Categoría: Saint Seiya: Next Dimension Publicado: 15:00 04/09/2008 · Etiquetas: · Categorías: Saint Seiya: Next Dimension
Bien, mientras leéis, escuchad esta canción de Melendi (haced un esfuerzo, cojones). Ya sabréis por qué:
Érase una vez un dibujante llamado Masami Kurumada. Un buen día, se le ocurrió dibujar un manga que, como trasfondo, tendría la mitología grecorromana, jaté. Y así nació Saint Seiya, un manga de 28 tomos cuya última saga nos habla de la resurrección de Hades y su emocionante lucha contra los caballeros. Total, que resulta que Hades ya había luchado contra los caballeros de 200 años atrás, por lo que hacer una precuela que contase eso sería una buena idea. Kurumada contactó con Shiori Teshirogi, a quien dio un par de datos para que hiciera la secuela. Pero claro, a Kurumada no le gustaba lo que vio (no le encuentro otra explicación), así que decidió contar él también, mientras la obra de Teshirogi seguía, lo que ocurrió en la guerra santa de 200 años atrás, y así surgió Saint Seiya Next Dimension, el manga que nos ocupa hoy. Vale, ya tenemos el contexto. Ahora entremos en harina, nenes, que hay mucho que comentar y tenemos poco tiempo. Ojo, que el principio destripa el final del manga original, no quiero quejas. También aviso que esto es todo tocho, y que no hay imágenes. O sea que si no os gusta leer, puerta. Vale, esto empieza en 1990, en plena lucha de los de siempre (Seiya and company) contra Hades. Como viene siendo habitual, Seiya acaba recibiendo la del pulpo, así que Hades decide acabar con ellos más que nada para ir destruyendo el mundo y tal. Pero claro, como el guión obliga, Hades se detiene y recuerda que 200 años atrás fue amigo del caballero de Pegaso. La acción nos traslada entonces a aquella época (¿Tama?), justo en el momento en el que Dohko y Shion son nombrados caballeros de oro (wait, wut?) de Libra y Aries respectivamente. El Papa (Susan, de apellido Tidad, Susan Tidad… no me peguéis, por favor) les informa de que Hades va a resucitar. Dohko y Shion localizan a Hades, así que Dohko decide ir en su búsqueda. Shion le dice que no le dejará ir… … si no va él también. O sea, que casi se dan de hostias pa na. Cojonudo. Total, que al final acaban encontrando al que será Hades, Aaron (sí, uso los nombres que ha usado Glénat salvo Tong-Hu, si tenéis algún problema nos damos de hostias), que tiene un cosmos tan poderoso que hiere a Shion y Dohko. No obstante, como Hades aún no ha entrado en su cuerpo decide curarles. Muerto el perro se acabó la rabia, así que Shion decide acabar con Aaron para que Hades no toque los huevos en el futuro, pero en ese momento aparece Pegaso, el amigo de Aaron. Que no se llama Pegaso, sino Tenma, Pegaso es el caballo que va junto a él portando dos barriles. Tenma ataca a los dos caballeros de oro (¿para qué hablar pudiendo solucionar el asunto a hostias?), pero su Ryuuseiken (Estrellas Fugaces) no les hace nada. Tenma les lanza el Pegasus Ryuuseiken, pero el efecto es el mismo, así que Tenma coge a Aaron y a Pegaso y se pira de allí. Uno de los barriles cae frente a Dohko y Shion, reventando y dejando ver su contenido: la armadura de Pegaso. Tras una escena moñas entre Tenma y Aaron, Tenma descubre que uno de los barriles no está, así que decide volver, y Dohko le revela que él es el caballero de Pegaso. Atención: este último párrafo es un capítulo. UN CAPÍTULO ENTERO. Llevamos 4 y el prólogo y apenas ha ocurrido nada. ¿Empezáis a entender por qué muchos preferimos The Lost Canvas como precuela a la serie? Tenma abre la caja de la armadura y ésta se acomoda perfectamente al cuerpo de Tenma, pero con la peculiaridad de que no es la primera forma de la armadura sino la segunda o tercera (creo). Tenma flipa mientras Aaron entra en una especie de templo donde hay una espada. En ese momento, aparece ante él Pandora, que en un giro de guión inesperado, revela que Aaron es la reencarnación de Hades. Que vale que Hades tenga que elegir a una persona de corazón puro, pero entre Aaron y Shun me lleva una racha que para qué las prisas. En fin, sigamos. Pandora (la única mujer capaz de hablar sin abrir la boca) pide a Aaron que extraiga la espada de donde está, mientras Shion deja K. O. a Tenma para que se esté quieto. En ese momento, él y Dohko notan que Hades acaba de despertar. Aaron ha extraído la espada, para alegría de Pandora. Tenma despierta, siente que algo le ocurre a Aaron y va al templo, mientras Pandora hace aparecer de la nada un castillo, el castillo de Hades. Tenma llega junto a los caballeros de Libra y Aries y ve el recién aparecido castillo. Tenma llega al templo y ve a Aaron junto a Pandora, pero su amigo está distinto. Y tan distinto, como que es Hades. Mientras Pandora y Aaron se alejan, aparecen tres espectros dispuestos a matar a Tenma para que se esté quieto (manía tienen con que no se mueva, leches). Tenma recibe la del pulpo pero la aparición de Dohko y Shion evita que los espectros acaben con él vilmente. Tenma se lamenta de no haber podido evitar que Aaron se fuera mientras evoca a su maestro, Suikyo de la Copa, y justo en ese momento aparece Vermeer del Grifo (Copa, Grifo… que levante la mano el que no haya pensado en cerveza), que se deshace de los caballeros de oro como el que aplasta a una hormiga. Justo cuando va a matar a los tres caballeros, alguien le pide que se detenga: es Garuda, otro de los jueces del infierno, que para más coña resulta ser… Suikyo, el antiguo maestro de Tenma. Yahoo. Otro flashback innecesariamente largo. Tenma recuerda cómo conoció a Aaron y a Suikyo. Como el flashback es muy largo, quedaos con que Tenma era un ladrón, conoce a los otros dos, se redime y todos son felices. Qué alegría. Total, que vuelta al pasado presente (o sea, a la pelea entre los dos jueces infernales y los tres caballeros), todavía les dura el shock de ver a Suikyo convertido en un sirviente de Hades. Garuda va a acabar con los tres caballeros cuando aparece un espectro menor (un espectrillo, vamos) que les dice que Pandora requiere de la presencia de Garuda y Grifo, así que estos dos se van. El espectrillo decide acabar con Tenma and company, pero… No, me niego a decirlo. Es demasiado patético, joder. Venga, va. Decíamos que el espectrillo decide acabar con Tenma and company, pero en ese momento aparece el caballo de Tenma (recordemos, Pegaso) y envía al espectrillo a Mataporculo como mínimo. Viva Kurumada, goder. Parafraseando a Melendi, “el caballo la mató”. El caso es que el segundo barril se rompe y deja al descubierto la caja de la armadura de la Copa, que se convierte en una copa y, al beber de ella, los tres sanan sus heridas. Además, con la Copa se puede ver el futuro, así que todos deciden ver qué les ocurrirá próximamente: Dohko se ve a sí mismo con el aspecto que muestra en Saint Seiya, Shion se ve como el nuevo Papa y Tenma ve a Seiya, en silla de ruedas después de su lucha contra Hades. Y continuará. Esto es todo lo que ocurre por ahora. Y como Kurumada publica un nuevo capítulo cuando le apetece (y os quejáis del autor de Berserk), pues a saber cuándo sale el siguiente capítulo. Nos vemos en el foro Papi Pepi no Papipurio. |
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