Jugando a… Ridge Racer

Volvemos a dedicar una entrada a lo que voy jugando, que sigue sin ser el Black Ops de la Xbox 360, y es que tengo que reconocer que no me apetece nada retomar el juego para acabar la campaña, aunque supongo que tarde o temprano lo haré, para comentar lo que me ha parecido y pasar a otro título de la consola. Sin embargo, como podéis ver por el título, no me he quedado sin jugar, sino que he aprovechado la “escusa” del Black Ops para seguir dándole a la PSP.



Antes de empezar a hablar de lo que me ha parecido el juego, quiero dedicar unas líneas a comentar un par de detalles que me quedaron pendientes en la entrada sobre el “Chains Of Olympus”. En dicha entrada ya señalaba que la consola no me parecía todo lo cómoda que debía ser debido a la disposición del stick (no sé si estoy usando el termino correcto, ya que me he dado cuenta que no es exactamente el mismo tipo de mecanismo al que estoy acostumbrado en los pads) y que estaba a la espera de ver si era debido a esto por lo que me parecía que los botones superiores tampoco eran muy cómodos. Ahora ya puedo afirmar que era por culpa de la postura que se tiene que poner cuando estas manejando con el stick, puesto que a este juego he utilizado la cruceta (permite ambos controles) y me ha resultado comodísima la consola, pero vamos, como el día y la noche, no tiene nada que ver. Sinceramente, espero que la disposición en Vita este mucho mejor pensada, puesto que realmente me parece un hándicap importante en cuanto a una futura compra.

Bien, una vez comentados estos pequeños detalles de la consola, de la cual, quitando ese problemilla, estoy encantado, podemos empezar a hablar del juego en cuestión. Como ya os comenté en la entrada anterior, debido a que compramos la consola recientemente, estamos buscando aquellos juegos “imprescindibles” (ya sé que es cuestión de gustos, pero digamos que estén bien valorados a nivel general) de su catalogo y en las listas vimos el Ridge Racer, que además es fácil de conseguir tirado de precio y con las ganas que tenía de un buen arcade, no hubo dudas, había que hacerse con él. Y digo buen arcade, porque los últimos años estoy viendo como hasta los títulos que se venden como arcade se aproximan hacia el “realismo”, mientras que curiosamente, los simuladores se “ablandan”, simplificándose en mayor o menor medida. Lo segundo no me importa, porque nunca he sido un amante de los simuladores, pero la cuasi desaparición de los arcades puros me toca mucho la vena. Por cierto, ya ni me molesto en comentar lo de la próxima entrega de Ridge Racer en las de sobremesa.

Entrando en materia, decir que el juego me ha dado lo que buscaba, un arcade de velocidad frenético y divertido. Su jugabilidad es simple, pero engancha como pocos. No creo que haya que entrar en mucho detalle en este aspecto, puesto que la inmensa mayoría conoceréis esta saga (seguramente mucho más que yo). El sonido del juego es muy bueno, tanto en efectos como en música. El número de circuitos es considerable, aunque no me habría importado que hubiese más variedad, ya que se basa demasiado en variantes de unos pocos circuitos. El modo “Gira Mundial” está bien en cuanto a duración, aunque quizás un poco más de dificultad no habría estado de más, puesto que quitando las últimas carreras, el reto no es excesivamente elevado.

Por ponerle algún defectillo, decir que no sé si es cosa mía, pero el jugar a este título me cansaba mucho la vista. Realmente tenía que descansar la vista cada poco tiempo porque notaba como me estaba afectando, algo que no me pasaba con el GoW. Es cierto que eso no afecta al título en sí, pero obviamente si a la valoración personal que uno le da, puesto que ese cansancio se hacía palpable al poco tiempo y era una molestia a la hora de jugar. Y que nadie se piense que estoy hablando de sesiones maratonianas, de horas y horas, ni mucho menos.

En conclusión, como juego, me ha encantado, pero tiene esa pequeña sombra que hace que te quede la sensación de que algo se podía mejorar. Y en general, es la sensación que estoy teniendo con la consola, gran línea estética, buena calidad (pasemos por alto el “stick”) y un muy buen catalogo, pero que no es cien por cien disfrutable, porque con el GoW me tuve que “pelear” con la incomodidad para el manejo y con el título que da nombre a la entrada, se me cansaba muchísimo la vista. Habrá que ver qué sensación pesa más según vaya jugando más títulos.