La conferencia de Microsoft ha estado bastante mejor que la de EA, aunque eso no tenga mucho mérito claro. Sin embargo la he encontrado algo más aburrida que la de años anteriores. Me sigue gustando mucho el estilo de Microsoft que siempre enseña un montón de juegos. Pero hay algunos puntos negativos, el principio de la conferencia se me ha hecho largo, con mucha charla sobre la potencia de la Xbox One X, y luego sobre el Forza 7. Una de las novedades muy poco inesperadas. Y el segundo problema ha sido la falta de exclusivos de verdad relevantes. 42 juegos, 22 exclusivos, pero la mayoría exclusivos temporales. O eso es como la mayoría entiende el término "Console launch exclusive".
Lo que más me ha llamado la antención es el nuevo AC, Shadow of War y el Anthem. Ninguno exclusivo. Se han vuelto a mostrar exclusivos de verdad que ya han salido casi desde la primera conferencia de Xbox One en 2013. Y tanto el nombre de la consola como el precio los veo como algo normal, todo muy lógico y por tanto a la conferencia le ha faltado ese golpe encima de la mesa que muchos esperábamos. Ahora mismo no veo que Xbox One X vaya a ser un bombazo capaz de conseguir que las marcas Playstation y Xbox vuelven a luchar de tu a tu. Nota para la conferencia: 6/10. Otros años estuvo mejor. Y sobre mis previsiones. Bastante mal no, muy mal. Medio punto gracias al nuevo Metro que salió pero no es exclusivo: 0,5 sobre 7. 0 comentarios :: Enlace permanente
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