Publicado: 17:03 25/02/2010 · Etiquetas: MSX, KONAMI, Antartic Adventure, Penguin Adventure, Hideo Kojima, Metal Gear · Categorías: EL RINCON DEL MSX
Continuamos rememorando algunos de los títulos más significativos de la época de los ordenadores MSX. Hoy nos centraremos en dos de los exitosos juegos de Konami, siendo uno de ellos el inicio del mundialmente conocido Hideo Kojima, padre de la saga Metal Gear y Snatcher – Policenauts entre otras. Espero que disfrutéis del “viaje”. Para evitar que la página tarde mucho en cargar, he ocultado el contenido de este reportaje en secreto, por lo que si deseáis continuar, no tenéis más que pinchar en el "secreto" para descubrir las maravillas de estos títulos. Secreto: (Pincha para leerlo) ANTARTIC ADVENTURE En la presente ocasión, nos toca tratar sobre un título especial ya que es el antecesor de uno de los juegos en los que intervino Hideo Kojima y del que hablaremos posteriormente. Recordemos que a finales de los 70, Konami se metió de lleno en el mundo de los arcades, marcándose como objetivo presentar 5 juegos por mes y creando sus propias placas recreativas. En los 80, dentro de todo el grueso de juegos presentados por Konami, estuvo este Antartic Adventure que consiguió hacerse un hueco entre los jugadores gracias a su simpleza y a su adicción. El juego era bastante simple, y podría catalogarse como un juego de carreras, sino fuese por que el protagonista era un pingüino que iba a pata mientras esquivaba agujeros en la nieve, leones marinos y otro tipo de obstáculos. Los niveles mantenían en su gran mayoría una estructura y apariencia similar, con algunos cambios jugables, como pudieran ser la dificultad, o estéticos, como el color del cielo. El objetivo es hacer que nuestro pingüino, llamado Penta, pase por cada una de las bases de los distintos países que hay repartidos por la Antártida (que hay unas cuantas) y lo mejor es que realmente existen. Como suele ser habitual en esta época, el juego es un bucle infinito y no tiene final, comenzando desde el principio una vez hayamos llegado a la última base. Tal y como hemos comentado, el juego gozó de bastante éxito con apenas los ingredientes que hemos citado. Existió una versión para Colecovision, pero teniendo una vida especialmente corta, Konami relanzó el juego en 1986 para los por aquel entonces potentes ordenadores MSX, apareciendo posteriormente una conversión para NES y muchísimo más tarde para Gameboy y Gameboy Color. PENGUIN ADVENTURE La bella pingüina, princesa Penguette, ha sucumbido ante el virus mortal que arrasa al país de los pingüinos. El único remedio posible es la fruta del Árbol de las Manzanas de Oro que está en tierras lejanas. Hace mucho tiempo, los pingüinos solían vivir en esta tierra remota. Todavía le siguen llamando el Paraíso de los Pingüinos. No obstante, hace muchos años fueron expulsados de su patria chica por los frisaurios, horribles lagartos carnívoros voladores gigantes, ultraenemigos de los pingüinos. Los frisaurios continúan dominando el Paraíso de los Pingüinos. Haz el largo y peligroso viaje hasta la tierra del Árbol de las Manzanas de Oro. Salva la vida de la bella princesa Penguette y vuelve el reino de los Pingüinos a su gloria pasada. Un juego a medio camino entre arcade de plataformas y juego de carreras. Nos ponemos en la piel de Pentaro, el simpático pingüino mascota de Konami, para intentar llegar hasta el Árbol de las Manzanas de Oro y regresar a tiempo con el único antídoto posible para salvar a la bella Princesa Penguette de su mortal enfermedad. El clásico y algo peregrino argumento anterior esconde un juego tremendamente adictivo y colorido, uno de los mejores (el mejor para muchos) de los cartuchos que Konami comercializó para los ordenadores MSX entre 1982 y 1990. El juego es la continuación de uno de los primeros juegos de Konami para MSX, RC701, el anteriormente tratado Antarctic Adventure, de similar desarrollo pero mucho más simple, tal y como hemos mencionado con anterioridad. En Penguin Adventure nos ponemos en la piel de Pentaro, la simpática mascota de Konami durante la década de los 80 con forma de Pinguino que aparecerá en bastantes otros juegos bien como protagonista (Parodius, Penguin Wars) o como espectador en las gradas (Ping Pong, Tennis...). La vista de la acción es posterior (vemos siempre la espalda de Pentaro), mientras los coloridos y variopintos escenarios (la superficie helada de la Antártida, un río, el fondo del océano, una cueva...) se van deslizando en una perspectiva frontal con el punto de fuga en la parte central superior de la pantalla, desplazándose hacia los lados cuando tomamos curvas cerradas (el efecto de fuerza centrífuga en Pentaro durante las curvas está logradísimo). El scroll es muy suave, pudiendo variar la velocidad de desplazamiento mientras esquivamos todo tipo de obstáculos naturales (grietas, rocas, árboles en el camino...) o artificiales y enemigos (murciélagos, meteoritos que llueven, pulpos, focas, balas...). De esta forma tenemos que recorrer una distancia variable (la distancia aparece arriba como un contador que desciende al ritmo de la velocidad que llevemos), siendo alguna de las 24 fases que tiene el juego en total realmente interminables, con la dificultad añadida de que hay un tiempo límite para llegar al destino. Todo ello intentando "pescar" al vuelo peces que saltan de orificios a los lados o en el centro del camino, y que posteriormente podremos canjear por utilísimos objetos. Cada 3 fases encontraremos uno de los famosos frisaurios, unos dinosaurios que disparan bolas de fuego y que son relativamente sencillos de eliminar mediante la táctica de saltar sobre unos “misiles o balas gigantes” situados estratégicamente frente al bicho, de forma que una vez hundidos todos resquebrajan el hielo alrededor del mismo y le hunde en las gélidas aguas antárticas. Aunque también podemos dispararle en el coco si hemos comprado la pistola, con lo que dicho enemigo no suele durar más que unos pocos segundos. Uno de los puntos fuertes del juego son la cantidad de ayudas que aparecen a lo largo del mismo: -Tiendas Existen unas grietas en el camino que son más pequeñas de lo normal. Algunas de ellas (no todas) dan acceso a una tienda en la que un simpático tendero esquimal nos venderá todo tipo de útiles objetos a cambio de pescados. Si no tienes suficientes peces para comprar el artículo, siempre puedes apostar en la máquina tragaperras que todo buen tendero esquimal tiene en su establecimiento. -Corazones de colores Cada cierto tiempo aparece un corazón que cruza volando la pantalla de lado a lado. Inicialmente de color ROSA cambia a VERDE al saltar sin cogerlo, luego a AZUL y por último AMARILLO repitiéndose el ciclo mientras se encuentre en la pantalla. Cada color proporciona un tipo de ventaja diferente, desde puntos hasta volar encima de una nube por encima de todos los obstáculos durante unos segundos al más puro estilo Drangon Ball. -Fases de bonus Cada cierto número de fases o realizando una determinada secuencia de movimientos Pentaro aparecerá en un escenario distinto, como puede ser un pasadizo o en órbita alrededor de la tierra, donde además de avanzar un gran trecho sobre la fase en curso permitirá coger peces de oro que se convierten en vidas. La mayor complejidad del juego reside en dos o tres fases concretas de las más avanzadas en que su longitud, el número de obstáculos, la cantidad y dificultad de los enemigos y sus disparos, todo a la vez, hace que uno tenga que ser un buen "esquivador" para lograr llegar al final en un tremendo "tour de force". Además, en alguna que otra fase de estas características, necesitaremos cierto item para poder concluirla ya que de lo contrario, dicha fase se convertirá en un bucle infinito en el que nunca llegaremos a la meta. Mención aparte merece la banda sonora que ameniza cada fase. Todas y cada una de las canciones son unos temas soberbios y muy pegadizos que aprovecha al máximo las capacidades del chip de sonido de los MSX, en conjunción con el SCC de los Megarom, y las melodías finales del juego, tanto si consigues llegar a tiempo y salvar a la princesa como si no, son dos de las piezas más notables de los compositores de Konami de la época. Y hasta aquí nuestra andadura por el momento. Espero que hayáis disfrutado del “paseo” y como siempre, intentaré aportar más juegos añejos que hagan vibrar esa fibra nostálgica que ha quedado latente. Un saludo y gracias a todos por vuestro interés y participación. 1 comentarios :: Enlace permanente
Comentarios: (primero los más recientes) 21:42 25/02/2010
Genial, como siempre! Participa con tu Comentario:
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