ir a la playa.
O jugar al tute con tu padre.
O regar las plantas.
O construir una casa de muñecas.
O invitar a unos amigos para comer salmón con vino blanco .