Con "AI" por "Artificial Intelligence", Sega quería dejar bien claro por donde iban a ir los tiros: Innovación. Prestaciones.
En definitiva, un sueño...


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Pero adelantarse a su tiempo y limitar su mercado a la gente de pasta, es algo que empezó a darle problemas a Sega desde bien jovencita.
Aquí no perdieron dinero, pero consiguieron que no se vendiera ni una: las únicas unidades existentes conocidas son 5 prototipos funcionales que se enviaron a directivos de Sega of America para su aprovación, la cual, evidentemente, nunca llegó.

Si alguien tiene una y me la quiere "regalá"...



Como producto de lujo, orientado a la incipiente "multimedia" que tantas bocas empezaba a llenar por aquel entonces, la máquina venía bien cargadita de extras, como una trackball, y toda una pizarra táctil que hacía las veces de tableta digitalizadora de gran tamaño, permitiendo realizar tareas de edición fotográfica u otras, con una comodidad poco usual por aquel entonces.


Otro accesorio que no escatimaron en implementar, es la unidad de cassette, que por aquellos tiempos solía venderse por separado (para ahorrar costes) en la mayoría de ordenadores, orientada siempre a aquellos usuarios que, tras la compra y por alguna extraña razón se dieran cuenta de que la casetera era algo indispensable en aparatos sin disco duro ¬¬




Pero el MSX y sus cartuchos ya eran, más que una realidad, un acierto y una tendencia a seguir, así que Sega no se conformó con implementar de serie la unidad de cinta.
Además, añadió un puerto de cartuchos ROM para carga instantánea de aplicaciones y juegos.
Estos cartuchos, como se puede ver, no llegaron a finalizarse para la presentación de los prototipos.




Pero su auténtico punto fuerte era la versatilidad: no sólo permitía montar el teclado sobre la tableta digitalizadora cuando ésta no se estaba usando, si no que la propia tableta permitía que se colocasen sobre ella una serie de plantillas que convertían al AI en aparatos que iban desde un simple juego de niños del tipo "pulsa aquí y suena la vaquita, muuuuh", hasta auténticas máquinas TPV registradoras similares a las que se usan hoy en Mc Donalds o Pans & Company.



En resumen, gracias a su versatilidad y potencia (por que además era una máquina potente para su época), se presentaba como "El ordenador perfecto para el hogar".



Lamentablemente, supongo que algunos estudiosos del mercado pensaron que era demasiado pronto para dejarnos a todos con estas caras:


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