No es nada fácil hablar de este cómic. Por un lado tenemos el detalle de que no pega nada con Batman, pues detalles como que empiece con un Batman "roto" por el antagonista y por consiguiente uniéndole a su secta no fueron del agrado de todo el mundo. Por otro, el tratamiento del mundo de las sectas (sistemas de sugestión, estructura interna, dominio de los fieles...) me parece tremendo, conformando uno de los productos de entretenimiento (ojo, ya no digo cómic sino directamente producto) que mejor integra esta temática en su trama. ¿Que qué pienso entonces? Pues que, aún con sus licencias,
Pero vayamos por partes. Como ya dije, el cómic empieza con un Batman a merced del diácono Blackfire, mesías de una secta conformada por prácticamente todos los sin techo de Gotham y que dedica el primer cuarto del cómic para introducir del todo a Batman en su organización. Para qué negarlo, me encanta ese capítulo, pues el arte con el que el guionista (Jim Starlin) nos narra simultáneamente el presente de la ciudad, cómo Batman cayó en las redes del diácono y de qué manera este sugestiona a sus fieles (a la par que nos cuenta sus mitos y leyendas personales) es tremendo.
Además, el trabajo con los lápices de Bernie Wrightson y Bill Wray acompaña durante todo el cómic de una forma magistral, siendo algunas escenas simplemente brutales (todas las escenas durante las que Batman delira son simplemente alucinantes). Quizás la única escena que empaña el conjunto son los momentos con la reportera, que se empeñan en repetir la misma cara una y otra vez en toda la secuencia... y no son pocas veces que habla la misma. No comprendo el motivo (pues dudo que sea casual que lo repitan tan descaradamente en tantos momentos distintos) y como dije empaña ligeramente el conjunto... pero es que después te ponen imágenes como las siguientes y lo bordan:
Batman delirando.
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Pero el cómic no termina ahí. Durante el resto de la obra, Starlin se encargará de tenernos enganchados al tomito de marras gracias a algo que ya vimos en El regreso del caballero oscuro de Miller: introducir historias del resto de ciudadanos de Gotham relacionadas con la trama central. Así, seremos constantes testigos tanto de los resultados de los ataques de los fieles del diácono como de las opiniones de la ciudadanía ante estos crímenes contra criminales.
Realmente creo que The cult es uno de los cómics más durillos de Batman, y no lo digo solo por todas las putadas que le hacen al murciélago. La cantidad de inocentes que sufren los designios del diácono es realmente elevada, y escenas como la del dibujante o la de la mujer del final son realmente perturbadoras (y eso que en esos dos casos no llegamos a ver nada, aunque sí haya muertes considerablemente explícitas en otras ocasiones). Quizás a algunos le eche para atrás, pero personalmente me encanta ese "extra de oscuridad" que lleva de serie esta obra.
Y bueno, poco más puedo añadir. En general The cult me parece un cómic tremendísimo, el cual en su capítulo final introduce algunas escenas que no pegan con el conjunto de la obra y que pueden romper un poco la magia de la situación ("Solo debe recordar 6 palabras"...) pero que si la valoramos al completo sigue siendo un imprescindible. Es cierto que no se parece al resto de cómics del murciélago, pero qué importa: es un cómic cojonudísimo y si tenéis suerte encontraréis la vieja edición de Planeta por solo 15 euros con tapa dura. Para mi, un imprescindible.
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