Del pasado viernes.

MH3 es uno de esos juegos que no te parecen revolucionarios o narra una historia interesante, tan sólo es muy adictivo. Aquí una opinión -que no análisis- sobre él, sin spoilers:

Empieza muy mal. Lo dejé apartado semanas tan sólo por el tamaño de los textos, muy pequeños y borrosos por la primitiva resolución de la Wii (si estás en una televisión enorme). El principio y los tutoriales para nada muestran el potencial que puede alcanzar el juego; son aburridos. Pero poco a poco el juego va introduciendo más y más elementos que lo hacen grandioso. A destacar en esta versión (Tri) los combates en el agua (alucinantes combates para gozo de nuestras retinas), las mejoradas animaciones y el online.

Haciendo memoria resulta aun más impactante. Queda lejísimos cuando mataba Aptonoth con ropa interior y con una espada genérica, cuando la misión de varios Jaggias imponían respeto, en un escenario verde con detestables cargas de por medio. Ahora lucho contra dragones marinos en las profundidades de la selva mejor recreada de Wii, desafío a demonios en gigantescos desiertos, recorro las entrañas de montañas heladas inhóspitas, enfrentamientos casi DragonBallescos en el corazón de un volcán, me uno a amigos para combatir a enemigos cientos de veces más grande que nosotros y hasta criaturas mitológicas, deidades.

Hay siete tipos diferentes de armas, tan diferentes que cambiar de una a otra es como cambiar de juego. Esto añade decenas, centenares de horas al juego, ya que también tenemos que tener en cuenta qué equipo nos vendrá bien para esa arma, aunque el juego permite una gran libertad de elección o personalización; sólo impone diferencias entre artillero (que disponen de una única arma de disparo, pero es la más compleja de todas) y el espadachín (el resto de armas). Eso y la variedad de monstruos (quizás al principio se eche en falta más "esqueletos" diferentes, pues muchos monstruos comparten el mismo, pero para nada se hace repetitivo es más, los movimientos de éstos son muy naturales) hacen una combinación explosiva, muy adictiva y con ganas de repetir.

Los combates son sin duda lo mejor del juego, son muy dinámicos. La mecánica conseguida apenas muestra turnos, no hay puntos débiles, ni el enemigo da golpes al aire; va a por ti. Por supuesto, hay momento en donde debes atacar y, según la parte del cuerpo que golpees, ocasionará más daño. Pero insisto en su libertad; golpeas como puedas. Es tan buena y hay tantas posibilidades que es como jugar a uno de lucha, pero sin vista lateral, sin interminables combos, con elementos RPGs (afilar arma, pociones, bombas, trampas, etc), con otros tres jugadores y en escenarios inmensos. Es una batalla salvaje entre cazador y monstruo donde todo vale, está muy conseguido, insisto.

Nombrar todas las posibilidades es tarea imposible, son tantas como se te ocurran. Los enemigos muestran fatiga (se mueven más lentos, se caen al suelo al intentar golpearte, babean, etc.) si se esfuerzan mucho, momento en el cual hay que aprovechar para golpearlos con fuerza o, si está lo suficientemente herido, intentar capturarlos vivos que, en la mayoría de casos, dan mejor recompensa. Se pueden dormir, paralizar o envenenar de muchas formas (con armas preparadas para ello o items como peces -se compran o se pescan, con sus distintos cebos- que su ingestión provoca esos estados). Se pueden aturdir si les golpeas muy fuerte en la cabeza con un martillo, se puede cortar su cola si la cortas con una kanata… se pueden romper todas las partes de su cuerpo, los colmillos, los cuernos, las alas, las patas, la espalda, el pecho, la cabeza, etc. Y todo cambia dependiendo del escenario, las armas y los equipos empleados. Siempre deseas volver a patear al mismo, torearlo, hacerle monder el polvo o dejarlo tirado en el sueño agonizando de dolor.

Visualmente es una delicia, de lo más bruto que hay en Wii. Por ejemplo las rocas del desierto son fotorrealistas y casi se siente la arena fina por la que caminamos. Reflejos, niebla, viento, texturas brutales, escenarios llenos de detalles, estructuras imposibles y minuciosidad en todas partes. Es imposible de describir satisfactoriamente, hay que verlo porque es una gozada todo el espectáculo que coloca ante nosotros.

Por el lado negativo no están las cargas entre escenarios. Son muy cortas y la mecánica del juego los tiene muy en cuenta, por lo que no afecta para nada a la jugabilidad. Es inconcebible que se critique este aspecto, si alguien lo ha hecho, habiendo jugado varias horas pues, como digo, al principio molesta porque no haces otra cosa más que andar de un lado a otro sin nada interesante. Después cambia radicalmente y entonces pasan desapercibidas.

Lo realmente negativo está en detalles que muy pocas compañías tienen en cuenta. Por ejemplo en Twilight Princess tienes un cielo inmenso, realmente da la sensación de que está muy alejado de nosotros, recrea las constelaciones, y la nitidez y brillos de las estrellas son muy fieles a la realidad. Hay que pensar mucho en ello para haber logrado tal magna obra. Pero en Monster Hunter Tri no pasa esto, si bien nos regala con un cielo nocturno fetiche para cosmólogos (obviando que no es realista), no es nada dinámico como el mencionado Zelda y se encuentra mucho más cerca del personaje, de hecho en ocasiones el cielo se encuentra a la altura equivalente a cuatro o cinco veces nuestro personaje. No lo notaremos a menos que repasemos vídeos de monstruos voladores y además por la noche (para más señas, ver vídeo de Rathian), pero detalles como éste pasan factura.

Eso sí, aclaro que se codea clarísimamente entre los Super Mario Galaxys y en cuanto a capacidad para impactar por su nivel técnico y no tanto por el diseño imaginativo, inimitable y originalidad, está en la cúspide de la consola. Insisto en que está lleno de detalles, pero algunos elementos no le han puesto atención quizás pensando porque no habría tanta gente aburrida como yo para criticarlos, eso y para poder dejar tomar aire a Wii por las bestialidades que colocan en cosas que ven la mayoría de los jugadores.

El Online está muy trabajado y se nota el empeño que han puesto en ello cuanto ves tantos servidores dedicados como tiene. El lag es casi inexistente, parece que se está jugando en LAN. Quizás en este aspecto hubiera estado mejor que el usuario no pudiera seleccionar los servidores, que se hiciera automático y, además de mejorar el desempeño, evita el límite de usuarios por servidor (que está en 2000) ya que cuando se alcanza a nadie le apetece entrar en otro que apenas hay una docena de jugadores, esperando que a medida que se conectan más jugadores se animará nuestro servidor.

No suele haber muchos usuarios que molesten comparado con otros juegos, de hecho muchos se animan a ayudarte, jamás he visto esto en todos los años que llevo jugando en línea. Sobre todo los españoles son más propenso a colaborar y no lo digo por el idioma. No sé el motivo, pero de media los jugadores ingleses (que no los que hablan en inglés) son torpes y no muy simpáticos. Además los españoles, aun habiendo tres en la sala y uno extranjero, siguen hablando en inglés cuando en el caso de franceses o alemanes, sobre todo los primeros, te marginan rápidamente en cuanto hay dos, ya no digo si son tres.

En cualquier caso, si ya hay diferencias en el juego cuando pasas de una misión a otra superior (de más estrellas) o cuando cambias de arma, hay un abismo cuando pasas del offline al online.

Absolutamente recomendable su compra, no lo penséis. Si tenéis la Wii llena de polvo y estáis aburridos por la falta de atención tanto de Nintendo como del resto de compañías hacia la consola, con este juego parecerá que estáis en la edad de oro de Wii, él sólo hace por cinco. Rejuvenece la consola y en mi caso hasta recupera la atención por los videojuegos en general.

Parece mentira que alguien tan fanático recalcitrante y sodomizado salvajemente por Nintendo haya cambiado tanto.

Sigo opinando que Nintendo ha lanzado los mejores juegos de la historia, marcan la pauta y derrochan originalidad, así que nos podemos quitar de encima a los trollacos que atufan ya porque no voy por ahí.

Y es que a la sequía y abandono tanto de DS como de Wii se suma un hardware de calidad altamente cuestionable, como de barreras de software inexplicables y abandono del servicio técnico. Una combinación nada recomendada para un cliente.

La ruptura de este amor sin frenos se origina en la bisagra de Nintendo DS Lite. Un bache que como pareja supimos superar; coste 0, cambio inmediato de la misma. Pero ahora llega el problema a Wii, a su lector: ciertamente el disco limpiador sacaba mierda de ahí pero, ¿por cuánto tiempo más iba a ser mi varita mágica para sostener una tarea tan cuestionable como esa? Ese lector ya no lo salva nadie, a no ser que pagues 77 euros (si es Wii virgen, que lo es).

Pero no acaba ahí el problema. Desde Nintendo advierten de que saques los datos de tu consola (eso no suena muy bien) pero aun peor; no todas las partidas se pueden copiar, especialmente la de juegos con online. Nintendo lo que hace es quitar tornillos y colocarle un nuevo lector en Wii, tarea que puede hacer cualquiera porque venden esos materiales y se tarda 4 minutos si no lo has hecho antes, no sé qué diferencia encuentro entre la oficial, de Nintendo, y la mía por mi cuenta.

Como recompensa al pago de cientos de euros, voy a obtener la pérdida de 4 años de vicios, que casi da igual en casos como Super Mario Galaxy (un motivo más para rejugarlo), pero no tanto en juegos semi-rpg como Monster Hunter Tri donde no hay ninguna motivación a empezar de nuevo rutinas de cientos de horas, otra vez. Además una indignación que recorre todo el cuerpo, claro.

Ahora mismo estoy solucionando el problema gracias a la scene de Wii (que no puedo consultar abiertamente en el foro Vandal, por lo que hago una mudanza de parte de mi actividad a otros foros donde permitan hablar de lo que permiten las leyes en España). Para mi versión 4.3 la cosa está un poco complicada, pero bueno, regalos de Nintendo.

Para las siguientes consolas de Nintendo (comenzando por la próxima 3DS) algo va a cambiar bastante, personalmente. Mi atracción por el mundo de los videojuegos ha mermado enormemente porque tengo otros intereses y sobretodo por el abandono de Nintendo. Para jugar en dos años y medio a Super Mario Galaxy 2 se me ocurren otras cosas. Y no pienso comprar otras consolas que les ocurre lo mismo y que para colmo no tienen juegos Nintendo xD

Hoy me va a tocar la resignación, pero a Nintendo le pienso pasar mi factura futura, basándome en los miles de euros que me he gastado desde hace tantísimo tiempo. Esto no lo cambia ni Miyamoto anunciando que Skyward Sword era una broma y que mañana presentarán el de verdad.

Ehm... :/

Que nadie piense que jugué realmente todo eso en un día -creo que no hace falta decirlo- ya que la Wii graba el tiempo de la última sesión en el día en que la finalizas (oh, bien Zeoroth, eso no lo sabían). En este caso pasaron de las doce y por tanto lo grabó en "el día siguiente". Puntualizar que sí que hice una parada para pillar algo, pero fue rápida (MUHAHAHAHA). En dicho día sólo hice siete horitas ya que eché una mano a limpiar cierta piscina (estrenada esta mañana un poco ~). Diría que han sido alrededor de cuarenta horas desde la noche del pasado martes hasta ahora con Brawl, nose, después lo miro si eso.

Y ya puestos, se puede comprobar que esta captura y las anteriores -de la misma TV y Wii- distan en cuanto a calidad. Para el que preguntó que cómo se saca tal calidad en las capturas del Brawl, primero le diré que use Google, no porque me cueste decirle cómo lo hice, sino porque tener ese hábito le ayudará mucho. Segundo, el enlace: Snapshot Decrypter, encuentras los archivos .bin pertinentes dentro de la tarjeta SD donde guardas las capturas, las subes, eliges el formato de pantalla y se subió. Oh.

Que no me entere yo que alguien me echa en cara que doy pena en Brawl a pesar de las viciadas que me meto, ¿eh?

Venga, un saludito.

Miyamoto pone la comida (trucha a la parrilla).

Seré escueto.

DS es, sino la que más, una de las videoconsolas más fácilmente pirateable de la historia. Una consola que ha batido todos los récord y que nos ha dado auténticos juegazos para todo tipo de público. Pero como digo la piratería está demasiado extendida (al nivel de GBA o PSX), tanto que ya está afectando seriamente al negocio de las empresas que desarrollan para ella (no sólo existe Nintendo). Las ventas de software de la máquina están bajando considerablemente y su futuro cada vez más negro (cada vez se anuncian menos juegazos). Es una lástima porque dada las peculiaridades de esta plataforma podría vivir perfectamente durante 10 años.

Wii es la siguiente. Una consola actualizable, wi-fi integrado, WiiConnect24, un mando único con puerto de expansiones, los canales, etc. La consola definitiva que podría durar lustros renovándose tanto como quisiera. Pero la piratería está casi desde los primeros días de la consola. Ahora mismo Nintendo vende todo el stock que fabrica, pero la piratería no afecta de un día para otro, necesita tiempo. No hace falta esperar mucho, este fin de año la situación será igual que en NDS sobre todo a raíz de las últimas noticias relacionadas con el tema.

Lo más sangrante de todo es que en el caso de NDS la consola no es actualizable para intentar buscar alguna solución, pero sí lo es Wii, y Nintendo lo único que hace es sacar actualizaciones cada vez más inútiles.

A estas alturas he perdido toda confianza en ellos. Desearía que Nintendo desapareciese. Puto Iwata.

Archi-conocida entrevista, pero es un tema debatido recientemente.

Iwata y la política de precios de Nintendo



Ya que he sido yo quien lo ha mencionado, me parece conveniente que lo explique. En resumidas cuentas, pretendo que se amplíe el espectro de precios de los juegos que se comercializan. Por ejemplo, hasta hace unos cinco años, el planteamiento de Nintendo consistía en precios más o menos fijos de unos 4800 yenes para los juegos de consolas portátiles y unos 6800 yenes para los de consolas de sobremesa. Yo creo que es posible que nos hayamos equivocado en la forma de enfocar las cosas. Para qué engañarnos: si todos los juegos para consolas de sobremesa tienen un precio de salida de 6800 yenes, un juego modesto como "Tetris" nunca saldría al mercado en ese formato. Vamos, yo no me imagino a ninguno de nuestros clientes desembolsándose nada menos que 6800 yenes por un Tetris. ¿Es posible justificar ese precio añadiendo treinta modos de juego nuevos o inflándolo con bonitas secuencias de vídeo? Pues no, y ahí está el problema. Otra dificultad radica en que la diferencia de costes de producción afecte al precio final... o si este dependerá del valor de cada juego en términos de duración y dificultad. Naturalmente, mucha gente piensa que el precio de los programas debe reducirse al cabo de un tiempo. Sin embargo, dejando a un lado las rebajas a largo plazo, si bajas el precio de un juego de repente, los clientes que ya lo hayan comprado se sentirán perjudicados. Esa es la situación que yo quiero evitar. Por eso estoy convencido de que sería mejor que los programas se comercializaran desde el primer día con diferentes precios, adecuados a la naturaleza del software. No obstante, nunca será factible vender por debajo del precio habitual utilizando los canales de distribución existentes, es decir, mientras el modelo de negocio perpetúe los gastos derivados de hacer versiones preliminares y discos. Las tiendas no obtendrán beneficios si el producto es muy barato, de modo que no lo incluirán en sus catálogos. Como mínimo, el fabricante no puede establecer un precio menor al coste del formato. Los juegos realmente divertidos que no requieren mucho tiempo de desarrollo escasean. Tal y como están las cosas hoy en día, es imposible vender un juego de estos a 1000 yenes. Para mí, es una pena que estas iniciativas estén condenadas a desaparecer; siempre estoy dándole vueltas a la cabeza para idear alguna forma que permita rescatarlas del olvido. Aunque estamos intentando poner en práctica este planteamiento de la diversidad de precios con el catálogo actual de Nintendo DS, se trata de un tema recurrente para mí desde hace bastante tiempo, ¿no es cierto?

Omoshiroi. Más aquí.