¿Cómo puedo disfrutar de mi hobby favorito (Los videojuegos) sin tener que invertir un solo céntimo?

Podría haberme convertido en un youtuber de esos pero pagando el alto precio de abochornar a mis seres queridos dando mucha vergüenza ajena.

¿Influencer? Pero si no me conoce ni Dios ¿Community Manager? Sería preferible ser indigente y ahorrar las monedas que encuentro en la calle.

No. Decidí lo imposible. Decidí poner una cafetería temática de videojuegos. Y bueno. Parece que todo marcha mucho mejor que al inicio de este disparatado proyecto cuya única basa era un entusiasmo desbordado.

Empezamos con una PS4, una Wii U, dos pantallas y un cafetera de casa. Ahora con un poco más de infraestructura mi sueño está casi por cumplirse.

Han sido meses de trabajo muy duro, de miles de errores y de pequeños éxitos y aprendizajes. Pero cuando creas con tus propias manos algo que surge literalmente de la nada la satisfacción es total. Por más pequeño que sea tu emprendimiento.

A todo aquel que pueda leer estas palabras le invito a que intente de cualquier manera cumplir sus más disparatadas fantasías. Porque cuando estemos en el geriátrico medicados y vegetales, seguramente nos arrepentiremos de muchas cosas. Y sería una pena arrepentirnos de no haber apostado por nuestras ideas y nuestros sueños.

Si alguien quiere echarle un brevísimo vistazo a mi proyecto le comparto nuestro link de Facebook .

Echaba de menos Vandal. Trataré de pasarme un poco más por aquí y saludar a los colegas habituales (Que seguro siguen aquí). Incluso eché de menos a NeonDreams.

Nintendo ofrece al mercado un hito tecnológico sin precedentes en su historia corporativa desde Gamecube. Una consola que es objetivamente en su segmento de mercado, la más potente hasta la fecha.

La portátil más poderosa jamás concebida. Está aquí, es una realidad, y viene de la mano de Nintendo. Los entusiastas de las consolas portatiles deben estar de enhorabuena.

Pero la demostración por medio de una placa de Rayos X, de que, el cerebro de la bestia no es otra cosa que un Tegra X1 sin ningún tipo de modificación hace que las expectativas de una supuesta potencia oculta, se vean abatidas. Y es entonces que el discurso de los radicales es coptado por la superchería y la falacia.

Switch no puede competir con PS4 y Xbox One en despliegue gráfico. Es absurdo siquiera concebirlo en los límites de la salud mental. Será mucho más cercana a lo ya visto en X360/PS3, con ciertas bondades propias de su intrínseca modernidad.

Los motores son escalables, pero no al punto de no importar el potencial técnico de la plataforma. A la vista están los "ports" de juegos en dispositivos portátiles siendo prácticamente irreconocibles con respecto a las versiones de las consolas tradicionales. La noche y el día.

Switch, si la comparamos con una consola de sobremesa de la competencia, está completamente fuera de la carrera técnológica (Al nivel Wii/PS360). Si somos prudentes, y le otorgamos la entidad de consola portatil, está en la primera línea.

Y esto es muy positivo, porque si llegase a ser un producto de éxito, significaría el renacimiento del mercado portatil. El cual ha sido despreciado y relegado en pos de la telefonía móvil. Sería una nueva oportunidad para el mobile gaming real.

La meta debería ser clara y es, superar los números de 3DS. Con eso la relevancia de este tipo de dispositivos sería acreditada sin lugar a ninguna duda. Y si el catálogo acompaña, lo conseguirá y será una victoria para el sector tradicional de entusiastas de los videojuegos.

Switch es una portatil que se conecta a la TV y que puede subir la frecuencia de su procesamiento de datos como ya lo hacía PSP.  No es otra cosa.

Es una lástima que la gente se deje timar (Al menos en su opinión y en su criterio) por oportunistas que buscan la notoriedad con grandilocuencia técnica. Cuando el sentido común siempre es el remedio más eficaz contra estos iluminados que crecen como el musgo en primavera, siempre que una nueva máquina sale al mercado.

Esperar recostados sobre una cama de piedra, un Battlefront o un RDR 2 para Switch.

Tu compañía favorita del mundo mundial ha hecho algo malo. Incluso para muchos podría ser algo moralmente reprochable o directamente disparatado.

Tomas un poco de aire; exhalas y aspiras lentamente y tratas de conservar la calma. "No pasa nada" te repites para tus adentros compulsivamente; como si fuese un karma que te dará paz. Al cabo de unos minutos, resuelves en compartir tu punto de vista sobre tal acción, porque necesitas desahogarte.

Balbuceas con tibieza algún texto ininteligible tratando de encontrar las palabras adecuadas. Corriges el texto y tratas de articular alguna idea. Pero no consigues hilar ni media frase. En tu mente hay un bloqueo emocional que te enferma la claridad y lucidez propias de tu proceso mental. No eres tú ahora mismo, te poseen el desasosiego y la duda.

Y es que eres incapaz, de esbozar ni media palabra en contra de tu marca favorita. Tu voluntad, razón y sentido común son facultades que has ido perdiendo paulatinamente en el proceso de enajenación corporativa al que has sido sometido. Tu criterio ha sido sustituido por propaganda comercial. Eres un puto fanboy y no hay nada que puedas hacer para remediarlo.

En tu impotencia, porque eres consciente de tu lamentable condición, a lo único que puedes aspirar es a reñir con otros desgraciados que padecen tu mismo mal. Ahí sí la cabeza te permite articular y redactar. Y es una lástima que seas siempre tan predecible y que con sólo leer tu 'nickname' se pueda adivinar el sentido de tu réplica. Es hora de dejarle claro a esos 'haters' quien es la mejor y la más grande de la historia.

¿Qué han hecho contigo? ¿En que te han convertido? Son preguntas que resuenan en tu cabeza y sólo encuentran como respuesta un profundo eco.

Mientras tanto, te recreas en un amor estéril de plástico; sin correspondencia alguna. El amor que puedes pagar de un producto que te evoca ciertas sensaciones por la simple percepción audiovisual; ni siquiera te evoca vivencias o nostalgia. Sólo imaginas que al producto lo han hecho con cariño pensando en ti. Cuando tu existencia si no viene acompañada de tu dinero, no le interesa a la multinacional a la que defiendes como si se tratase de tu propia dignidad, incluso por encima de la dignidad de otras personas.

Embriagado por el amor más incondicional y ciego que ha existido nunca, vuelve la calma. Recuperas la claridad en tu mente y te embarga un sentimiento de felicidad. Ha sido un día intenso en Vandal.  

Corrían los primeros días del mes de Mayo del año 2007, cuando Sony anunciaba oficialmente la llegada de los "Clásicos de PS One", mismos, que se podrían descargar en sus sistemas Playstation Portable y Playstation 3. La oferta inicial de títulos, aunque escasa, estaba llena de juegos míticos y en la propia nota de prensa se esbozaba un concepto revolucionario para aquel tiempo "Dar valor agregado a las compras digitales y potenciar el ecosistema Playstation" -El nacimiento del "Cross-Buy"-.

Meses más tarde, se anunciaría el Remote Play, que permitiría a la Playstation Portable, utilizar las principales funciones de PS3, acceder al menú de esta, y ejecutar dentro de la misma los clásicos de Ps One, los juegos de PS2 (En aquel momento, ejecutados mediante retrocompatibilidad por hardware, pero en los modelos posteriores, los títulos Clásicos de PS2 mediante descarga digital), así como Blurays y DVDs, además de una minoría de juegos retail para PS3.

Al conectar el sistema Playstation Portable al sistema PS3, se permitía realizar respaldo de juegos en específico, archivos de guardado e incluso una copia entera de la memoria de la consola. Así mismo, desde la propia PS3 se podían gestionar las descargas para la portátil, así como utilizar los propios archivos de guardado de esta, para continuar alguna partida de los títulos Clásicos de PsOne.

El nivel de interacción entre ambos sistemas era estrecho. Se quería crear una simbiosis que complementara la experiencia portátil y la experiencia de sobremesa, ya que al poseer ambos sistemas, había interesantes funciones que hacían más satisfactorio el jugar. Incluso, el anacrónico concepto de "Transfarring" que Kojima Productions creyó haber descubierto entre PS Vita y PS3, existía desde el año 2007 entre PS3 y PSP en los clásicos de PsOne, sin necesidad de Playtation Network, ni de pagar dos copias del mismo juego para sistemas distintos.

La concepción de los clásicos de PS One, como software disponible para cualquiera plataforma certificada Playstation (Recordemos que existen teléfonos móviles y tabletas que son parte de la familia de dispositivos Playstation, donde estos contenidos están disponibles) fue sin duda algo completamente revolucionario en el concepto de bien digital, en la incipiente industria de las tiendas digitales. Un sólo software que valía para cualquier plataforma de la marca, con independencia de arquitectura o potencia.

El concepto  se extendería más aún, utilizando propiamente la frase "Cross-Buy" en el lanzamiento de Playstation Vita para descargar en múltiples sistemas el mismo juego, aunque fuesen versiones distintas, adaptadas a cada hardware en particular pagando una sola vez. Así, con versiones agnósticas de hardware de contenidos digitales, se le daba un valor mayor al bien digital adquirido, porque no dependía de ningún hardware en concreto. Y aquel contenido que había adquirido hace 5 años, valdría perfectamente para la nueva consola y su longevidad no se encontraba atada a la vida últil de ninguna plataforma en concreto. Sin duda un concepto que rompía el esquema tradicional del software específico en el negocio de las videoconsolas.

La recepción de Playstation Vita y su suerte en el mercado, por todos conocida, así como el lanzamiento de Playstation 4, fracturó para siempre la visión global del ecosistema Playstation que años atrás se había  procurado. Y es que Playstation 4, es una plataforma Playstation que ha buscando desde el primer minuto romper cualquier tipo de implicación con las demás plataformas de la marca. Al conectar el sistema PS Vita a PS4, ni siquiera la reconoce como un medio de almacenamiento válido; y no hay ningún tipo de interacción que permita respaldar partidas o juegos. Es como si se hubiese conectado a la PS4 algún hardware extraño. Dado que no interactuan como plataformas complementarias en ningún sentido.

Sólo se ha rescatado la función residual del Remote Play de tiempos de PSP, que hacen dependiente a PS Vita de la plataforma PS4, pero que al poseedor de PS Vita no le otorga ninguna ventaja en su propia experiencia de juego. Como si la PS Vita fuese un accesorio más, dependiente de la sobremesa. Como si la PS Vita no fuese ya una plataforma independiente por si misma.

Si la suerte de PS Vita hubiese sido otra, tal vez la idea del ecosistema Playstation se hubiese seguido potenciando y aún hoy en día Sony buscaría afanosamente transmitirla en sus políticas comerciales. Hoy en día, me queda claro que se ha descartado por completo, y PS4 se ha convertido en la única apuesta seria de la marca, estableciendo una relación de supra-subordinación con la portátil, relegándola al rol de mero accesorio.

El reciente lanzamiento de los contenidos emulados de PS2 en PS4, así como la disrupción con la biblioteca digital de estos contenidos en las anteriores plataformas, aunado a la oferta de títulos que dejan entrever que también han sido descartados los Clásicos de PS One (Como el llamado port PC de Final Fantasy VII, que no sería de extrañar que estuviese corriendo en un emulador de la propia máquina) sólo confirman que la nueva política es, una sola plataforma de videojuegos con distintos accesorios.

Será cuestión de tiempo para que dejen de lanzarse, lo que es el último remanente de esta visión global de ecosistema Playstation como son los títulos Cross-Buy. Curioso es que, en un mercado digital, que propugna cada vez más por la integración de contenido y el agnosticismo de hardware, sea la propia Sony, quien aportó a este respecto tanto y cuya apuesta fue tan decidida, la que pretenda retrotraerse de este nuevo paradigma en el mercado y buscar la antitésis de esto en perjuicio del usuario.

El principal aliciente es mejorar el marcador. Las mecánicas siempre son las mismas y hay un componente de aleatoriedad y azar que hace que casi cualquiera pueda ganar a los pocos minutos de haber comenzado a jugar (En los primeros días). Hay un elemento de competitividad entre la comunidad de jugadores para alcanzar los primeros puestos en la clasificación general.

No existe un proceso de aprendizaje. Dado que la jugabilidad es sencilla y asequible para cualquiera. Es más un proceso de adaptación a la manera de jugar de los demás, donde conforme transcurre el tiempo, importa menos la destreza que las armas y los aditamentos que uno haya pagado o que haya desbloqueado progresando en la clasificación, para tener una ventaja objetiva en comparación con los otros.

Juego tras juego, día tras día, es exactamente lo mismo. Durante unas cuantas semanas se exprime hasta la extenuación la misma mecánica. Hasta que salga el nuevo juego, que es idéntico al anterior de una saga distinta. Pero la comunidad de jugadores va rotando a lo largo del año entre tres-cuatro juegos que sólo se distinguen por el nombre.

El contexto y la ambientación nunca varían. Belicista. Se transmite cierta ideología de supremacía hegemonica y altas dosis de promoción al militarismo. Violencia políticamente correcta. Y no se cuestionan los valores expuestos. Simplemente se asimilan como algo cierto y veraz. Propaganda por la que uno paga.

No hay un trasfondo narrativo. Ni siquiera existe durante el desarrollo de la partida, una mínima justificación argumental. Es simple y llanamente la causalidad más absoluta. No hay implicaciones éticas o reflexiones que vayan más allá del hecho de tener que asesinar, virtualmente a los rivales eventuales sin consecuencias.

¿Realmente es algo de valor? ¿Realmente aporta algo al mundo de los videojuegos este enfermizo y obsesivo proceder? ¿Se disfruta de alguna manera y en algún nivel? ¿No existe un momento en que hay una saturación de este tipo de contenidos?

No tengo otra respuesta, que creer que el hombre de familia arruinado en un fin de semana en Las Vegas, al cual le han limpiado hasta el último céntimo y que a su regreso al hogar, verá como toda su planeación financiera se ha ido a la mierda porque han explotado muy bien su codicia, tiene bastantes más similitudes con el jugador consuetudinario de los simuladores de temática militar, de lo que podría parecer.

Ambos disfrutan la promesa de la recompensa. Ambos repiten mecánicas sencillas que están determinadas en última instancia por la aleatoriedad y el azar. Ambos disfrutan de la adrenalina y de las endorfinas secretadas por el juego. Ambos tienen un comportamiento obsesivo para evadirse de la realidad. Y ambos son explotados económicamente por alguien que ha desarrollado un mecanismo para beneficiarse de esta debilidad.

No puedo juzgar a nadie por absolutamente nada, pero me resulta cuanto menos, curioso.

Es un top mucho muy personal. No pretendo ser objetivo ni mucho menos imparcial. Pero la Super Nintendo me dejó con estos juegazos del género en la memoria, que recordaré con mayor cariño que otros.



Un buen juego que tal vez por mi afición a la serie animada me resulta entrañable. Un mapa abierto donde el desplazamiento por medio de un dado de piedra nos permite avanzar en la fases. Con varios bonus en forma de casillas, como si se tratase de un tablero de juego.

Las animaciones de los personajes y la jugabilidad se encuentran llenos de ingenio. El humor que desprenden los personajes es casi tan bueno como en la serie. Sin duda un juego con muchas ideas frescas que se ejecutan bien en términos generales.



Unos malvados alienigenas roban la copa del mundo de fútbol. Antes de huir con el preciado trofeo, su nave sufre los daños de una tormenta de asteroides y la copa cae, despedazada a la tierra. Y un niño con un traje de la selección española de fútbol irá por todos los rincones del planeta para unirla y restaurar tan insigne premio.

Realmente es ingenioso y da muchas posibilidades el balón de fútbol en el planteamiento jugable del título. Es brillante. De no ser por el pobrísimo apartado artístico y la repetición de ideas y escenarios.



El Rey León me marcó para siempre. Sin duda mi película favorita de Disney. Y su juego me fascinó desde el primer instante en que lo toqué. La estampida, en mi ingenuidad infantil, me parecía casi tan real como en la película.

Tirar a Scar de la roca del rey y restaurar el equilibrio natural de la sabana a rugidos. Que grande.



Un juego que hace honor a una de las series animadas más importantes de la década de los años 90. Divertido, con ese toque obscuro de la serie de animación, y con una jugabilidad extraordinaria. Además de una creatividad casi inagotable en el planteamiento de niveles y en los retos jugables.

No es un plataformas "puro" porque en los minijuegos que hay que superar en la aventura se entremezclan otros géneros más. Pero es un juego muy grande.



Una gran idea para desarrollar un videojuego. Incluír personajes secundarios de una popular serie de televisión, y meter a los niños a un psicótico mundo de animación donde el objetivo es asesinar al gato.

Animaciones fluídas y una jugabilidad divertida. Junto con unos sprites vistosos, coloridos y detallados. De no ser por el genial Bart's Nightmare (Que no es precisamente sólo un plataformas, si no un compendio de varios géneros), sería mi juego favorito de los Simpson de la consola.



Tal vez su jugabilidad no es tan precisa. Es un poco lento el manejo del personaje. Pero tiene infinidad de movimientos Bugs Bunny, e infinidad de animaciones que lo hacen en este sentido, uno de los más completos del género.

Hace un repaso por toda la historía del personaje en los cortos animados más emblemáticos. Y es como un viaje a través del universo de Bugs Bunny. Con ese humor irreverente y genial que caracteriza al conejo.



Si no fuese por el tramo final del título, sería sin duda mi plataformas "desconocido" favorito. Movimientos fluídos y animaciones precisas engalanan a un gran tapado del género en la consola.



Lleno de minijuegos específicos en cada fase, de humor de los Tiny Toon (Que siempre me parecieron como una versión descafeinada y politicamente correcta de los Looney Tunes, salvo por Plucky) y de una jugabilidad solida y desafiante. Un grandísimo juego de plataformas que aún sin gustar de los Tiny Toon sabrá apreciar el entusiasta del género,



Un diseño artístico único. Animaciones detalladas. Escenarios con una creatividad extraordinaria y un personaje que se hace querer. Plok tal vez es uno de esos grandes juegos a los que nadie les ha dado una oportunidad porque es desconocido por el 99% de la gente. Pero una vez lo juegas te das cuenta que es un diamante en bruto y con un poco más de fama estaría en el gusto de muchos.



Para mí, el juego definitivo de los Looney Tunes en la consola. Con todo el humor de los dibujos animados calcado milimetricamente, y con una jugabilidad bastante desafiante en las últimas fases del título. Will. E. Coyote es, el verdadero protagonista siendo un reiterativo jefe con maquinaria e inventos tomados de la serie animada, cada uno, más divertido y disparatado que el anterior.

Pasando por una tienda de videojuegos en busca del Amiibo de Mario de la serie Super Mario Bros (Que no conseguí) me hice con este juego pensando encontrarme con algo bastante más simple.



Es una bomba de creatividad que te sorprende porque no te esperas tanto y la expectativa es muy baja. Te agarra con las defensas bajas ante tal despliegue de calidad y te deja un poco trastocado.

Seguramente no es un juego para todos. Debe haber gente a la que la propia estética del juego no le diga nada, pero supongo que existirá un concenso universal de que el trabajo invertido es evidente.



Para mí un clásico instantáneo. La obra maestra de Media Molecule. El exclusivo de PS Vita con más personalidad (Hasta este minuto, exclusivo) y un juego que permanecerá en mi memoria por mucho tiempo.

Ser el sol de los teletubbies, darle piel a un alce, diseñar la corona del rey de las ardillas, tocar los bongos para que el mensajero pueda avanzar o darle voz al espantapájaros. Es brillante así como completamente inesperado. Es diferente y tal vez ahí radique mi gusto por este título.

En la comodidad que me propicia este espacio para hablar de lo que me de la gana, debo ahondar un poco en el incidente ocurrido en el Hilo de Ventas.

Como algunos sabéis, hubo un intercambio ofensivo entre servidor y un personaje al que llamaré "personajillo" para no aludirle (Lo que menos quisiera es tenerlo aquí en mi blog).

Bien, pues personajillo sistemáticamente, como un obseso, arremete contra algunos juegos. En el 99,9% de los casos es contra juegos que detentan algún tipo de exclusividad de Sony. Esto no tiene absolutamente nada de malo. Esta en su derecho de escupir mierda las veces que le plazca. Pero los espacios que utiliza para hacerlo no son los idóneos y crea incomodidad porque sus paridas (Muy respetables todas) no interesan a nadie.

Se cargó ya un hilo de Ventas por la misma actitud enfermiza. Hasta donde le he dado seguimiento, primero fue contra Knack (Juego que no he jugado y que me importa un pimiento), luego comenzó con The Order y a últimas fechas intensifica su acometida contra Bloodborne. Por activa y por pasiva se le ha instado a que se calle la puta boca y que aporte al hilo al menos un comentario relativo a la temática del mismo. Personajillo ha sido expulsado en múltiples ocasiones porque no tiene un proceso reflexivo en su conducta y se la suda básicamente todo.

Siempre tratando de ser gramaticalmente correcto, utilicé la segunda persona del plural para que aquellos que estaban dando por culo en el hilo cesaran de hacerlo (Sabiendo perfectamente que Personajillo era el único que lo hacía). El rencor de personajillo hacia este humilde forero creció. Y el día de ayer trato de que yo picara el anzuelo para enfrentarse conmigo no en una guerra dialéctica de alto nivel, si no, en su nivel, marginal, arrabalero, porque una persona que se expresa así no puede tener otra extracción que esta, en un vulgar y grotesco intercambio de malas palabras.

Si que pique el anzuelo. Pero con cierto "enchant", con clase y distinción. Utilizando la gramática para golpear con gráciles movimientos y con la mano izquierda. Personajillo es un ser básico, y no entiende de este tipo de peculiaridades y lo suyo es el insulto elemental. Es como una batalla entre Sir Lancelot y un viñero.

Personajillo textualmente me insultó en tres ocasiones (Hijo de puta). Y lejos de sentirme ofendido porque evidentemente el tipo pues está en otro nivel culturalmente hablando y es como si me insultara un disminuido, pues no hay mayor problema. Yo soy muy tolerante con las discapacidades físicas y cuando me encuentro con un discapacitado social pues me lleno de compasión. Lo que me parece extraordinario es que en Vandal puedan escupirte insultos a la cara y la moderación brille por su ausencia.

Mi asombro fue mayor al descubrir hoy que personajillo tiene en otros hilos insultos textuales como los que me profirió a mí (Algunos borrados, otros aún visibles) ¿Y la moderación? Pues parece que Personajillo fuere el dueño de Vandal.

Me da la impresión que ya perdió completamente los papeles, esta desquiciado e insulta por aquí y por allá. Realmente da muy mala imagen a la web que permitan que estas personas que deberían de estar con algún tipo de cuidado especial campen sin mayor reparo.

En fin. Era sólo una pequeña reflexión al margen de los acontecimientos.

Cuando te topas con un juego que mezcla perfectamente narrativa, jugabilidad y diversión, además de la satisfacción que ello conlleva, caes en la cuenta que estás ante algo muy grande.

Eso es la idea general que te deja Puppeteer a unas cuantas horas de jugarlo. No es sólo que su planteamiento sea perfecto en su propio estilo de juego. Es que tiene innovaciones más allá de lo superficial que podrían sentarle de lujo a desarrollos similares, no obstante que su paso por este mundo ha sido anecdótico y en poco tiempo será si no olvidado, si relegado de la referencia inmediata para retomar algunos puntos donde Puppeteer pone su sello de identidad.

No es un plataformas, no es una aventura al uso, y ni siquiera es algo convencional. Toma prestados muchos conceptos y hace una mezcla muy potente que rompe la cuarta pared. Un plataformas con casi tantos diálogos como Metal Gear (Pero que están perfectamente mezclados con el desarrollo ágil de la aventura y son en tiempo real) donde debes escudriñar cada rincón del escenario como si se tratase de una aventura gráfica (Y donde hay animaciones propias de una aventura gráfica de hace 25 años), con un desarrollo narrativo que te invita a seguir y con una estética cuidada al milimetro, que es un espectáculo en si misma. Con fases de bonus especiales que te evocan bastante a juegos de la década de los 90´s (Cierta inspiración de Donkey Kong Country) Con una banda sonora magistral que te mete de lleno a la aventura o que incluso forman parte de esta (Como el sensacional musical en el fondo del mar o aquel en el bosque lunar). Es un derroche de talento por todos lados.

Habiéndolo terminado por primera vez. No puedo más que sentirme satisfecho. Y puedo sentenciar, sin temor a equivocarme un ápice que es uno de los tres juegos más especiales de esta generación que terminó. Mi segundo juego más memorable en cuanto a su propia plataforma (PS3) y uno que se quedará para siempre en mi recuerdo como tantos otros clásicos. Es algo muy especial.

Hay mucho mitos sobre este título, a saber:

Su estética Little Big Planet. Nada más lejos de la realidad. Su estética puede ser por momentos lúgubre, profundamente creativa y con diseños que te evocan más a una película de Tim Burton con animación stop motion. Con detalles que te abren las cuencas de los ojos como dos platos, como la sombra de Kutaru detrás de bambúes o la niebla del lago lunar. Es personalidad pura, y Little Big Planet peca de un impersonalismo y de una falta de alma abrumadoras.



Jugabilidad muy casualizada, nula dificultad. Si bien lo que hace realmente grande a Puppeteer en su conjunto como un concepto integral, su jugabilidad está bastante depurada y no obstante que es accesible a todo jugador, tiene esquemas bastante rompedores (El uso de calibrus como arma o como medio para desplazarse por los escenarios) o lo bien medido que está el plataformeo, mezclándolo con una gigantesca aventura gráfica y sazonándolo con una pizca de aventura. La dificultad viene aparejada del valor de la rejugabilidad (No es para nada sencillo hacerse con todos los coleccionables, que son numerosos) y de la necesidad de conocer cada detalle, por ínfimo que sea de la aventura, hace que sea obligado plantearse el uso de según que máscara o que habilidad en fases ya superadas.



Muy infantil. Tan infantil como que se narra, entre otras cosas, la historia de un pirata que tenía un harem de mujeres en su isla (Su más preciado botín, poseer mujeres). Y que las mujeres feas, que eran despreciadas por este, y aquellas que habían sido rescatadas y ya no estaban en su compañía le denuncian ante una diosa para que le castigara. Los temas que aborda son de una universalidad conceptual que lo hace accesible para cualquiera, pero...el humor y la narrativa son inteligentes. Y es que bien lo puede jugar un niño o un abuelo, y ambos lo disfrutarán porque un buen argumento, con pinceladas de genialidad es accesible para cualquiera y no está peleado con la madurez. Es más sencillo hacer un producto que busque la risa fácil y el encasillamiento en un grupo de edad determinado. Pero hacer algo que funcione bien para todos, eso si que es complejo.

...

Es una bocanada de aire fresco, muy fresco. Y se nota que hay amor en cada bit invertido en el desarrollo del juego. Un juego que te hace replantearte porque estás en este mundillo y te devuelve a la añorada infancia. Puppeteer es amor por los videojuegos en su más profundo significado.



Si el tiempo es justo, lo rescatará de la instrascendencia y en unos años lo veremos elevado por sobre sus contemporáneos al olimpo más absoluto. Es lo mínimo que se merece para honrarle.

Publicado originalmente en Blogger.

Que PS Vita se encuentra desahuciada por parte de Sony en Occidente es de dominio público. Incluso con cierta ligereza en las palabras, altos ejecutivos como el carismático Yoshida han quitado un poco de hierro a la situación, apostando el éxito de la portátil a Minecraft (Hoy IP de Microsoft) o a la maravillosa escena Indie.

Lo que ha resultado en toda una sorpresa este TGS, es que Vita no sólo tiene muerte cerebral en Occidente, si no también en el otro hemisferio. Relegada completamente a  F2P o títulos de bajo presupuesto con lanzamiento múltiple en iOS o Android, se vislumbra que el tratamiento a partir de ahora en la tierra del sol naciente será similar al de Occidente. Así que, a hartarnos de indies y F2P, que es el nuevo perfil de uso de Vita ¡Qué maravilla! Y no olvidemos el conveniente Remote Play y la emulación de Ps One y PSP. Ahí termina el valor agregado de Vita.

Incluso en el terreno indie, esta gente no entiende que venderá un hipotético Candy Crush Clone cuarenta y siete veces menos en Vita que en Android o iOS. Por base instalada, por precio desorbitado en comparación con Google y Apple y porque lo que sucederá a partir de ahora es que, paulatinamente los usuarios activos de la portátil (Que aún existimos algunos desquiciados que la disfrutamos con pasión) empezarán a migrar a otras actividades. Es una muerte agónica, lenta, dolorosa y profundamente injusta.

Nunca viví en carne propia la súbita muerte de Dreamcast. Pero estoy viviendo la muerte de Vita ¿Y qué puedo decir? Que duele y duele mucho.