El título de este nuevo mensaje (que hago uno cada vez que pasa el cometa Halley más o menos) tiene mucho que ver con mi estado de ánimo de hoy, y cómo no, con mi club, el Granada Club de Fútbol.

Para los más jóvenes, es posible que el Granada no os suene de nada en el panorama nacional del fútbol, porque desde finales de 1980 estamos en un periplo por el desierto que culminará pronto, pero los que tengais más de 30 años seguro que recordareis algún partido del Granada en 1º y 2º División, e incluso los más mayores podreis recordar una final de Copa del Rey contra el Barcelona en el Bernabeu.

Vayamos por un momento al pasado...no tanto como a 1959, sino a hace 2 meses y medio. El Granada CF era un club roto: llevaba desde Enero sin pagar las nóminas y una racha muy negativa sin ganar (precisamente desde el día 6 de Enero) que le había llevado a una distancia de 11 puntos de la fase de ascenso a 2º División. La afición de este club dijo en ese momento un gran BASTA, ese equipo por historia no merecía eso, y decidió echarselo a sus espaldas acompañándolo en cada partido multitudinariamente y ayudándolo a conseguir sus victorias.

Esta afición vio recompensado su sufrimiento (sufrimiento que no vino solo por la situación del club en ese momento, sino por la historia reciente del equipo), y el equipo llegó incluso a dormir en puestos de promoción tras ganar en casa 4-1 al Portuense, quedando al día siguiente a 1 punto del cuarto clasificado.

Nunca nadie nos ha regalado nada, somos una afición bastante difícil que tendemos a venirnos abajo en los momentos difíciles, y ésta pizca de esperanza nos dio una confianza: 'este año sí'. Hasta que se llegó a la jornada 38º, última de la liga regular, en la que seguiamos a un punto del Mérida.

El Granada debía disputar su partido en Linarejos, el campo del difícil Linares, 2º clasificado del Grupo IV; mientras que el Mérida se desplazaba precisamente a un pueblo de Granada, Baza, cuyo equipo luchaba por no descender de categoría. Me ahorraré detalles del juego e iré al grano: en el descanso el Granada iba 0-0, pero estaba cuarto en la clasificación al ir el Mérida perdiendo 1-0.

"Hay que marcar un gol y esperar que el Baza consiga el segundo para tener algo de tranquilidad". Dicho y hecho...el Granada marcó un gol de penalty en el minuto 1 del segundo tiempo y el Baza consiguió su 2º tanto a los pocos minutos. Todo parecía ir de maravilla al equipo nazarí, que en ningún momento bajó el pistón, y siempre estuvo manteniendo su cabeza fría en Linarejos.

Y es aquí donde, para bien o para mal, entró en juego la "suerte" del Granada en esta última década, a la que luego haré un pequeño repaso: el Mérida marcó un gol en el minuto 72. Necesitaban marcar 2 más, porque el empate metía al Granada en ese momento en fase de ascenso. "No puede ser, la historia le debe algo al Granada tras el 25-J*" era la frase que se repetía en mi cabeza mientras dentro de mi confiaba en el equipo bastetano. Pues  no señores, la historia parece que cuando ve el color rojiblanco mira a otro lado y en los minutos  86, 90 y 92 el Mérida perforó las redes del conjunto dirigido por Urbano Ortega. Tras 76 minutos en fase de ascenso, el Granada fue bajado de la nube de un bofetón que nos devolvió a la realidad de la manera más cruel posible: el equipo que mejor llegaba a la recta final de la liga no podrá disputar la fase de ascenso por haber cometido errores al principio de la 2º vuelta. Así es el fútbol y no podemos hacer nada, si no eres regular estás perdido.

Lo que se abre ante nosotros ahora es una época de reflexión. En mi opinión debemos mantener a Oscar Cano, pues es un entrenador de futuro, y al grueso de la plantilla cueste lo que cueste. Reforzando 3 o 4 posiciones, y dándoles de nuevo la confianza, estoy seguro de que la temporada que viene será, de una vez por todas, la temporada en que el Granada CF vuelva a 2º División para quien sabe si volver a primera en unos añitos.

* El 25 - J se refiere al 25 de Junio del año 2000, día en que el Granada CF sentenciaba su ascenso a 2º división tras 18 años solo con empatar ante el Real Murcia. El destino quiso que el único gol del partido lo marcase un ex-granadinista, Aguilar, y diese el ascenso al Murcia, que más tarde llegaría, por dos veces, a Primera División.

GRANADA CF, NUNCA TE DEJARÉ SOLO



Aunque mil lágrimas tenga que derramar por ti, mi Granada, todas y cada una de ellas valdrá la pena solo por poder verte triunfar y ser campeón.