KILL SWITCH: Steven Seagal vuelve en su película más sádica

AVISO: El siguiente artículo contiene spoilers de la última película de Steven Seagal, aunque podéis leerlo sin verla.

Si queréis ver imágenes de la película junto a la crítica, visitad mi otro blog, ya que no sé por qué aquí no van las imágenes enlazadas desde Blogger.

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EL ARGUMENTO

Hay un asesino en serie suelto y Steven Seagal, que está con una mujer despampanante pero prefiere el trabajo a disfrutar de ella, tiene que pillarlo con la ayuda de su doble. Además descubrimos, mediante un flashback, que Seagal tenía un hermano gemelo que fue asesinado en la fiesta de su décimo cumpleaños.
Esta película se caracteriza por ser una de las pocas en las que los malos no secuestran a la hija de Steven. Por cierto, uno de los malos me ha recordado mucho a Ralph Fiennes en "El Dragón Rojo", y cuando está en su casa practicando ritos satánicos y soltando frases raras de demonios, solo viste con algo que está entre un calzoncillo y un tanga.

LA FACTURA TÉCNICA

Sin duda alguna estamos ante la película más sangrienta de la filmografía del gran Steven Seagal. A los diez minutos de película ya supe que es una de sus mejores películas, porque Seagal empieza a repartir leña a los cuatro minutos de metraje, no se tira cuarenta minutos sentado o caminando con las manos en los bolsillos como hace en casi todas sus últimas películas.

El guión corre a cargo del propio Steven Seagal, y sólo puedo decir una cosa: ¿¿Por qué no le dejan escribir siempre los guiones a él?? En serio, Seagal habría sido todo un Tarantino si hubiese escrito más guiones a lo largo de su carrera, porque a pesar de que la trama de la película recuerde vagamente a "Angeles y Demonios" (Seagal va siguiendo pistas de un asesino y descifrando signos), hay un par de escenas muy sádicas en las que Seagal se ceba con los malos a golpe de martillo o destrozándoles los dientes contra una mesa a base de puñetazos en la cabeza.

Respecto al montaje, es cuanto menos curioso, porque en las peleas se repiten hasta seis o siete veces los planos de grandes golpes de Seagal o los impactos de los malos contra objetos grandes, cosa que todavía no sé si queda bien o mal. También se usa eso de cortar los planos y mostrar a un personaje al fondo de la escena, de repente encima de la cámara y de nuevo al fondo.

Pero hay una cosa que no me ha terminado de convencer: lo mal que saben disimular que Seagal usa un doble. En las peleas nunca vemos la cara de Seagal si no es en unos primeros planos que meten entre puñetazo y puñetazo en los que vemos a nuestro héroe con cara de "Te estoy sacudiendo de lo lindo o me dispongo a hacerlo".

En cuanto al doblaje, el gran Jordi Brau (Robin Williams, Tom Hanks) vuelve a doblar a Steven Seagal tras un par de años sin hacerlo, lo que es de agradecer, porque sempre ha sido su voz habitual en Barcelona, mientras que en Madrid es José Antonio Ceinos quien se encarga de doblarle siempre.

LOS GRANDES DIÁLOGOS DE LA PELÍCULA:

En medio de una pelea:
- Steven Seagal: (Mientras agarra al malo por el cuello) Escúchame... Dime ahora mismo qué cable debo cortar.
- Malo: Corta el que ponga "Que te den por el culo".
Acto seguido, Seagal apaliza al malo de forma brutal para terminar tirándolo por la ventana.

Tras apalear a dos matones, Seagal se dirige a uno de ellos:
- Seagal: Amigo... ¿Estás listo para contestar a las preguntas?
- Malo: ¡Que te jodan!
- Seagal: ¡No, te vas a joder tú!
Acto seguido, Seagal le rompe los dientes al malo literalmente.

Seagal sube con su compañero por las escaleras de un edificio, ya que en una de las casas se ha producido un asesinato:
- Compañero: ¿Por qué el escenario del crimen siempre está en el último piso?
La incluyo en el recopilatorio porque me ha parecido una frase muy inteligente que esconde una gran burla a este tipo de escenas.

La coletilla de Jacob, el personaje que interpreta Seagal:
- ¡Señor, qué cruz!

En un momento de la película, el compañero de Steven Seagal le cuenta a una compañera cómo fue su primer caso con Seagal: la detención de un caníbal. Cuenta como los dos encontraron al caníbal comiéndose el brazo de un payaso muerto y que, cuando lo fueron a detener, el caníbal les mostró el brazo y les dijo: "¿No os da risa esta carne?". Acto seguido, el resto de policías que estaban con ellos escuchando la anécdota rieron y la compañera dijo: "Ya entiendo, porque se estaba comiendo a un payaso, muy gracioso". Lo malo es que si no llega a decir eso la compañera, yo no habría pillado el chiste.

Seagal, cuando por fin tiene delante y desarmado a uno de los malos:
- ¡Te voy a dar una paliza que vas a alucinar!

El malo final y Seagal frente a frente:
- Malo: Acabemos esto de una vez.
- Seagal: Sí, tú te vas a dar la vuelta para que yo pueda reventarte el culo.

Y en general, todas las frases que suelta Seagal mientras les pega a los malos, que parecen propias de un videojuego. Ejemplos: "¡Esto es divertido!", "Parece que tienes un brazo roto..." o "¡Esta vez no habrá apelación!".
Además, todas las palizas de Seagal a los malos (porque son palizas, no peleas, ya que Seagal solo recibe los golpes que se deja dar por divertirse) terminan con amenazas de estos del tipo "¡Me has roto los dientes, te voy a matar, hijo de puta!", "¡Cabrón, mi brazo!" o la mejor: "¡Me has matado...!"

CONCLUSIÓN

"Kill Switch" (¿Matar al interruptor?) es una película imprescindible para los fans de Steven Seagal y muy recomendable para aquellos a los que les gusten las películas de policías, peleas y psicópatas. Además, el pedazo de giro de guión del final no dejará indiferente a nadie, merece la pena verla sólo por eso.