Siempre putas.

Por mucho que digan que la sociedad ha cambiado y se ha modernizado con el paso de los años, esto no es cierto en gran medida. Sigue habiendo mucha gente arraigada a la mentalidad del pasado y dudo que la cosa vaya a cambiar a corto plazo. Son pensamientos que se llevan arrastrando durante siglos en la gran totalidad de las sociedades y que aún , a día de hoy, siguen presentes en diversas sociedades e incluso en la nuestra actual.

La desigualdad entre hombres y mujeres sigue ahí. Desde el ámbito laboral, donde por mucho que se haya luchado para instaurar una igualdad entre ambos géneros, la mujer siempre tiene las de perder. Ella, aunque esté perfectamente preparada y cualificada para su cargo, no contará con la misma situación a la que pueda encontrarse un hombre, incluso peor cualificado que ella. Él tendrá, la mayor parte de las veces, esa ventaja inherente de ser hombre. No pretendo generalizar a todos los ámbitos, pero sí que ocurre en la mayor parte de ellos.

Si una mujer, siendo libre, sin pareja ni compromiso, disfruta de su sexualidad sin ataduras ni complejos ni prejuicios ya directamente es una puta. Será juzgada así, no sólo por los de su sexo contrario, sino también por otras mujeres, que quizá no compartan ese planteamiento ya sea por sus taras o prejuicios que se han ido inculcado durante siglos por la sociedad o porque debido a sus circunstancias se vean incapaces y cobardes de disfrutar de la misma manera. En cambio, un hombre, incluso siendo infiel y jugando con los sentimientos de las demás, si se acuesta con varias, siempre será tratado como un machote delante de sus semejantes y como una máquina sexual frente a ellas.

Ellas, siempre tendrán las de perder. No me refiero al ámbito sexual en concreto, sino en general.
¿Ya va siendo hora de cambiar eso, no?