Han tenido que pasar dos décadas para que Yoshi’s Island, uno de los mejores plataformas 2D de la historia, recibiera al fin una secuela digna de su nombre. Yoshi’s Woolly World es uno de los mejores juegos de WiiU y uno de los mejores plataformas de los últimos años (de hecho, de no ser por Donkey Kong no me temblaría el pulso en calificarlo como el mejor de prácticamente el último lustro).
El juego cuenta con un apartado artístico excepcional. Todo el mundo a su alrededor y el propio Yoshi están hechos íntegramente de lana. Los escenarios son increíblemente vistosos y los enemigos y sus efectos (como se deshacen cuando Yoshi los engulle, etc) tienen un mimo detrás increíble. Pero lo más destacable es como este mundo de lana afecta al diseño de niveles y a la jugabilidad creando situaciones increíblemente originales. Yoshi sustituye los huevos en esta aventura por ovillos de lana que puede lanzar para derrotar/aturdir enemigos pero también para tejer nuevas plataformas o elementos del escenario en general. Además existen ovillos pequeños y grandes, siendo la principal diferencia que los grandes no se deshacen inmediatamente tras colisionar contra un enemigo o teje runa plataforma sino que continúan su camino hasta colisionar un par de veces más. Y bueno, los ovillos no son lo único que Yoshi va a tener a su disposición para lanzar pero prefiero no hablar de mecánicas de niveles específicos para no spoilear nada.
El diseño de niveles del juego es sobresaliente en todo momento, con ideas increíblemente originales que aprovechan el entorno de lana de mil maneras. En serio, no voy a poner ningún ejemplo concreto porque merece la pena ir jugando a los distintos niveles a ciegas. La reimaginación que hace de ciertos enemigos y situaciones del Yoshi’s Island original como la casa de fantasma es digna de una reverencia. Y ya que sale el tema, cierto es que el juego reutiliza muchos enemigos y situaciones del juego de 1995 pero no se trata en ningún momento de un refrito. Woolly World reimagina el entorno y los personajes de Yoshi’s Island en un mundo de lana pero no cae en el error de repetir situaciones específicas tal cual sino que les da una vuelta de tuerca refrescante aprovechando los materiales textiles que componen el escenario esta vez. Creedme, nunca empujasteis una roca gigante de la misma manera que en este juego (si, algo tan trivial como empujar una roca aquí se convierte en una experiencia única, ya lo veréis). Por no hablar de los increíbles usos originales que da el juego a la lana.
Sobre los niveles en si, no todos son lineales. Como en el juego original hay niveles de desarrollo más abierto donde el jugador debe encontrar llaves para avanzar. Algunos de estos cuentan con puzzles muy originales. La estructura no llega a ser nunca especialmente compleja, tampoco era la intención, pero sí lo suficiente como para el jugador pueda disfrutar investigando sin sentir que el juego le lleva de la mano. Hablando de investigar, el juego cuenta con un montón de coleccionables escondidos a bastante malicia pero de forma muy inteligente en cada nivel. A saber: Cinco flores que, una vez reunidas todas de cada mundo desbloquean un nivel adicional en dicho mundo (más difíciles y con algunas de las más brillantes ideas en cuanto a diseño), cinco ovillos de lana que desbloquean un nuevo Yoshi (así pues hay tantos Yoshi’s seleccionables como niveles; más de hecho) y veinte sellos camuflados como gemas (las monedas del juego). Además, para completar un nivel al 100% es necesario finalizarlo con los veinte corazones de vida intactos. Como os podéis imaginar, superar el juego al 100% es un agradable reto para los veteranos. La dificultad del juego en sí no es excesivamente alta, aunque si va en aumento. Es más o menos lo que consideraría una dificultad estándar en un plataformas clásico, no es ni de broma un plataformas casualizado como he visto se tiene dicho. Aún así, por si alguien encontrará muy difícil el juego, existen ayudas totalmente opcionales en forma de insignias que el jugador puede comprar con las gemas reunidas y que proporcionan potenciadores durante un nivel. También existe un modo relajado donde Yoshi puede volar indefinidamente. De esta manera el juego ofrece horas de diversión a veteranos (que no usarán estas ayudas y jugaran al juego en su modalidad clásica) como nuevos jugadores que a lo mejor si necesitan que se les eche una mano de vez en cuando.
En algunos niveles hay secciones donde Yoshi puede alterar su forma (a una moto, a un gigante, etc) cambiando radicalmente la jugabilidad. Son secciones cronometradas que generalmente esconden algún coleccionables y tristemente no son demasiado numerosas, y es que alguna casi daría para su propio juego. Encontrar una es siempre motivo de alegría para el jugador.
Finalmente debería hablar de los jefes finales. Sin lugar a dudas la parte más decepcionante del juego. Cada mundo tiene una fortaleza y un castillo, como el original. Si bien los castillos tienen jefes únicos siempre en las fortalezas hay sólo dos que se van alternando a lo largo de todo el juego. Ahora, para ser justos lo que se recicla es el aspecto del jefe, pues la mecánica varía en cada combate, pero no deja de resultar algo decepcionante. Eso y que por regla general todos los combata son muy sencillos y aunque hay muy buenas ideas no resultan tan originales como cabría esperar. Súmale que el propio jefe final podría haber dado muchísimo más que si y tienes el apartado más flojo del juego.
La BSO es muy agradable y cuenta con una buena variedad de estilos musicales. Sin embargo también es cierto que no hay tantos temas como me habría gustado. Quizás estoy mal acostumbrado tras Tropical Freeze, pero esperaba que un mismo tema no se repitiera tanto a través de distintos niveles como pasa en este Woolly World. Puede que no se trate del apartado más memorable del juego pero sería de locos calificarlo como malo existiendo temas como los expuestos en esta entrada que acompañan a los niveles en los que suenan a la perfección.
Yoshi’s Woolly World es un juego sobresaliente que no llega a la grandeza de los plataformas de Retro pero es el que más se ha acercado en años. Y seguramente el mejor plataformas 2D en salir de Nintendo (obviando a Retro) desde hace muchísimo tiempo. Con un diseño de niveles que aprovecha al máximo las particularidades del apartado artístico, Yoshi llega a WiiU coronándose como uno de sus mejores juegos. TOP 5 de la consola fácilmente.
Sobresaliente.
Nota: El juego cuenta con una modalidad multijugador la cual no he tenido la oportunidad de probar, así pues la he obviado en mi análisis.
Los últimos días, con el rumor cada vez más fuerte de un nuevo Yoshi´s Island para WiiU, me ha dado por rememorar viejos (no tan viejos si contamos un par de rejugadas) tiempos con mi plataformas 2D favorito de todos los que he tenido el placer de jugar. Uno de los principales motivos que me atraen a esta joyita una y otra vez no es otro sino el de revivir mi momento épico predilecto en la historia de la saga del fontanero italiano...
(Pone Final Boss en el vídeo y es bastante obvio de que voy a hablar, pero por si acaso yo aviso: SPOILERS) Ese escenario nocturno con el alba asomando en el horizonte... La batalla final sobre el castillo destrozado y sobre todo el Bowser gigantesco que lento y amenazante se alza con un estremecedor rugido. Ah, y el temazo de aquí encima sonando de fondo, por supuesto. Quizás la melodía mas cañera y rockera de la saga. El monstruo acercándose cada vez más a la pantalla... Puff, solo de recordarlo me entra un escalofrio, lo dicho, pedazo batalla.
La verdad es que de cumplirse el rumor espero que Nintendo sepa crear un juego a la altura y sobre todo vuelvan a sorprenderme como lo hizo esta batalla en su día, algo que, tras la saturación de Bowser gigante que hemos vivido en las últimas entregas, será difícil.