Resultados para etiqueta "Ys" La sexta aventura del veterano Adol Christin le lleva hasta la prospera tierra de Altago, donde junto a su inseparable compañero Dogi y un buen puñado de nuevos y viejos conocidos vivirá una peligrosa aventura... A lo cual ya debería estar acostumbrado, desde luego el pobre Adol no podría irse de vacaciones aunque quisiera, pues no faltarían poderes ancestrales dispuestos a destruir el mundo en cualquier tierra que pisara. Este Ys introdujo un nuevo estilo jugable (el tercero si no contamos Ys III en su versión original, al cual de todas forma son he jugado todavía pero creo que era algo parecido a Adventure of Link) que ya disfruté en Memories of Celceta. Lo hace apoyado por unos gráficos correctos para lo que venía siendo la PSP (no le pido más a un juego de estas características) y una de las mejores bandas sonoras de la saga. Secreto: (Pincha para leerlo) En serio, la banda sonora de Ys Seven me ha sabido a gloria. Sobre todo tras la pequeña decepción de Memories of Celceta en ese aspecto. La pongo a la altura de Ys II, solo por debajo de el insuperable Oath in Felghana. Algunos temas de esos que quedan como de lo mejor en la saga: Desde luego, una banda sonora casi intachable. Jugablemente es basicamente lo mismo que ya experimente en Memories of Celceta, quizás menos refinado. Tres personajes, cambios rápidos entre ellos, mucha velocidad y acción. Muchas de las cosas que añadió Celceta para hacer más variado el combate (vencer a los enemigos usando habilidades, la misma forma dinámica de apreneder habilidades, etc) no están presentes, pero a cambio he de decir que el combate en Ys Seven es menos permisivo. Por ejemplo, también tenemos tipos de arma y enemigos susceptibles a uno u otra. Sin embargo, mientras en Celceta seguíamos haciendo daño, aunque menos, usando un arma incorrecta, en Ys Seven a no ser que saquemos una animalada de niveles al enemigo los daños serán nulos. Siendo más necesario el alternar entre personajes (sobre todo porque la IA aliada sigue sin ser especialmente brillante). También el bloquear ataques es algo más exigente al existir sólo lo que en Celceta se llamó Flash Guard (no podemos protegernos con un botón constantemente como en Celceta, solo sirve pulsándolo en el momento justo). Los enemigos de campo no son tan peligrosos como en Celceta (que quizás tenga los enemigos comunes más agresivos de la saga), y en si el juego tiene un enfoque más arcade y con menor énfasis en la exploración. En ese sentido jugar a Ys Seven me ha recordado increíblemente a jugar a los primeros Ys, solo que con un sistema más refinado. Mientras Celceta era una experiencia ligeramente distinta (que no mala, ojo, y creo que la saga debería seguir ese camino). Lo que en Ys Seven es glorioso a parte de la música son los jefes. Una locura de defenderse, esquivar, atacar, correr por todos lados... Son muy numerosos y variados en rutinas. Además de imponentes. De los mejores jefes de la saga. Luego esta el tema de recolección de objetos: Mucho más simple y menos rolero de lo que esperaba tras el último Ys que jugué. Lo cual agradezco, pues le va como anulo al dedo al estilo más arcade de este juego. Acabó mencionando las mazmorras: Grandes, laberínticas, todas con su propio tema musical. Algunas con mecanismos más o menos originales pero que nunca suponen bajones de ritmo. A esto ayuda también una duración más o menos corta (bueno, en realidad acorde al género, unas 15 horas si dejas pasar misiones secundarias, más o menos) comparada con la del Ys que vendría a continuación. En resumidas cuentas me lo he pasado fenomenal con Ys Seven. Me ha divertido de principio a fin y aunque este algo menos pulido en muchas cosas que Memories of Celceta y el mapeado ni intenta destacar (aquí no es el núcleo de juego, a fin de cuentas), en general, me ha gustado más. Acabo con la historia: Desde Origin veo una manía de intentar contar algo en los Ys. Una historia con más matices. Esto es algo que no estaba en anteriores entregas de la saga. Es un pequeño problema cuando la historia interrumpe la jugabilidad, aunque por suerte no es algo que suela suceder a menudo ni en Origin ni en Celceta, y mucho menos en Seven. Pero si es un pequeño problema cuando la historia no es realmente interesante, ni siquiera especialmente buena. Y esto si pasaba en Origin en mi opinión. Celceta tampoco era gran cosa en ese aspecto, pero como dije en su momento al menos generaba cierta empatía hacia sus personajes. Ahora bien, para mi sorpresa Ys Seven tiene un argumento mucho mejor realizado. No marcará a nadie y tiene sus absurdos, pero sabe mantener mejor la intriga y tiene algún giro bastante eficaz que incluso no se ve venir. Resumiendo: Me ha encantado. Acción directa, diversión, magnífica banda sonora... Todo lo que le pido a un Ys esta en Seven, y esta a un nivel altísimo de calidad. No puedo quejarme, vamos, el juego es toda una joya para los amantes de los ARPGs. Nota: 9 Bueno, ya ha pasado un tiempo desde que me pasé el juego pero hasta ahora no había tenido tiempo a ponerme a escribir como él como es debido. Hora de ponerse a ello:
Secreto: (Pincha para leerlo) Gráficamente el juego cumple. No destaca especialmente en nada y quizás se pasarán un poquito con el bloom, pero se ve bonito, va fluido (30 fps, si no me equivocó, pero prácticamente sin bajadas notorias o especialmente molestas), y, en conjunto, se ve bien. Artísticamente diría que han intentado darle un toque más moderno que en anteriores entregas, acercándose más a un Tales of que a lo que era un Ys (si bien ambos hacen uso de un estilo anime, el de Ys acostumbraba tener un aire ochentero muy característico). Personalmente no es que el cambio me moleste en exceso, aunque si tengo predilección por el Adol con armadura de toda la vida. A nivel musical me parecía tremendamente injusto decir que no da la talla, porque la banda sonora sigue teniendo un nivel muy alto y un puñado de temas memorables. Ahora bien, la poca variedad y la presencia de un buen puñado de temas que están muy lejos de la grandeza musical de la serie no deja de ser una tremenda decepción. Mismo tema descafeinado usado en tres pueblos diferentes, pocos temas para un mapa tremendamente grande, y jefe final que ni siquiera a nivel sonoro logra destacar. The Final Decisive Battle es increíblemente decepcionante comparada con piezas de la talla de Ernst, The Strongest Foe o Termination. Aún así, como ya dije, el juego tiene su buen puñado de melodías bastante destacables: Entre otros. A nivel argumental... Pues sigue la tendencia que ya vi en Origin (y seguramente comparta Seven, aunque ni idea) de darle peso innecesario al argumento e intentar dotar a los personajes de algo de profundidad. Los giros de Memories of Celceta no sorprenden en exceso pero hacen bien su trabajo al conseguir generar cierta empatía con los personajes y acontecimientos. Además de contar con un cierre adecuado y bonito. También agradezco que la historia no se entrometa demasiado en el ritmo jugable excepto en ocasiones muy puntuales. Sobre los recuerdos de Adol, no creo que haya que darles mayor importancia. Solo aportan una personalidad básica (con típico trasfondo) que ya era fácil intuir. Esto no es un Other M, Adol sigue siendo el avatar con personalidad simple que era en Ys I y sucesivos, porque tener tuvo siempre personalidad, es imposible que un personaje de un videojuego carezca completamente de ella dado que los actos también definen a una persona. Los personajes mudos como Adol o Link acostumbran tener un personalidad extremadamente básica (aventureros, curiosos y bondadosos) para ayudar a la identificación con el jugador. Jugabilidad: Aquí es donde el juego indudablemente destaca. El Ys más largo y con el mapeado más extenso (casi parece un mini-Xenoblade) se apoya en un sistema de combate rápido y terriblemente adictivo. Tres acciones: Atacar, esquivar y defender. Junto a hasta cuatro técnicas asignadas a cada personaje de tres que pueden estar a la vez en combate. Destaca lo veloz que es el cambio de control entre personajes combatientes, sin interrumpir la acción y manteniendo el trepidante ritmo del que hace gala el juego. El aprender técnicas usando otras similares en pleno combate, estilo Tales of Symphonia, hace que el hacer más fuertes a tus personajes sea algo intuitivo que no requiere que hagas más que luchar. Y luchar en un Ys es sinónimo de diversión. Aunque, todo sea dicho, la IA podría ser mucho mejor (o por lo menos configurable). El tema de las debilidades de enemigos esta bien, aunque siendo sinceros no es determinante (tampoco creo que debería serlo, aunque quizás podría costar un poquito más vencer a un enemigo que tiene resistencia a cierto personaje con ese personaje, que actualmente es sencillo superar el juego ignorando debilidades). Lo que no convence tanto de la jugabilidad es la parte de recolección de objetos y mejora de equipo. Si bien esta bien pensada y es fácil hacerte con multitud de objetos, me parece personalmente bastante innecesaria y “corta el rollo” un poco. Los Ys anteriores que he jugado siempre han tenido un espíritu muy arcade y sin embargo parece que en este han intentado añadir una mayor presencia rolera que para nada me disgusta pero me sobra un poco en la saga. De todas formas el sistema, como dije, no esta para nada mal implementado, pero abarca mucho (muchas características en equipamiento, montones de materiales) en un juego muy “directo”. La dificultad, otro punto menor que en otros Ys. Es seguramente el más sencillo de la serie. Otro punto a debate para mi serían los puzzles. En este Ys hay bastante puzzle y de todo tipo: Desde puzzles-puerta heredados directamente de las mazmorras de Skyward Sword hasta puzzles ciertamente originales que alteran la estructura de la mazmorra (estos concentrados sobre todo al final). Para algunos puzzles es necesaria una habilidad pasiva de los distintos personajes (ej: activar un mecanismo con el martillo de Calica). Ahora bien, ¿son realmente necesarios los puzzles en Ys? Causan bajones de ritmo y aunque son satisfactorios y no están para nada mal diseñados, me parecen (otra vez) innecesarios. Los mismo con los tramos en aldeas que intentan aportar variedad como partes de infiltración (que, por cierto, deja la IA de los bokoblins de Skyward Sword a nivel decente y todo). En realidad este debe de ser el Ys más variado de todos, pero en futuras entregas espero que pulan algo los puzzles y las secciones menos arcade (por ejemplo: puzzles como algunos de la última mazmorra si que no llegan a molestar porque se alternan constantemente con combates, son rápidos, y tienen un toque de ingenio. Sin embargo puzzles táctiles no me acaban de convencer). No estoy en contra de la variedad ni mucho menos, pero creo que Ys debe de ser una saga rápida, adictiva y con ritmo constante, y sé que pueden implementar perfectamente la variedad de Celceta sin necesidad de cambiar esto. A nivel de mapeado el juego es fantástico. Quizás podría tener más atajos para moverte por el mundo (aunque para eso están los monolitos que te permiten teletransportarte) , pero es un mundo grande (¿el más grande que he visto en portátil?), detallado, con bestializo variado y mucho que explorar. Y explorar el Gran Bosque de Celceta es un lujo. En conclusión: No es el mejor Ys. El cambio artístico puede ser discutible sin llegar a empañar para nada el juego. Musicalmente decepciona pero solo por no encontrarse su BSO en el cielo de las bandas sonoras donde habitan muchos de sus compañeros de saga. La música en si dista muchísimo de ser mala. Jugablemente es una bomba. Adictivo, bien diseñado, diversión pura de principio a fin. Y al final eso es lo que quede. Las horas de vicio sin parar que proporciona el juego. Creedme, una vez os metáis en salsa, esas horas os pasarán volando sin que os deis cuenta. En definitiva, un muy recomendable ARPG que nadie con una Vita debería dejar pasar. Y como cierre a la opinión dejadme añadir una cosa: Solo existe la versión coleccionistas. Comprar el juego solo es un pecado terrible del que siempre os arrepentiréis. Eso es todo. Nota: 8 |
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