Resultados para etiqueta "pervertido" Publicado: 03:51 30/10/2007 · Etiquetas: psicologia, carrera, universidad, pervertido, tanguilla, zurullo · Categorías: ¿Por qué estudié psicología?
Pues no pensaba yo que hiciese tanto tiempo desde que actualicé por última vez mis crónicas estudiantiles y en realidad en breve va a hacer un mes. Supongo que el tiempo pasa rápido en las vidas ociosas y quizás debiera apuntarme a hacer algún cursillo de macramé para ralentizar más el paso de los días.
En fin, como algunas personas me han pedido que acabe de explicar cosillas sobre los tíos que iban conmigo a clase antes de saltar al bando femenino haremos un pequeño repasito a algunos los que quedan, aunque la verdad es que tampoco son muy interesantes. Corría por la facultad otro hombre de unos cuarenta y tantos años, madurito y con poco pelo que por lo visto era propietario en su ciudad de un centro pedagógico pero como quería ejercer y no solo dar el pego tenía que sacarse la licenciatura de psicología por huevos, por lo que por allí estaba. Este pataliebre tampoco llegó a juntarse mucho con el grupo de los tíos, solo de tanto en tanto y con los más empollones (supongo que para quedar de estudioso y profesional delante de profesores y tal), y normalmente iba acompañado de tres chicas a todos lados: hacían los trabajos juntos, comían juntos, iban en coche juntos…sobretodo con un par de ellas, por lo que los pensamientos sucios nos empezaron a asaltar a todos y la teoría de que se las pasaba por la piedra empezó a tomar forma. Además no deja de ser curioso como cuándo una chica va con un hombre de cierta edad y tiene cierta amistad con este se puede dejar hacer guarrerías por él como si éste lo hiciese con total inocencia o sin ninguna maldad, como cogerles del tanguilla que les asomaba por el pantalón, tirarles los trastos y decirles guarradas, sobarlas…Cualquiera que hiciese esto con una chica lo más seguro es que en cero coma segundos encontrase una rodilla furiosa clavada en sus santos genitales, pero claro, si tienes cuarenta años y adoptas una figura paternal-coleguilla se te perdona y permite todo con una sonrisilla tonta (“jajaja cómo eres”). "jijiji, si no fuese porque te conocemos, y eres tan de la broma, pensariamos que te nos estás insinuando, jijijiji" Corría la leyenda además, que este maromo venía de familia con mucha pasta y que de joven había sido como Ford Fairlane, con derecho para entrar en los mejores clubes y en las mejores chicas, que se había corrido unas juergas y unos puteríos tremendos y que había llegado a alquilar discotecas enteras para él cuando no se le permitía la entrada y la verdad es que con su aspecto no era de extrañar que hubiese tenido que tirar de talonario, porque desde luego, tras la pinta de friki que tenía se le veía rebosante de lujuria y a veces también se le iba la cabeza (sacando los pies por la ventanilla cuando iba en coche, pillando cogorzas brutales en las cenas de clase y enviando a su mujer a la mierda y cositas así). ¿menosmola? ummmm, ¡pues tócame las bolas! uaauuu! Lo último que supe de una de las chicas que iban siempre con el es que este señor la había enchufado a currar en su centro de pedagogía por lo que supongo que aun debe tener intereses en zumbársela en su despacho si es que no lo había hecho ya durante la carrera. De él lo último que supe es que en una tromba de agua donde vivía casi murió ahogado y arrollado por su coche y tuvo que salir a nado de la zona, pero gracias a Dios un fotógrafo que pasaba por allí inmortalizó el momento y salió en la portada de un periódico local que llegó a mis manos y comparto con vosotros hoy: Sí, sí, os juro que es él, le he tapado la cara con lo más parecido a su fisonomía que he encontrado para que no me denuncie si cualquier día encuentra mi blog Otro de los que iban a mi clase era un campeón y se le distinguía entre otras muchas cosas por dos características, la primera de ella era su poder ahorrativo para no gastar un céntimo si no era estrictamente necesario y la otra era el poder mutante de poder cagar en cualquier momento y en cualquier lado. Del primer punto no hay mucho que destacar, salvo que nunca se le veía aflojar pasta para nada, ningún vicio en particular, ningún hobby específico (ni juegos, ni películas, ni música –más que la que grababa-, ni internet, ni porno…) salvo en los momentos en los que tenía que dejarse la pasta bebiendo alcohol, entonces no le importaba mucho dejarse billetes en cervezas, quintos y cubatas. Era un campeón. El punto más extremo en cuanto a su excesivo ahorro era cuando el chico –con toda su buena voluntad- empezó a llevar el coche a la facultad y la verdad es que aunque tenía sus días de bondad en que nos llevaba a casa de vuelta y no teníamos que coger el tren (cosa que le agradezco en el alma), otras veces, esos puntazos de buen rollo eran contrarrestados por ramalazos de tacañería del palo de no llevar a veces a más de uno en coche para no gastar gasolina -ya se sabe, más peso, más gasto hace de carburante-, no dejarnos abrir las ventanillas en pleno mes de Junio-Julio –ya se sabe, la resistencia del viento equivale a más gasto de gasolina- o no dejar subir mucho el volumen de la radio para que no gastase ¿gasolina? Nunca le llegamos a rebatir este argumento, simplemente, no nos atrevimos. ¿Mi Subaru Imprezza? Bueno, en realidad me lo he cambiado por este modelo que es un poco más rústico pero consume menos Su segundo poder mutante, el de cagar en cualquier lado y en cualquier momento era digno de admiración. La gente, por norma general, en los lugares públicos no suele ir a cagar a no ser que no tenga más remedio, porque ya se sabe, una taza que no es la tuya, un lugar agreste, desconocido y muchas veces sucio, sin papel, con gente que entra y sale y te pone nervioso, ruidos del vecino, vergüenza por echarte pedos atronadores y perfumar todo el baño…mil cositas que hacen que te lo pienses dos veces antes de ir y que no lo hagas a no ser que tengas un apretón de órdago. Este chico, en cambio, era diferente, nunca le coartaba una taza del WC desconocida, él se pillaba su periódico e iba a echar el zurullo tan pancho: de buena mañana en la cafetería, antes de alguna clase, después de la clase, en el bareto después de comer, en la estación de tren, en las cenas de clase, en la discoteca…su esfínter era la cosa menos delicada del mundo, nunca se negaba a permitir que el botín abandonase el navío. El súmmum de esto fueron dos anécdotas que el mismo nos explicó: por lo visto, una vez, en un concierto en el polideportivo de la ciudad le vinieron ganas de cagar y como el WC le quedaba lejos, decidió plantar un hermoso zurullito en las escaleras del centro. Supongo que la gente al salir y los encargados de la limpieza se acordaron buenamente de su familia. La segunda anécdota por lo visto le ocurrió en una estación de tren típica de pueblo, de esas que no tienen ni taquillas ni nada, que solo paran los trenes regionales y que es el propio revisor el que te saca el billete. Al muchacho por lo visto le dio un apretón en el momento en que esperaba el tren y como obviamente no habían aseos no se le ocurrió otra cosa que bajarse los pantalones en el andén y empezar a cagar en la vía, con tan mala suerte que justo cuando soltaba el churro de chocolate pasó un tren de los que no tienen parada –pero pasan a diez por hora por la estación- y todos los pasajeros pudieron observar el bonito espectáculo de la naturaleza de mi colega aliviando su tripita. Por lo visto, el ni se inmutó y acabó su trabajo. Era un campeón. Para Ewan, el peor lavabo de escocia, para mi colega, un bonito lugar para descansar las posaderas y echar el cagarro Y en fin, creo que por hoy ya me he alargado demasiado y en realidad tampoco son personas de las que poder sacar mucho jugo, por lo que por hoy lo dejo aquí y espero actualizar más pronto la próxima vez. Un saludo y mil gracias a los que me leen^^ |
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