Publicado: 20:24 29/11/2012 · Etiquetas: · Categorías: Artículo opinión
No es mi intención entrar en materia con objeto de trollear ni de dar motivo a trolleo ajeno en esta reflexión, y no, no me importa el tema de ver quién la tiene más grande (que si Wii U tiene CPU menos potente que PS360, que tiene más GPU, que si las futuras PS y Xbox estarán a años luz en hardware...). La reflexión se basa únicamente en unas circunstancias personales. Hace ya tiempo que dejé atrás el mundo del gaming profesional. Hablamos de los primeros años del presente milenio (2000, 2001, 2002, etc..). En aquellos tiempos, vivíamos la conocida "Fiebre del Counter-Strike". Fueron numerosos los torneos en los que participé (sponsors, patrocinadores, premios en metálico por participar, por supuesto, iban a los padres). Han pasado 12 años de aquello, y la vida, para muchos de los que estábamos allí presentes, ha cambiado (unos para bien, otros para mal). También los gustos, donde me incluyo, por supuesto. En mi juventud más moza, aún recuerdo las primeras máquinas de 8 y 16 bits. Tiempos idílicos en los que los Mario, Sonic, Alex Kidd, etc, juegos simples en estructura, divertidos y entrañables, eran el pan nuestro de cada día. Conforme uno iba cumpliendo años, se iba metiendo en juegos para más mayores, más violentos (Fatal Fury, Street of Rage, Mortal Kombat, etc), sin dejar de lado, por supuesto los grandes clásicos para todas las edades. Resumiendo mucho, a partir del año 95, empecé a desarrollar mi pasión por los shooters en general: Rise of the Triad, Doom, Quake, Castle of Wolfenstein... hasta llegar a los CS de PC y Socom en PS2 (los dos shooters que se constituyeron en referente para mí, el uno en el género FPS (First Person Shooter) y el otro en el TPS (Third Person Shooter). Por supuesto, vine combinando esa pasión, con los grandes juegos sandbox (aún recuerdo la espectacular aparición del primer GTA) y RPG de mundo abierto ( TES: Daggerfall, Morrowind, etc.) y clásicos juegos de estrategia (Age of Empires I y II, Tribal Rage, etc.). En juegos de lucha, Dead or Alive se convirtió en mi ideal, y en el terreno de los juegos de acción (con espionaje, eso sí), Metal Gear hizo lo propio (tuve la suerte de poder jugar a todas las versiones anteriores a la excepcional entrega de PSOne, aquellas que salieron en la MSX), y en shooters, más tarde, vinieron a ocupar el lugar de mi querido CS los Call of Dutys, Medal of Honor, Perfect Dark, Halo, Gears of War, Half-Life 2, Left 4 Dead y compañía. Muchos dirán, ¿a cuento de qué dice todo esto este hombre? El motivo: estoy viendo, que aquello que dicen de "el vino, con los años, va madurando y haciéndose bueno" es extrapolable al gusto por según que tipos de juegos. Aún mantengo intacta mi pasión por los RPG de mundo abierto (me encanta sobre todo la posibilidad que en PC ofrece el poder modificar contenidos (modders) y complicar juegos, a priori, con escaso contenido en comparación con lo que la comunidad puede llegar a crear. Pero es en el terreno de los juegos de lucha, sandbox y muy especialmente mi antaño idolatrado género shooter (al que tantas horas de mi vida he dedicado), donde está la cuestión: me está dejando de atraer como antes. Ojo, mi pasión por el mundillo se ha visto inalterada (ni es más, ni menos que antes), pero sí lo que busco en un videojuego. Y me he dado cuenta, concretamente, y saliendo definitivamente de dudas, con los recientes Halo 4, y Call of Duty Black Ops 2. Sí, los recibes con cierta ilusión, pero no enganchan. Quizás sea la sobresaturación de títulos de este corte, quizás sea porque es mucho tiempo el que le he dedicado ya, no lo se. Pero ni en mi PS3 ni en mi Xbox 360, estoy viendo títulos que realmente me hagan decir "vaya, que juegazo", que impacten, que te tengan pegado al televisor, sólo juegos "buenos", a secas, con los que te diviertes, pero de los que te acabas aburriendo (y ese "aburrimiento" llega más temprano que tarde). Quizás GTA V sea la excepción, el oasis en medio del desierto, pero no lo veo como una panacea, y más después del cambio de dirección experimentado a partir de la cuarta entrega (menos opciones, menos personalización, menos variedad, pero más gráficos y mejor narrativa). Algo me dice que el quinto juego de la exitosa saga de Rockstar, seguirá lo iniciado con su predecesor, que tendrá más de la aventura de Niko Belic que de la de Carl Johnson en San Andreas (CJ). No quiero culpar ni a la crisis económica (que es lógico que también esté haciendo estragos en la inversión para el desarrollo de nuevos títulos), ni al estancamiento por falta de creatividad (no creo que tampoco esté todo inventado, aún esperaré a que aparezca el creativo de turno, que siempre acaba apareciendo, y que marque la diferencia, dé la campanada e invente una fórmula innovadora nunca antes vista), pero la situación es la que es actualmente: predominio de los refritos, comodidad a la hora de desarrollar sin complicaciones, y miedo a que la innovación no cuaje y suponga pérdidas para la empresa de turno. Y ello, ha motivado que, cual ojo de Sauron que posa su mirada al horizonte a conquistar, haya fijado mi interés en una nueva plataforma: Wii U. No se si la filosofía de Nintendo es acorde con lo que busco y pretendo encontrar, pero sí es cierto que la compañía de Kyoto tiene varios títulos que han conseguido encandilarme. Y qué vamos a explicar a estas alturas de la considerada primogénita del mundo de los videojuegos y sus archiconocidas sagas (su primera "consola" fue lanzada en 1977). Nintendo, siempre ha sido criticada porque sus juegos exclusivos first party, tenían un look simple, muy colorido, destinados a un público más "casual" que apenas jugaba, y poco atractivo para quien se considera (o se consideraba, en mi caso) hardcore gamer, lo cual me ha demostrado, y ahora lo estoy viendo, que estaba equivocado, a pesar de haber probado a lo largo de mi vida, multitud de entregas de Mario, Donkey Kong, Zelda, etc (y ahí reconozco que yo también fui de los que en su momento, renegaba de la gran N, por pensar que "bah, eso era poco para mí, yo voy a más"). Las primeras auténticas consolas de Nintendo (NES, Super Nintendo, Nintendo 64 y Game Cube), se caracterizaron por usar un hardware puntero en su respectiva época, todo ello hasta llegar a la Wii. Con ella, se dio un golpe de timón, para pasar de competir con las compañías rivales por la plataforma más potente, a pretender jugar en su propia división, limitando el hardware pero potenciando la innovación en la forma de jugar y en una aplicación correcta y funcional para juegos que los distingan de lo que la competencia tiene estandarizado. Ello desembocó en un aglomerado de juegos que, para los más exigentes, pecaban de simpleza, falta de profundidad, más enfocado para un público familiar, niños y momentos de ocio con múltiples amistades. Esa circunstancia produjo cierto recelo en el gamer tradicional que busca retos, dificultad y diversión. También pudo apreciarse, la progresiva pérdida de apoyo third party a Wii, causada por su carencia de hardware para llevar a cabo conversiones de plataformas más complejas y potentes como PS3 y Xbox 360. Pero Wii U pretende hacer frente a eso: ¿de qué manera? Introduciendo como principal novedad un mando-tablet, que permite jugar en doble pantalla ( TV para el visionado normal del juego, y pantalla del tabletomando para "interactuar" con distintos aspectos del juego como mapas, resolución de puzzles, etc) y reforzando el apoyo third party (con juegos como Assassin's Creed III y ZombiU de Ubisoft, Batman Arkham City de Rocksteady, Mass Effect 3 de EA, Tekken Tag Tournament 2 de Namco-Bandai, etc.). No son tanto los juegos de lanzamiento los que me llaman (que de hecho, los third, en su mayoría ya tengo en mi Xbox 360 y en mi PS3) sino los que están por venir: aquélla demo técnica del que será el primer Zelda de Wii U, me dejó prendado. Pero hay dos juegos en los que quiero detenerme, y que recuerdo me divirtieron mucho en su día: Monster Hunter y Animal Crossing. El primero sigue una mecánica simple: controlamos a un cazarrecompensas en un mundo habitado por dinosauros, dragones y otras criaturas fantásticas. Junto con otros jugadores (online) se trata de visitar el poblado (lugar de reunión) y en su taberna, aceptar misiones que el juego va generando aleatoriamente, cada una con sus distintos objetivos, dificultad y recompensa en metálico. Una vez aceptado el encargo, debemos visitar distintas zonas, la mayoría de las veces, para recolectar especias, limpiar la zona de bichos, o cargarse a un gran enemigo (dinosaurio, reptil u otro coloso) y extraer de su cuerpo (escamas, aletas, cuernos, etc). De la flora del lugar se pueden extraer elementos para hacer pociones y otros útiles de apoyo, mientras que con las "partes del cuerpo" de los enemigos que derrotemos, podemos construir armas y piezas de equipo para equipárnoslas. Animal Crossing, en cambio, nos pone en el pellejo de un habitante recién llegado a un pueblo, en el que debemos integrarnos y contribuir a su desarrollo, llevando a cabo múltiples actividades (construyendo, pescando, recolectando piezas para mejorar el museo, decorando el lugar con items aleatorios de la tienda, etc), con múltiples eventos que detectan la fecha y hora real para plasmarse en el juego (en el ciclo día, noche). Un aspecto a destacar, es que debemos cuidar la relación con todos los vecinos y vecinas que van llegando al pueblo, dado que si no, a la larga, se marcharán, aunque vendrán otros nuevos. También, desde el Wild World de DS, es posible jugar online, invitando a otras personas a tu mundo, o visitando el suyo (pudiendo interactuar plenamente, hasta el punto de que es conocida la existencia de cabroncetes que visitan otros mundos para talar árboles y joder, en definitiva, el paisaje (claro indicador de que la población troll ha crecido considerablemente en los últimos años) mientras que en el New Leaf de 3DS se incorpora la novedad de desempeñar el papel de alcalde del pueblo, con varias zonas urbanas visitables usando medios de transporte. Me llamó especialmente la atención de este juego, dentro del componente de aleatoriedad de situaciones, que coincidiendo con eventos reales, como la Navidad, el verano, los carnavales, etc, el mundo se transforma para la ocasión asumiendo la decoración y demás elementos característicos de cada uno de ellos. Nunca una partida es igual, siempre que lo juegas pasa algo diferente (y muchas de las situaciones no las ves venir). Por ello, espero ver en esta plataforma, más tarde o más temprano, juegos como Monster Hunter 3 Ultimate, Animal Crossing U, además, por supuesto, de otros como Bayonetta 2 (continuación del magistral beat'em up de Platinum Games para PS3 y Xbox 360), Zelda, Super Smash Bros., Metroid Prime, Paper Mario, Phoenix Wright, etc, todo ello usando de forma intuitiva, inteligente e innovadora, el tabletomando para añadir funcionalidades que resulten cretivas a interesantes (no soy una graphic whore, los gráficos, hace tiempo que han dejado de ser prioridad para mí). También (esto lo considero como un punto que podría llegar a determinar mi plena atención a la consola de Nintendo) desearía que acabase repitiéndose lo que siempre ha venido pasando en las últimas plataformas de Nintendo: ver un Resident Evil exclusivo que se desmarque de lo que vienen siendo las últimas entregas numeradas de la saga, centradas en la acción. Un RE que no necesariamente siga el estilo de cámaras y jugabilidad del, para mí, mejor RE numerado (el 1 REmake para Game Cube), pero sí use ese componente de terror, tensión, escasez de armas y munición, con puzzles y donde hay que pararse a pensar antes de dar un paso en falso, cosa que el reciente Revelations de 3DS parece haber captado, combinando la cámara TPS actual con esa atmósfera terrorífica en el barco infectado de mutaciones, donde hay que saber cuándo disparar y cuándo ahorrar las balas por si podemos guardarlas para un momento crucial posterior. Insisto en el aspecto de que no se aún si Wii U será la solución a mi particular dilema, pero a priori, el planteamiento que pretende seguir, me resulta al menos "interesante". Veremos en qué acaba quedando (las ventas en USA y los millones de reservas en Europa, parecen ir bien, el tiempo dirá si supera el éxito de Wii, y si realmente merece la pena hacerse con ella porque Nintendo y las thirds que desarrollen software para la consola, hagan un uso eficaz de las posibilidades de A) El tabletomando, B) La conexión a internet (dado que ha abandonado el clásico sistema de "códigos de amigo" para utilizar un sistema de juego en red al uso, como en Xbox Live y PSN, y C) Un catálogo de juegos amplio y variado. Publicado: 16:29 12/11/2012 · Etiquetas: · Categorías: Análisis
Primera entrega de la próxima trilogía, antes desarrollada por Bungie, ahora por 343 Industries, capitaneado por Frank O'Connor (ex empleado de Bungie) uno de los estudios internos de Microsoft dedicado en exclusiva a la saga Halo. Continúan las aventuras del Jefe Maestro y la IA Cortana tras varios años de pausa en lo que al arco temporal post-conflicto Humanos vs Covenant se refiere. HISTORIA: La trama se central con el Jefe Maestro desperando de su criogénesis a bordo de la fragata espacial, UNSC Forward unto Dawn, ante la invasión de la misma por una flota Covenant y la proximidad del impacto con un planeta desconocido. No revelaré detalles de mayor trascendencia para no dar lugar a spoilers que puedan arruinar la experiencia argumental. La historia en Halo 4, opta por centrarse en el aspecto "emocional" de la situación y cómo evoluciona la relación entre el Jefe y Cortana, tratando de mostrar por primera vez a un Spartan más humano y menos soldado. GRÁFICOS: El motor gráfico implementado (todo sea dicho, creado desde cero, pero con "reciclaje" de modelados) por 343 Industries, da un resultado visualmente impactante. Lo primero que puede apreciarse al tomar contacto con Halo 4, es el salto cualitativo apreciable respecto a las anteriores entregas como Halo 3 o Halo Reach. Posiblemente estemos hablando del motor que de las mayores prestaciones hasta la fecha en las consolas de la presente generación, corriendo a una resolución de 720p nativos con enormes escenarios, un excelente dibujado del horizonte, contraste de efectos luz-sombra fotorrealistas y efectos luminosos y explosiones perfectamente recreados. También se ha mejorado la sincronización labial de los personajes al hablar, dando el aspecto más realista y creíble de cualquier Halo (en la versión española, se aprecia alguna desincronización, pero es más fruto de la contradicción entre términos que se pronuncian o son distintos en castellano respecto de la V.O. (inglés). SONIDO: En este caso, al haber dejado Bungie de estar al cargo del desarrollo, también lo ha hecho su mítico compositor, Martin O'Donnell. Así, la banda sonora pasa a estar ahora compuesta y producida por Neil Davidge, composición que, si bien no alcanza las cotas de calidad de las anteriores obras de O'Donnell (junto a Michael Salvatori), en términos generales, se trata de una buena composición, con alguno que otro tema destacable. Los efectos sonoros, por otra parte, se han mejorado ligeramente, debiendo centrar la atención particularmente en los disparos de las distintas armas, mayor logro en este apartado. Cuenta con doblaje al castellano de buena calidad. JUGABILIDAD: Los controles se mantienen inalterados respecto de Halo 3 y Reach en TODOS sus elementos. Debutan los nuevos enemigos: los PROMETEOS, antiguas IA's Forerunner con armamento avanzado que también podemos conseguir, como el supresor, el rifle de luz, el rifle binario, la escopeta de dispersión, el cañón incinerador, la pistola prometea y la granada de pulso, introduciéndose también otras novedades armamentísticas en el resto de facciones (humanos y covenant) como el rifle tormenta, la ametralladora ligera, el detonador adhesivo, el cañón electromagnético, la escopeta táctica, etc. Como vehículo, cabe destacar la introducción del "Mantis" una especie de mecha (que tiene un curioso parecido con el famoso Metal Gear Rex de Shadow Moses) dotado con lanzamisiles en su brazo robótico izquierdo, y una ametralladora pesada de cadena en el derecho. De igual modo, vuelven los "packs" equipables como la mochila cohete, el holograma y el camuflaje, además de otros nuevos como el centinela o la visión prometea (especie de efecto de visión térmica). Y finalmente repite la personalización de nuestro Spartan, que usaremos en los modos online, utilizándose un sistema similar al de los Call of Dutys de Activision con recompensas desbloqueables a medida que subimos nivel (armas, partes de armadura, diseños, títulos, etc). DIVERSIÓN: La principal novedad en cuanto a nuevos modos radica en el llamado "Spartan Ops", una serie de episodios de lanzamiento periódico semanal (actualmente hay dos disponibles), que incluyen varias misiones, separadas en capítulos, como subtramas coetáneas a los acontecimientos de la campaña, en las que tendremos que abarcar una serie de objetivos con nuestro Spartan personalizado. Por otra parte vuelve el sistema de matchmaking para buscar y agrupar jugadores con mayor facilidad, y como modos de juego en la "zona de juegos de guerra", encontramos "asesino de Infinity" (4vs4), "gran asesino de Infinity por equipos" (8vs8), "dominio", "regicidio", "infestación", "capturar la bandera", "bola loca", "rey de la colina", "asesino por equipos PRO" (4vs4 sin ayudas de radar, perks y con armas limitadas) y SWAT. Como vemos, son muchos los modos (todos ellos muy jugados por la comunidad), muchos los desbloqueables y las recompensas y mucha la estabilidad de los servers, lo cual permite una experiencia online que pocos títulos online igualan y que proporcionará innumerables horas de diversión. La campaña de un jugador, por su parte, puede ser completada en un lapso de 40-50 horas (en mi caso, tardé unas 44 en dificultad Legendaria). CONCLUSIÓN: Los chicos de 343 Industries no se han complicado la vida. Decían "pretender conservar el espíritu de la saga e intentar dar la sensación de estar jugando a un Halo de toda la vida". Lo han conseguido, optando por una senda continuista en el apartado jugable, dotando de robustez al online y procurando no cambiar nada para no dar sensación de haber traicionado a los seguidores. Los añadidos, en una tónica general, son pocos (salvo los gráficos, lo propiamente argumental, la nueva raza y las nuevas armas). En cualquier caso, se trata de la toma de contacto de 343 con el que es el primero de los muchos Halos que harán. El juego transmite cuidado y elaboración en todos sus apartados, pero puede parecer que no hay mucha diferencia respecto a las anteriores entregas, que quizás realmente no transmite ese soplo de aire fresco que de una nueva trilogía hubiese sido de esperar. En definitiva: que nadie se engañe: quien haya disfrutado los anteriores juegos, sabrá qué se encontrará en este Halo 4, un juego largo, divertido, pero no "sorprendente". CALIFICACIÓN: 8'5 NOTABLE |
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