Publicado: 10:43 22/02/2011 · Etiquetas: · Categorías: HISTORIAS, RELATOS Y DEMÁS SUCESOS TERRORÍFICOS
LA CASA DEL TERROR: LA CASA MATUSITA Muchas son las leyendas urbanas que relatan sucesos macabros ocurridos en casas abandonas o deshabitadas. Viviendas que se visten de misterio por los testimonios de personas quienes aseguran haber visto sombras tras las ventanas, oído gritos terroríficos o en el peor de los casos, ver a los mismos espectros deambulando por algunos pasillos o habitaciones de la vivienda. En Perú, una de las casas más misteriosas se encuentra en Lima. La llamada Casa Matusita, es sin lugar a dudas, una de las principales casas de terror que durante décadas ha provocado en la población limeña más de un testimonio sobre historias inquietantes. ¿Qué ocurrió en la Casa Matusita? ¿Es verdad que está maldita o es una simple falacia trasmitida de generación en generación? ¿Qué esconde esta extraña casa? La casa Matusita La Casa Matusita es una vivienda de dos pisos de altura. Lo curioso del relato es que, al parecer, sólo en el segundo piso es en donde ocurren estos supuestos hechos paranormales. Con el tiempo, el primer piso ha sido ocupado por diversos negocios o por alguna entidad bancaria. No obstante, nadie parece atreverse a ocupar el segundo piso, y los que lo han hecho, según los creyentes del mito, no han salido con vida o han sufrido una serie de trastornos y tormentos. La leyenda oficial de los creyentes, por llamarla de algún modo, señala que en esta casa vivía un señor perverso quien maltrataba y abusaba de sus dos únicos sirvientes. Un día, cuando el dueño de la casa ofrecía un almuerzo a algunos invitados, los sirvientes decidieron consumar su venganza. Cuenta la leyenda que los empleados colocaron una substancia de carácter alucinógeno en los alimentos para ocasionarle trastornos mentales. Después de que los platos fuesen servidos, los sirvientes, que esperaban en la cocina para contemplar los resultados de su macabro plan, escucharon de pronto ruidos y gritos provenientes de la sala. Creyendo que todo había resultado favorablemente, los empleados acudieron rápidamente a la habitación. La imagen que vieron fue aterradora: cuerpos despedazados por doquier, sangre en las paredes, en la mesa, en el suelo, cadávres completamente mutilados y desgarrados... Todos los invitados, incluyendo el señor de la casa, habían hallado en esa cena una muerte trágica, violenta, sangrienta y terrorífica. En este sentido, la leyenda varía, pues otros aseguran que fueron los propios sirvientes, la mucama y el mayordomo, quienes dieron muerte a su patrón, asesinándolo y descuartizándolo con sus propias manos. Según indica esta versión, tras el asesinato, los empleados optaron por prender fuego a la casa Curiosamente, la casa nunca se quemó y los sirvientes fueron sentenciados a pasar sus vidas en un manicomio. Las otras víctimas Una de las primeras víctimas de la casa fue un párroco quien haciendo caso de aquellos testimonios decidió ingresar en la casa para bendecirla y realizar un exorcismo. Según cuenta la leyenda, el párroco murió debido a la desesperación que sufrió al intentar salir de aquella vivienda. Se dice que escuchó gritos y reclamos de los espíritus que allí se encontraban. Algunos afirman incluso que el párroco recibió esputos de estos supuestos seres que habitan el lugar. La segunda víctima es quizás la más conocida debido a que era un personaje público que trabajaba en la televisión nacional. Su nombre era Humberto Vilchez Vera, un presentador de televisión que en la década de los ochenta decidió apostar en la cadena nacional a que podía permanecer siete días en dicha casa sin sufrir ningún trastorno o muerte. La leyenda, conocida por todos, recuerda que dicha persona ingresó en la casa sólo con una cámara de vídeo en la mano y que sólo dos horas después, (algunos dicen que fue el cuarto día) el presentador de televisión salió de la casa profiriendo insultos y gritos e incluso lanzando espuma por la boca. Tras lo sucedido, Humbert tuvo serias complicaciones psicológicas por lo que fue recluido en un manicomio durante un período de trece meses, tras lo cual nunca más se supo de él. ¿Maldición real o simple mito popular? Las investigaciones sobre la Casa Matusita, han dado como resultado historias que van más allá de la República. Se cuenta que la primera dueña de esa casa fue una europea de nombre Parvaneh Dervaspa, quien llegó a Lima en 1753, y que fue acusada por la Santa Inquisición de practicar la hechicería y brujería. Esto se debió a que muchos de los vecinos de Parvaneh aseguraban que tenía la habilidad, a través de ritos, de curar algunas enfermedades que en ese tiempo acechaban la capital del Virreinato. La Iglesia la consideró una bruja y la capturó para el realizar el respectivo juicio o acto de fe que la Inquisición realizaba en Lima desde 1573. La mujer, tras incontables torturas y martirios, tuvo que confesar que su poder provenía del propio demonio, producto del cual obtuvo la mayor de las condenas que fue la muerte en la hoguera. La historia comenta que Parvaneh en pleno acto y mientras era consumida por las llamas, lanzó una maldición que muchos afirman se refería a la morada en donde vivía. Se cuenta que la casa comenzó a aruinarse hasta que en el siglo XIX, una familia de asiáticos la compró y la reconstruyó. Según se cuenta, muchos miembros de esa familia perdieron la razón al oír voces, gritos y murmullos dentro de la casa, algunos de los cuales pertenecían al dueño del que ya hemos hablado y que debido a esas alteraciones, maltrataba y abusaba de sus empleados. No obstante, los escépticos confirman de que la leyenda de la Casa Matusita no es más que un vulgar invento que sirvió para proteger la seguridad de un edificio importante ubicado en las cercanías; la Embajada de los Estados Unidos de Norteamérica. Se dice que los norteamericanos inventaron esta historia debido a que podían ser objeto de atentados desde el segundo piso de la casa Además, en frente de la vivienda, se encontraba un antiguo penal llamado El Sexto. Actualmente, la Embajada norteamericana ya no se encuentra en ese lugar, y el penal fue clausurado como tal y lo único que aún sobrevive allí, es el supuesto mito que formaron. Otras versiones del misterio Como toda leyenda, la Casa Matusita tiene diversas versiones que afirman aún más su aire de misterio. Una de ellas relata que hubo en esa casa una masacre producto de una infidelidad. Se cuenta que el dueño de la casa, un hombre oriental, al regresar del trabajo encontró a su mujer con otro hombre. El dueño arremetió contra su mujer y el hombre, asesinándolos. Cuando los hijos llegaron a la casa los hijos contemplaron la escena por lo que el padre, al no poder excusarse de los hechos acontecidos, decidió asesinarlos a ellos también y eliminar testigos. Otra versión indica que la familia no era oriental, sino española, y que la masacre la realizó la esposa debido a que su esposo la maltrataba a ella y a sus hijos. La mujer, harta de dicha situación, apuñaló a su marido por la espalda. Al percatarse de que sus hijos la habían observado cometer el asesinato, la madre asesinó también a sus niños en un arranque de locura. Un mito sin respuesta A pesar de que el mito es uno de los más conocidos en Lima, sorprende que aún no se haya realizado ningún estudio serio sobre el tema. Hasta el momento, los medios de comunicación siempre han tomado con burla el misterio de la casa, o en otros casos, sólo se han limitado a contar las historias o leyendas que existen en torno a esta vivienda imposibilitando así la desmitificación de este hecho. Sólo nos queda esperar a que algún día, se habra una investigación seria y en condiciones que pueda dilucidar qué pudo ocurrir realmente en esta vivivienda. Pero hasta que este día no llegue, lo más seguro es que el mito continuará contándose y alimentándose de generación en generación entre los limeños, tanto en aquellos que creen en su maldición como en aquellos que no le dan crédito. 3 comentarios :: Enlace permanente
Comentarios: (primero los más recientes) 16:23 22/02/2011
O_O Alucinante el relato, Gunner. Cuando has empezado a hablar del siglo XVIII he levantado la ceja porque no podía creer que la casa fuera tan vieja pero después, con la remodelación del siglo XIX (y el comienzo del mito) las piezas encajaban. Increíble lo de la casa encantada. 15:38 22/02/2011
La casa Mitsubisi 15:27 22/02/2011
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