Cuando empece Persona 4 Golden no esperaba que me gustará tantísimo. Me encontré con un fresquisimo juego de rol japonés muy mimado y con muchísima personalidad. Precisamente algo que se echa muchísimo en falta en el género estos últimos años. Con Persona 3 Portable he descubierto en cierta forma el origen de dicha joya, el juego con el que Atlus dio un giro de tuerca a su saga y se decidio por la frescura en pos del rol más clásico que tengo entendido caracteriza a los anteriores Persona, al menos a nivel jugable. El resultado es de nuevo un rol imperfecto, menos pulido de lo que sería su sucesor y bastante simplón en según que cosas... Pero aún así un producto que deja un sabor de boca inigualable, adictivo como el solo a la par de largo, una experiencia única que todo amante del género debería probar. Mentar antes de seguir que esta versión portátil es el mismo Persona 3 de PS2 con ciertos añadidos jugables de Persona 4 a fin de depurar los combates del original. Secreto: (Pincha para leerlo) Gráficamente no destaca en exceso pero cumple sobradamente con su cometido. La exploración diurna estilo Visual Novel no me ha resultado un impedimento a la hora de disfrutar de los Social Links y la historia en general. Su ambientación moderna (más urbana que en su secuela) es solo el primer indicativo de que estamos ante un rol algo diferente a lo habitual. Artísticamente es un anime de instituto vistoso, con diseños típicos pero eficaces, y una ciudad en la que resulta ameno vivir. A nivel musical acompaña a la perfección la ambientación, con alegres rondas vocales de estilos modernos y música más tétrica y misteriosa para las oscuras secciones nocturnas. Se le podría achacar que se repiten los temas quizás demasiado a lo largo del juego y pocos son realmente memorables, pero eso significa que la banda sonora no tenga una enorme calidad además de una personalidad tan arrolladora como el propio juego. Un apartado sobresaliente. Destacar entre los temas memorable el compartido con Persona 4, Poem of Everyone’s Soul. Tema de la Velvet Room. Una maravilla. A nivel argumental Persona 3 resulta una de cal y otra de arena. Si bien el contexto es ciertamente único y la historia tiene un tono muy personal tratando temas hasta cierto punto polémicos de forma poética, con mucha filosofía adolescente pero transmitiendo un mensaje muy valioso. Y lo más destacable, consiguiendo tal logro con una gran elegancia. Entre momentos tópicos y vacuos argumentales me encontré con escenas increíblemente elegantes y memorables. Es una pena que el juego no recibiera el mismo trato narrativo en su conjunto y ciertos momentos destacan de forma tan marcado sobre otros. El ritmo es altamente cuestionable, muchísimas horas están completamente vacías de narración y las respuestas a las incógnitas que plagan el guión se sueltan de golpe y a veces de forma torpe. Con todo no quiero que nadie piense que la historia de Persona 3 es mala. Es cierto que le cuesta muchísimo arrancar y más aún desarrollar a los personajes principales como es debido, pero una vez lo logra resulta interesante y los personajes todos fácilmente reconocibles por sus únicas y bien construidas personalidades. Su recta final merece mención por saber crear una expectación increíble ante el último combate y construir el climax con grandísimo acierto. Esas horas muertas en las partes diurnas, en las que el jugador simplemente deja pasar el tiempo, podrían haberse usado para introducir gradualmente ciertas revelaciones muy aceleradas o desarrollar antes y mejor a los personajes principales, y por si fuera poco incomprensiblemente el juego carece de una figura reseñable como villano de la función. Cierto es que un villano no es estrictamente necesario siempre, pero Persona 3 se esfuerza por crearlo y falla estrepitosamente en caracterizarlo. Aún con estos fallos, más alguna situación y personalidad quizás demasiado estereotipada (lo cual en cierto modo se entiende en el estilo anime de instituto), sigue siendo un guión reseñable y que desde luego no evitará para nada el disfrute del juego. Jugablemente nos encontramos ante dos experiencias bien diferenciadas. De día se juega como una suerte de Visual Novel donde lo más importante son las relaciones sociales de nuestro avatar con los distintos habitantes de la ciudad. Ir a clase, quedar con amigos, ir al cine, salir con chicas... Ese tipo de cosas ocuparán nuestros días en Persona 3. Y a la noche a cazar monstruos, por supuesto. Exactamente a las doce de la noche el mundo entre en la Dark Hour, una hora que solo aquellos elegidos pueden experimentar y en la que todo aparato electrónico deja de funcionar. Por si fuera poco unas temibles criaturas llamadas sombras acechan en todos los rincones. Como parte de SEES un equipo de adolescentes especializado en el uso de Persona (demonios que representan una parte de su psique) es nuestro deber explorar Tartarus, la gigantesca torre en la cual el instituto se convierte durante la hora oscura y que supone el mayor nido de sombras de la ciudad. Persona 3 es en esencia rol de mazmorras. Ascendemos por pisos generados aleatoriamente luchando contra infinidad de enemigos y subiendo de nivel. Todo personaje de nuestro equipo tiene un Persona asignado y solo el protagonista puede conseguir más Personas y rotar entre ellos en mitad de la batalla. Los Persona se consiguen en un minijuego de cartas que se sucede al acabar un combate bajo ciertas condiciones. En dicho minijuego también podemos ganar otras bonificaciones como más experiencia o dinero. Otra particularidad a destacar es que en los combates se premia golpear la debilidad enemiga con un turno extra para el jugador, además de tumbar al enemigo. Dos golpes incapacitan durante un turno al enemigo. Lo mismo es aplicable al contrario, los enemigos también se benefician de esto. Tumbar a todos los enemigos en combate da la opción de realizar un ataque grupal devastador. Tumbar a un único enemigo puede desencadenar también ataques cooperativos con tus compañeros de batalla de forma aleatoria. Todo se funde para formar un conjunto sencillo de entender pero estratégico y muy divertido de jugar. No voy a hablar en profundidad de la jugabilidad, porque para empezar ya hablé de muchos aspectos de la mismo en mi entrada sobre Persona 4, pero si acabaré hablando sobre los Persona con dos conceptos más: Social Links y la Velvet Room. Los Social Links se corresponden con las diferentes arcanas de los personas y se desarrollan pasando tiempo con la persona asociada a dicha arcana. Un Social Link al máximo nivel permite crear el Persona definitivo de esa arcana y en general cuanto mayor el Social Link más bonus de experiencia gana un Persona al ser creado. Ah, crear Persona, esto nos lleva directamente a la Velvet Room. En dicha instancia podremos aceptar misiones secundarias generalmente relacionadas con encontrar cierto objeto, registrar a nuestros Personas el el Compendio (del cual pagando podemos recuperarlos más adelante si los perdemos por cualquier motivo) o crear nuevos Persona a base de fusionar los que ya tenemos. Fusionando varios Persona creamos otros más poderosos para ayudarnos en nuestro odisea por Tartarus, recibiendo de ellos Skill Cards (habilidades que podemos enseñarles a cualquier Persona) al subirlos de nivel y a veces incluso algún objeto raro. Como adelante antes, al ser creado el Persona gana un bonus de experiencia proporcional al Social Link de su arcana. No se pueden crear en principio Personas de mayor nivel al del protagonista, pero gracias a los bonus de experiencia estos puede superar igualmente el nivel de nuestro personaje al ser creados. Mencionar que Persona 3 Portable incluye la posibilidad de elegir el género de nuestro protagonista (funcionalidad no posible en su lanzamiento original) y para mi sorpresa he observado que la protagonista femenina tiene mayormente una nueva banda sonora en su aventura. Con nuevos temas de combate y para las zonas diurnas, solo la música en las escenas de la historia y en Tartarus permanecía igual por lo poco que he probado. Sobre pequeñas imperfecciones en la jugabilidad... Tartarus puede hacerse muy cansino. Si bien cambia de ambientación cada rato y según ascendemos se añaden instrumentos y arreglos al en principio soso tema de la mazmorra... No deja de ser una única mazmorra para todo el juego. Y es un juego de no menos de 60 horas (y yendo bastante rápido esto). Por lo demás, el juego es muy asequible, regalando dinero a lo bestia y con posibilidad de curar a tu equipo (por una suma) en prácticamente cada piso de Tartarus. Tampoco esta Tartarus especialmente lleno de trampas, aunque si se dan pisos con condiciones especiales, es algo muy poco usual y no añade demasiada variedad. En resumidas cuentas, no es ni de cerca el JRPG perfecto, pero su curiosa mezcla de estilo jugables (diurno y nocturno) crea una maravillosa experiencia con mucha personalidad, increíblemente adictiva y con más ritmo de lo normal en un juego de estas características. Cuando te aburres del mazmorreo (que se sostiene más que nada por el divertidisimo sistema de combate) vives tu vida como estudiante en un instituto japonés y cuando te aburre el rollo Visual Novel puedes volver al mazmorreo. Frescura es la pallaba a definir Persona, frescura y mimo, pues se ve un juego muy mimado, pensado para nuevos jugadores y para expertos en el género por igual. Satisfactorio para ambos tipos de jugador. No es un juego para aquellos a los que les aburra la parte Visual Novel, sin embargo, pues las mazmorras por si solas no destacan tanto. Pero si estáis mínimamente interesados en la mezcla podéis con Persona 3 y 4 descubrir dos joyas del género, tal y como yo he hecho. Para acabar, un breve comentario respecto a ambos Persona. Es increíble pero a su manera aún manteniendo muchas similitudes ambos me han parecido juegos frescos y con mucha personalidad. Temía que tras P4, su precuela fuera lo mismo pero menos vistoso, y aunque en cierta forma puede verse así ambos juegos tienen ambientaciones únicas, bandas sonoras muy suyas, y demás pequeños detalles que hacen que se sientan como increíbles experiencias ambos sin que uno parezca mero refrito de otro. ¿Personalmente? Persona 4 depura la jugabilidad, mejora el ritmo narrativo y aún con sus propias carencias suple todas aquellas que tenía Persona 3. Pero ambos juegos son joyas que merecen ser probadas por los fans del género. Nota: 9 |
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