La diferencia entre una buena cruceta y una mala es gigantesca. Aunque a priori parezca un elemento del mando no muy importante, lo cierto es que para según que juegos se torna imprescindible y es necesario que tenga una cierta calidad.

La cruceta de la GBA original (o del mando de GameCube) es un buen ejemplo de como NO hacer una cruceta. Si bien en muchos juegos cumple correctamente su función, en otros resulta que echa por tierra todos los esfuerzos de los programadores. Hablo, por ejemplo, de Street Fighter Alpha 3. Es una auténtica maravilla de juego, con millones de luchadores, unos gráficos increíbles (no difieren mucho de los la versión de PSP, y hablamos de GBA) y varios modos de juego. Pero es absolutamente injugable en la consola. Es más probable que consigamos un callo en el dedo gordo a que logremos ejecutar un Hadoken. Creo que jugué un par de horas en total, hastiado de no lograr exprimir ni el 2% de sus posibilidades.
Pero ahora estoy rejugando el juego en mi Nintendo DS y es como si me hubiera comprado algo totalmente nuevo. Qué diferencia.

Con el mando de GameCube igual. Si ya de por si el género de la lucha se prodigó poco en la consola de Nintendo, la espantosa cruceta de su mando no tardó en conseguir que los jugadores dieran la espalda a estos juegos. Jugar a títulos como Capcom VS SNK 2 EO es imposible. Desesperante.

La cruceta de PS2, sin ser sobresaliente, no tiene  un defecto tan marcado. Y la de Dreamcast era más que decente. A mi gusto la mejor cruceta que he usado nunca es la del S-Controller de Xbox, magnífica. Robusta pero fácil de mover y muy precisa. La de Xbox 360 es de peor calidad, tras unas cuantas viciadas al PES se resiente bastante y se endurece, perdiendo sensibilidad. Estoy por llamar al SAT y que me den otro mando.

Para más inri últimamente los juegos están dejando de permitir el uso de la cruceta en su control. Me indignó bastante esto en PGR3 (hablo de la demo-mueble únicamente, desconozco si en la versión completa hay más opciones), ya que yo estaba acostumbrado a jugar con la cruceta en PGR2 y el analógico me parece muy impreciso. Y así con varios. Para según que géneros, no hay nada mejor que las cuatro flechas.

No la dejemos caer en el olvido. La cruceta habrá perdido protagonismo, pero sigue siendo un elemento muy importante.

Cuando voy a casa de algún amigo y utilizamos su ordenador suelo encontrarme siempre con el mismo panorama. Un Windows XP saturado, con miles de aplicaciones ejecutándose en la zona del relojito y tropecientos procesos de nombres a cada cual más inverosímil y con un olor a virus que apestan.

Si de algo puedo presumir en mis hazañas informáticas es de tener la instalación más limpia de WXP que conozco o haya visto. Actualmente tengo solo el eMule y el Messenger al lado del reloj, y únicamente ocho procesos de mi usuario en ejecución (y la mitad son del sistema o del hardware). No sé cómo pero no cojo un virus ni buscándolo aposta, sin usar antivirus ni cortafuegos, solo yendo con un poco de precaución y mi inseparable Firefox.

Hace un tiempo instalé Ubuntu en otra partición y me jorobó el arranque de Windows. Estuve bastante tiempo sin poder entrar (usando Linux) pero me negaba a formatear y reinstalar, porque sabía que era imposible que volviese a conseguir semejante limpieza de instalación. Y lo más sorprendete es que no sufre la típica autodegradación de Windows que prácticamente te obliga a formatear cada seis meses. Lleva varios años intacta, solo con actualizaciones urgentes (ni siquiera tengo el SP2). Y juro y perjuro que en mi Pentium4@1.5GHz tarda menos de minuto y medio en arrancar. No sé como explicarlo.

Si bien Windows sigue teniendo sus errores y deficiencias, estoy muy contento con esta instalación del XP Profesional, que ahora alterno con el Ubuntu. Comparándolo con Windows ME o incluso el propio 98SE (y apurando con el 2000), XP es una maravilla, el salto es enorme. Veremos Vista, aunque yo aun tardaré un tiempo en probarlo.

Llevo varias horas enganchado al que posiblemente es el juego más completo de la historia. Con sus posibilidades infinitas, sus numerosas aventuras, su interesante historia y sus impresionantes gráficos, a Oblivion se le pueden echar en cara pocas cosas. La más importante yo creo que es la física.

Desconozo si el motor Havok es mejorable o no, pero necesitaría unos cuantos retoques para perfeccionar Oblivion. Si bien la física de cuerpos y fluídos no es mala, los movimientos (más allá del correr básico) son completamente irreales y no ayudan mucho a mejorar la experiencia de juego. Hacía tiempo que no veía un salto tan malo, con el muñeco flotando en el aire un par de segundos mientras lleva una armadura de 100 kilos. O unos movimientos tan imprecisos a la hora de combatir que no te permiten saber si vas a golpear al contrario o no. Y luego a mí me molesta un poco que bastantes cosas sean indestructibles, sobre todo cajas de cartón y cosas así (que ya en Blade hace cinco años se podían romper).

Supongo que bastante grande era ya Oblivion como para mejorar un poco la física del juego, que a pesar de los puntos débiles que tiene, es mejor que la de cientos de títulos que salen al mercado.

Oblivion tiene bastantes más errores absurdos que empañan un poco su imagen: traducción chapucera, bastantes bugs serios (esperemos que el parche los solucione), no poder luchar desde el caballo, sus numerosos tirones de framerate al cargar escenarios... Pero ninguno es lo suficientemente serio como para desestimar su compra. Parafraseando al señor Moisés en su excelente análisis: "una gran inversión que vale más de lo que cuesta".

Y hablando de otra cosa... ¿¿¡en serio pasan las horas tan rápido como te dice el contador!??

Amigos, todos sabemos que los mandos no duran eternamente. Pero hay diversas formas de cortar su ciclo vital. La más común suele ser un Mario Party, un Track & Field, un Tekken... en definitiva, cualquier juego machacabotones.

Pero el peor es el PES. El Pro. El Winning. Como lo querais llamar.

1- Tienes planeado en el mapita un pase perfecto al extremo y el mediocentro la caga al pasar. Tiras el mando al suelo.

2- Intentas hacer el quiebro tiro+pase y por algún extraño motivo solo capta el tiro y pierdes la pelota. Tiras el mando al suelo.

3- Ves a un jugador desmarcado e intentas hacer el complicado -pero alguien dice que posible- pase manual con el stick. Te trabas y se la das a un contrario. La pagas con el stick.

4- Estás seguro de que el jugador está en línea pero en el fondo sabes que te equivocas. Pasas y el linier levanta el banderín. Lanzas el mando porque el idiota de Duff no supo esperar un poco más.

5- Te tiras todo el partido con una defensa cojonuda y la máquina hace el típico pase-al-hueco-que-se-ve-a-un-kilómetro y tus centrales se quedan como dormidos mientras el enanito de Owen te mete coge la espalda y anota.

6- Te vas solo con tu extremo de velocidad 99 por la banda y por alguna misteriosa fuerza sobrehumana el lateral te da alcance, te empuja al suelo y se lleva la pelota. Le das impulsivamente a todos los botones y pierden un nivel de presión.

7- Te da por hacer 'jogo bonito' e intentas la elástica con el primero que pillas. Naturalmente, te quitan la pelota antes de que hagas la primera bicicleta. Destrozas el R2 a ver si así la próxima vez la hace antes.

8- Montas el contragolpe perfecto, 3 contra uno desde el centro del campo, vas a dar el pase que deja solos a dos delanteros y el jodido último defensor te empuja. Pitan falta, ni tarjeta, ni nada. Aporreas el mando contra tus rodillas.

9- La más desagradable. Tiras quince veces a puerta pero el tuercebotas de Drogba no le mete un gol ni al arco iris. Te pitan una falta inexistente a 30 metros de la portería y te meten un golazo. No eres capaz de salir de tu asombro y dejas caer el mando al suelo.

10- Jugar durante 12 horas seguidas provoca que la cruceta pierda su sensibilidad original y cada vez tengas que apretarla más para hacer una maldita diagonal.

¿A quién no le han ocurrido todas?