Publicado: 21:27 02/10/2008 · Etiquetas: · Categorías: Ciencia
La vida en un avión está garantizada por la creación en el interior de la cabina de una atmósfera virtual parecida a la del nivel del mar. Para poder mantener la presión en la cabina hasta ese nivel prefijado hay que "insuflar" aire en el interior del avión mediante aire comprimido que se extrae de los motores. Dicho aire se utiliza a su vez para regular la temperatura en el interior. Ello se consigue mezclando este aire caliente con una cantidad de aire del exterior para obtener una temperatura de confort alrededor de los 23º C. El aire presente en el habitáculo se hace "recircular" a lo largo del mismo para "economizar" combustible. Aunque son hechos muy raros, los fallos del sistema de presurización se dividen en dos clases. Los debidos al funcionamiento defectuoso de algún elemento que provoque una reducción gradual en la presión del aire en la cabina, y los producidos por el desprendimiento de una ventanilla, una sección de parabrisas, o una puerta de emergencia o, en general, por desgarros en el fuselaje. Mientras la anomalía gradual puede ser controlada con procedimientos normales, y sin demasiada urgencia, el segundo de esos fallos, denominado descompresión explosiva, no porque la causa sea una bomba, sino porque las señales, estampido y vapor se le parecen, requiere una reacción inmediata de los pilotos. Deben realizar un descenso de emergencia hacia capas donde la atmósfera sea respirable mediante una rápida maniobra. De no hacerlo los ocupantes podrían morir de frío o asfixiados en poco tiempo ya que la temperatura a la altura de vuelo puede ser inferior a -50ºC. Quizás la avería más espectacular relacionada con la descompresión explosiva fue la registrada el 28 de Abril de 1988 por un Boeing 737-200 de Aloha Airlines (a la que pertenecen las fotos). A 7.300 metros de altitud sobre el océano Pacífico, el segmento del fuselaje que cubría la parte delantera del avión se desprende y sale volando. Los pasajeros, de repente, se hallan sentados al aire libre. Una azafata, que está sirviendo bebidas en dicho momento, es arrebatada del avión y cae al vacío. Su compañera sólo logra salvarse porque los pasajeros, sujetos por los cinturones de seguridad, la retienen con todas sus fuerzas. El capitán, Robert Schornstheimer, consigue aterrizar un cuarto de hora más tarde, con su avión convertido en un descapotable, en la isla de Maui, Hawaii. La mayoría de los 90 pasajeros ha resultado herida pero todos han sobrevivido. Posteriormente los especialistas señalarían a grietas producidas por la corrosión y la fatiga del metal como culpables de un accidente que estuvo a punto de derivar en una catástrofe. Fuente: unabrevehistoria.blogspot.com 2 comentarios :: Enlace permanente
Comentarios: (del primero al último) 22:20 02/10/2008
Cada vez que entro en este blog acabo poniendome tontisimo con la combinacion de tuu avatar y las cabeceras... brrrrrr 23:54 02/10/2008
Qué acojone da volar a veces... Participa con tu Comentario:
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