Historia de una saga volumen 2: Mario Sports

Fijo que con el título os habréis quedado WTFados totalmente. ¿A que os esperábais que el siguiente volumen de "historia de una saga" fuera de Zelda, Starfox o algo así? ¿A que ni siquiera esperaba nadie otra entrega de "historia wtf otra chorri-entrada de EASMO"?

Pues mejor, así mola más. Realmente iba a hacerla sobre Zelda dada la inminente salida de Twilight Princess... pero entre que ando escaso de tiempo, que el blog trata de mí y de mis gustos (Y Mario es mi saga favorita) y que el TP ya me la refanfinfla un poco, pues hale.

En fin, empecemos... Mario Sports... sí, sé que estaréis pensando que de por sí es raro que les dedique una entrada sólo a los deportivos, máxime cuando soy de los que odian distinciones absurdas entre una misma saga (SUPER Marios y Marios lo que sea, Sonic fido dido y Sonic gordito, etc).

Si se la dedico, es porque los juegos deportivos de Mario, con un par de excepciones en N64 (para variar) pese a que son bien valorados por la crítica, entre los mal-llamados fans, suelen salir escaldadillos, la mayoría de las veces sin más motivos que "otro Mario más, buf".

Para entender la grandeza de los Marios deportivos, antes de nada, hay que quitarse esa repulsión por la sobreexplotación de encima. Si bien es cierto que a veces se abusa de la imagen del fontanero deportista, también es una verdad como un templo que cada juego que sale dista muy mucho de ser un relleno con cara bonita para vender.

Y es que pese a la diversidad, todos los Marios deportivos guardan varias bases comunes entre sí que les dotan de personalidad propia; no en vano son muchas las otras mascotas que tratan de hacer juegos clónicos de Mario, sobre todo del Kart (con quizá la única excepción de Sonic, que siendo el único que tiene pelotas de marcarse un estilo propio, encima es siempre el más vapuleado.... en fin, quién os entiende...).



La cosa, por mucho que algunos crean que empezó en GC, se remonta a la época de NES, con aquel "Mario golf: NES open" de 8 bits que quizá no andaba muy sobrado de opciones comparado con los de ahora pero que jugablemente ya apuntaba amneras (Daisy y Peach de caddies era un buen puntazo y tenía que decirlo aunque no viniese a cuento ).



Después en Snes vino el que comenzó de verdad a pegar el pelotazo, el mítico Super Mario Kart: la premisa era la misma, es decir, Mario y cía en un deporte haciendo de las suyas, pero bajo la aparente simplicidad, nos llegó un juego que para entonces era el súmmum de la jugabilidad , y dicho sea de paso bien surtido de pistas y tal.

Tras unos escarceos con un algo tímido Mario Tennis en Virtual Boy, llegaron las ultra hypeadas versiones de n64, que si bien fueron una revolución en su día,  mi juicio son el maldito cáncer para el criterio de los jugones a día de hoy (y no sólo en terreno de Mario Sports pro bueno).

Llegó el bestial MK64 que pese a que reducía número de pistas, ampliaba ítems y metía por priemra vez el modo a 4 jugadores = tardes de vicio incomensurables. Y fue seguido de Mario Golf, y posteriormente de Mario Tennis, estrenándose en él , el que a día de hoy continúa siendo mi personaje favorito: Waluigi.
Mencionar que tanto Tennis como Golf tuvieron sendas versiones para GBC, quizá los últimos Marios con aspecto old-school.





Bueno, yendo al grano, pues ya sabéis todos que todos los Marios deportivos contaron con versiones para GBC y GBA (y 2 más nuevos en GC, béisbol y Fútbol), iré a lo que em interesa: ¿tienen éstos juegos algo más que una cara bonita para vender?

Sí, una jugabilidad que es un pasote. Cambiando el deporte y tal según el juego, en todos los Marios deportivos se siguen las mismas directrices: variedad, calidad, y una gran curva de dificultad con una profundidad de juego brutal.

En la mayoría de Marios deportivos, aparentemente sólo haces el cabra saltándote la profesionalidad del deporte en cuestión, pero es sólo fachada: la grandeza reside en que se adaptan como un guante a todo tipo de jugadores, y son perfectos tanto para que un novato eche 2 partidas rápidas y se lo pase teta, como para que los más expertos se peguen vicios de horas disfrutando del todo también.

En todos los juegos hay un cast de personajes más o menos amplio, que aparte de satisfacer a los character whores como yo, se dividen en diferentes grupos, conformes a diferentes estilos de juego, siempre guardando la lógica entre el mismo personaje en diferentes juegos (por ejemplo, Yoshi suele ser peso medio tirando a ligero, de poca fuerza física pero gran velocidad). De entrada, ésto ya los dota de gran variedad, pero lo mejor viene cuando en ninguno de los Marios deportivos hay descompensaciones muy bestias.

Un error que cometen muchos juegos por el estilo, es hacer uno o dos personajes mega dioses, reduciendo el nivel de juego pro a esos dos a menos que se baneen: en los Marios deportivos, hay alguna descompensación como en todos, pero nintendo se esfuerza por hacer todo lo más equilibrado posible, haciendo que puedas tener posibilidades con todos los personajes (con la única excepción del decepcionante mario kart ds que pincha estrepitosamente en este aspecto que debería ser precisamente el más llamativo).



Ésto hace que el juego continuúe durando eones, resultando entretenido tanto como para pachangas sueltas como para juego más "en serio". Amén de que normalmente, la jugabilidad queda rematada por una gran variedad de opciones configurables, provocando que apenas haya 2 patidas mínimamente semejantes. Añadidlde que por norma general, el acabado gráfico y sonoro suele ser notorio, y los controles suaves, intuitivos y precisos, y entenderéis que los Marios deportivos, distan mucho, mucho, MUCHÍSIMO de ser morralla comercialoide.

Podría detenerme en cada uno de los juegos en sí y por separado, pero me bastaba con defenderlos globalmente (además, como he dicho, llevo una temporada agobiadillo, y no hay tiempo). Amén de que ya los conocéis.

En fin, hasta más ver