El castillo de la pureza

Publicado: 06:10 22/10/2015 · Etiquetas: · Categorías:
El principal aliciente es mejorar el marcador. Las mecánicas siempre son las mismas y hay un componente de aleatoriedad y azar que hace que casi cualquiera pueda ganar a los pocos minutos de haber comenzado a jugar (En los primeros días). Hay un elemento de competitividad entre la comunidad de jugadores para alcanzar los primeros puestos en la clasificación general.

No existe un proceso de aprendizaje. Dado que la jugabilidad es sencilla y asequible para cualquiera. Es más un proceso de adaptación a la manera de jugar de los demás, donde conforme transcurre el tiempo, importa menos la destreza que las armas y los aditamentos que uno haya pagado o que haya desbloqueado progresando en la clasificación, para tener una ventaja objetiva en comparación con los otros.

Juego tras juego, día tras día, es exactamente lo mismo. Durante unas cuantas semanas se exprime hasta la extenuación la misma mecánica. Hasta que salga el nuevo juego, que es idéntico al anterior de una saga distinta. Pero la comunidad de jugadores va rotando a lo largo del año entre tres-cuatro juegos que sólo se distinguen por el nombre.

El contexto y la ambientación nunca varían. Belicista. Se transmite cierta ideología de supremacía hegemonica y altas dosis de promoción al militarismo. Violencia políticamente correcta. Y no se cuestionan los valores expuestos. Simplemente se asimilan como algo cierto y veraz. Propaganda por la que uno paga.

No hay un trasfondo narrativo. Ni siquiera existe durante el desarrollo de la partida, una mínima justificación argumental. Es simple y llanamente la causalidad más absoluta. No hay implicaciones éticas o reflexiones que vayan más allá del hecho de tener que asesinar, virtualmente a los rivales eventuales sin consecuencias.

¿Realmente es algo de valor? ¿Realmente aporta algo al mundo de los videojuegos este enfermizo y obsesivo proceder? ¿Se disfruta de alguna manera y en algún nivel? ¿No existe un momento en que hay una saturación de este tipo de contenidos?

No tengo otra respuesta, que creer que el hombre de familia arruinado en un fin de semana en Las Vegas, al cual le han limpiado hasta el último céntimo y que a su regreso al hogar, verá como toda su planeación financiera se ha ido a la mierda porque han explotado muy bien su codicia, tiene bastantes más similitudes con el jugador consuetudinario de los simuladores de temática militar, de lo que podría parecer.

Ambos disfrutan la promesa de la recompensa. Ambos repiten mecánicas sencillas que están determinadas en última instancia por la aleatoriedad y el azar. Ambos disfrutan de la adrenalina y de las endorfinas secretadas por el juego. Ambos tienen un comportamiento obsesivo para evadirse de la realidad. Y ambos son explotados económicamente por alguien que ha desarrollado un mecanismo para beneficiarse de esta debilidad.

No puedo juzgar a nadie por absolutamente nada, pero me resulta cuanto menos, curioso.
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Comentarios: (primero los más recientes)
23:21 23/10/2015
Está bien parida la tontería, además de que el hecho de que nunca vayas a ver algo así en medios mainstream tampoco hace posible comparar si tratas el tema mejor o peor que otros.

Si no has visto Avalon (de imagen real, del director de GITS) te la recomiendo, no es lo mejor que ha hecho pero tiene mucha relación con el tema.
10:29 23/10/2015
Hombre, muchas gracias. Pero es un tontería que escribí en unos minutos porque realmente quería escribir algo acerca de esto. Un saludo.
02:26 23/10/2015
Esta entrada es de los mejores artículos de opinión que he leído sobre videojuegos, en un medio con cierto tráfico no te dejarían publicarlo (no creo) pero olé.
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