Y no me refiero precisamente a la siguiente generación de videoconsola, que se dirige hacia su novena etapa, sino a la humana, todos esos críos que han nacido en el seno de la tecnología y que responden a ella de una manera sorprendente.

Soy gamer desde que tengo uso de memoria y pese a mis cortos (según se mire) 29 años, mi primer recuerdo es tener un Atari 2600 en las manos. Me considero un privilegiado que pudo vivir en el maravilloso mundo de los videojuegos desde su más tierna infancia, pero cualquier comparación al actual panorama se queda corta.

Tengo una hija de 2 añitos que cada día que pasa me deja más asombrado con la increíble capacidad que demuestra con la tecnología; ver como es capaz de aprender a manejar coherentemente el ratón de mi ordenador, que pese a lo habituados que estamos conlleva un proceso psicomotriz más complejo de lo que aparenta, para abrir el navegador, entrar en el enlace de YouTube y buscar sus dibujos en los relacionados y ponerse un capítulo de Pocoyó o Peppa Pig e incluso esperar a que aparezca el botón de “Saltar publicidad” si es necesario y todo simple y llanamente observando. Si con dos años es capaz de eso que no será capaz de hacer dentro de 15 o 20 años.

Estamos entrando en una nueva era de los videojuegos y no porque la tecnología avance a pasos agigantados, que también, sino porque de aquí en adelante los desarrolladores de los futuros videojuegos será gente como mi hija, que siempre han nacido y vivido en la era tecnología, donde tener un ordenador en casa es lo normal y tener un pad y móvil está a la orden del día.

Sin querer extenderme en exceso, me parece que esta es una buena forma de comenzar este Blog y compartir la vida de un padre gamer con vosotros.

Un saludo,
Goran

P.S. Para que veais lo que yo disfruto cada día con mi hija, os dejo un vídeo de la misma manejando la WiiU hace unos meses.