Carde Review: Ninja Gaiden 3

Mamá! Quiero ser ninja!


Tecmo y su Team Ninja, nos traen (o lo intentan) la tercera parte (poligonalmente hablando) de las aventuras de Ryu Hayabusa, el primero sin la supervisión de Itakagi, máximo responsable y autoendiosado director que dejó la compañía hace un tiempo. El resultado es exactamente el esperado, un regulero beat'em up lleno de claros y oscuros.

Ryu se enfrenta a la crisis

Tal y cómo está el pastel del empleo, Ryu es fichado por una agencia gubernamental para que les ayude contra unos bioterroristas, que a su vez andan tras la pista del ninja. Espada en mano, Ryu acude a su encuentro en Londres, para averiguar que traman y de paso, regar las calles de rojo hemoglobina.


De esta forma se da una mayor importancia al argumento con una mayor cantidad de secuencias entre niveles y se busca una historia más "realista", alejadose de demonios y samurais místicos, por algo más humano (por desgracia) como el terrorismo. Pero no temais criaturas, que monstruos también encontraremos en nuestra senda, aunque en este caso serán bicharracos creados genéticamente. Sobre la historia, comentar que aunque puede tener cierto interés, resulta previsible y hay cabos mal atados.

Esto conlleva que los escenarios también sean más realistas...las calles de Londres, un desierto, un laboratorio, unas cuevas...y aunque son vistosos y muy distintos entre sí, el diseño es algo simple, son lineales, sin chispa y sobre todo con una carente ambientación, ya que parecen más bien de plástico.

Los enemigos, aunque hay varios clases dentro de cada grupo, cada familia suele atacar unida, por lo que en realidad podemos encontrarnos ante tres o cuatro tipos de situaciones de enemigos, con lo que la sensación de repetición es abrumadora desde casi el principio.
Por un lado están los soldados y por otro los monstruos genéticos, aunque de estos hay dos subgrupos. Puntualmente nos las veremos con unos ninjas rivales (el clan de la araña) o con unos monjes bastante duros.
La IA de estos está bastante bien llevada, se complementan bien, atacan desde todos los flancos y nos obligan a jugar duro si queremos superarlos, en ese sentido, el juego es gratificante.


No podían faltar a la cita toda una pandilla de enemigos finales. Por desgracia, hay algunos que se repetirán varias veces a lo largo del juego, y los más grandes y espectaculares tienen unas rutinas bastante simplonas, que se alejan mucho de los maravillosos vistos en el primer juego.

Ryu por su parte mantiene la gama de movimientos que ya conocemos: el salto de izuma, la guillotina, el uso de los shurikens (anecdóticos en esta entrega), o el arco, la técnica definitiva de carga de la espada que elimina varios enemigos cercanos automáticamente, o el ninpo, que está vez sólo habrá un tipo y sólo podremos usarlo cuando rellenemos una barra al lucha y que se descargará si superamos la zona sin lanzarlo.
Como novedades, Ryu podrá partir en dos a los enemigos pulsando el botón determinado en su momento y encadenar ataques de estos cortando casi todo lo que se ponga a nuestro paso.
También podremos escalar algunas paredes con movimientos alternativos de gatillos o hacer el salto en picado y rematar a un enemigo al caer, pero en general no son grandes aportes que mejoren el resultado.


Aunque el juego tiene una serie de carencias, que explicamos a continuación, hay que reconocer que va de menos a más, a medida que vayamos mejorando nuestro control sobre Ryu.
También se han incluido detallitos, que gustarán a los fans, como apariciones de personajes de juegos anteriores, o incluso algún pasaje fugaz por escenarios conocidos.

Dónde falla este juego?

Sin Itakagi, había la posibilidad de que no todo fuera perfecto y efectivamente, el juego tiene varios puntos oscuros. El primero es sin duda un retroceso en casi todo respecto a los anteriores juegos de la saga. Se han perdido las espectaculares obliteraciones y que tanto juego daban de la segunda parte, o la gran variedad de armas con las que contaba, ya que aquí sólo podremos usar la espada (aunque serán varias distintas a lo largo del juego, pero que no varían en su manejo).

Aunque los escenarios son muy variados, y hay alguno interesante, en general, son menos espectaculares y menos inspirados que los de los juegos anteriores. Quién no recuerda la caverna de Ninja Gaiden 2, o el detallado zepelin y la ciudad de la primera parte. En este caso, además, son terriblemente lineales, que si bien no es algo necesariamente malo, se hecha en falta algo más de espectacularidad e ingenio en el diseño de los mismos.


Otro punto negativo es la mecánica de desarrollo por el que han apostado. Esto es, llegaremos a una zona cerrada, y nos saldrán al encuentro un buen puñado de enemigos por oleadas. Cuando consigamos vencerlos a todos y avanzar, repetiremos de nuevo en una zona cerrada con los mismos enemigos, siendo un esquema demasiado simple y monótono. En algún punto nos enfrentaremos a algún jefe, o habrá una zona plataformera, pero en conjunto le resta interés, y le cuesta conseguir sorprender al jugador.
A próposito de esto, también resultan algo molestos algunos enemigos normales con mucha vida, que son cansinos de matar, y cuando los ves aparecer te pueden producir cierta sensación de agobio. Quizá no han sabido medir bien los tiempos, la vida, y el desarrollo del juego, mucho mejor medida en los primeros dos juegos.

Y hablando de jefes, salvo algunos un poco más espectaculares, hay otros muy sencillos como el espadachín, y que además se irán repitiendo durante toda la aventura. Los más grandes suelen tener unas rutinas muy facilonas y sencillas. Para ponerse a llorar si tenemos en cuenta los del primer juego, por ejemplo.


La cámara no ha mejorado mucho, y en muchos casos, debido a la cantidad de enemigos que nos rodean, no vemos donde están situados, y muchas veces saltaremos para hacer la guillotina, completamente "a ciegas" por la posición de la cámara. No es imposible jugar, pero resulta molesto en varias ocasiones.

Por último, hay que recordar que el juego es más corto que los anteriores, solamente 7 fases, que aunque son largas (de una hora de duración), saben a poco.

Modos on-line

Básicamente hay dos, un modo cooperativo, y otro multijugador versus.
El cooperativo llamado Pruebas ninja, que también podemos jugar en solitario, son misiones de resistencia contra oledadas de enemigos y que podemos jugar con otro jugador vía online. En este sentido podemos agregarnos a la partida de alguien o crear una sala.

Hay más de 30 misiones, repartidas en varios niveles de dificultad, que nos proponen superar varias oleadas seguidas de enemigos, incluyen algunos juefes. Si jugamos en cooperativo, al morir, nuestro compañero tiene unos segundos para reanimarnos, facilitando así la labor.

En este modo se han usado, a parte de los enemigos del juego, escenarios y enemigos de los dos juegos anteriores, aportando bastante variedad a cada nivel.


El otro modo Batalla de Clan, nos propone enfrentarnos por equipos de un máximo de 4 contra 4, en batallas a muerte usando nuestro ninja y todas las habilidades que hayamos desbloqueado. Podremos usar Ninpos, el arco, hacernos invisibles si caminamos lentamente para matar por sorpresa, subir a zonas elevadas y lanzarnos en picado para conseguir una muerte rápida, o lucha convencionalmente con nuestra espada. Los escenarios no son muy grandes y tan sólo hay 4, pero la verdad es que el modo resulta bastante divertido. La única pega es que podemos encontrarnos a jugadores de niveles muy altos, y algunas batallas resultan muy descompensadas.


A medida que juguemos en los modos on-line, nuestro personaje irá subiendo de nivel y mejorará sus aptitudes con nuevas habilidades. También se irán desbloqueando nuevos elementos para personalizar a nuestro ninja, con colores, máscaras o complementos.


Apartado técnico

Gráficamente el juego es bastante sólido. Como ya hemos comentado, los escenarios son variados, pero faltos de vida en la mayoría de casos, demasiado estáticos, perdiendo parte de gracia de su ambientación, y con un efecto de plástico, incluso en el nivel de la selva que chirria la paleta de colores elegida.

Podremos ver en pantalla una buena cantidad de enemigos, más de la decena, y todo se mueve loablemente fluido. Aún así veremos alguna ralentización puntual con algún jefe de gran tamaño, o jugando on-line, aunque ignoro si es debido al lag (apenas notable en general) o al caos de la batalla.

Las animaciones y el poligonado de todos los personajes es bueno, aunque tampoco destacan en especial, salvo los enemigos de gran tamaño.

En el apartado sonoro, nos encontramos con una buena banda sonora, y unos efectos y voces notables, y una ausencia de doblaje al castellano, encontrando las voces en inglés y japonés y tan sólo subtítulos a nuestro idioma.


Conclusión

El Team Ninja se ha conformado creando un producto muy sencillo, que no cumple las expectativas y que tiene serios problemas de planteamiento. Aún así, es un juego entretenido si no somos muy exigentes y para quitarse el estrés a base de katana sigue siendo útil. Quizá mejor esperar a verlo de oferta.

Nota: 7,5

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