Me encanta Angry Birds. Entiendo perfectamente por qué Miyamoto elogie el juego y diga que le habría encantado tener la idea (¡Toma! y a mí). Una jugabilidad sencilla pero a prueba de bombas, con una dificultad in crescendo, pero nunca imposible, que te hace continuar y exigirte conseguir la mejor puntuación para cada pantalla, amén de encontrar los objetos y niveles secretos. Y luego están los pájaros, que sin articular palabra (aquí no hay queja de que el juego no venga traducido, no como en otros casos que yo me sé), tienen gran carisma, siendo muy divertidos sus diseños. O los cerdos, archienemigos de los pájaros cabreados y unos malandrines de cuidado. Por ello, la fusión de un universo joven como el de Angry Birds (recordemos que el primer juego es de 2009), con una saga legendaria como Star Wars es, cuanto menos, impactante y prometedora, o al menos a priori. El juego sigue las mecánicas propias de la serie, pero ahora con temática de la guerra de las galaxias. Los pájaros son los héroes rebeldes, y mediante el omnipresente tirachinas hemos de vencer a los cerdos, que representan al imperio y otros villanos. La historia es la ya conocida, y se nos cuenta mediante viñetas de cómic, donde vemos al pájaro rojo como Luke, al amarillo como Solo, el negro es Kenobi… Lo cierto es que es extraordinario como han conseguido transformar unos personajes en otros. Me recuerda en cierto modo a lo que hicieron en Family Guy y los especiales de Star Wars. Te crees a cada personaje en su nuevo rol. El problema viene, al menos en mi opinión, en su nueva jugabilidad. Para adaptarse mejor a la franquicia espacial, cada pájaro cuenta con un nuevo poder. Y aquí cambia la cosa. La selección es divertida, es más es hasta cierto punto lógica, pero este cambio hace que el juego cobre una dificultad mucho mayor: esto es, los nuevos poderes no son tan útiles para pasar los niveles como en los viejos Angry Birds. Sí, es gracioso ver al pájaro rojo usando un sable laser y tal, pero la implementación no es del todo correcta, estas nuevas habilidades “no compensan”. Un ejemplo: Han Solo (el pájaro amarillo), es bastante torpe, y en los niveles que te toquen muchos de éste puede desesperarte. En fin, acabando, los de Rovio han hecho una jugada maestra al acoger en su flamante saga el mundo de Star Wars, al menos como golpe de efecto publicitario, porque, como ya se dijo arriba, no me convencen los nuevos controles. Pero los finlandeses son muy listos, así que si te atascas en algún pasaje, siempre puedes recurrir a ayuda extra por un insignificante precio de nada… 6 comentarios :: Enlace permanente
Comentarios: (del primero al último) 12:22 10/02/2013
¿Alguien me puede ayudar a colgar imágenes correctamente? Mil gracias de antemano. 12:55 10/02/2013
[img]Url de la imagen[/img] 13:38 10/02/2013
¡Mil gracias Matron! Ahora queda mucho mejor. 15:44 10/02/2013
La idea no fue de ellos, busca un juego llamado castle crashers o algo así, que era como angry birds pero anterior y muy adictivo también. 15:47 10/02/2013
Personalmente no le veo la gracia siquiera al juego original, y nunca he podido entender cómo se hizo tan famoso. Lo que más me gustó fueron los pajarracos y los cerdos, realmente carismáticos, hasta tengo un peluchito del rojo, jaja. Muy buen análisis, es muy agradable ver comentarios de títulos más modestos, pero no por ello menos divertidos. 16:44 10/02/2013
@Cardesin, la idea original no sé, pero el mérito es desde luego de Rovio. A mí, personalmente y salvando las distancias, me recuerda en cierto modo a Worms pero sin multijugador. @Bowsy, no me extraña lo del peluche, jeje. Participa con tu Comentario:
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