Wii, esa gran incógnita

Si hay algo que hay que reconocerle a Nintendo es que sabe crear expectación. Ya hace mucho tiempo que nos anunciaron un importante cambio de rumbo en el ámbito de las consolas domésticas, una "revolución jugable". Desde aquella primera declaración de intenciones la información ha ido llegando con cuentagotas, muy poco a poco, hasta el punto de que a dos meses del lanzamiento de Wii todavía no están todas las cartas sobre la mesa.

Llevo en este mundillo desde mediados de los 80, y a pesar de lo que piensen algunos, no creo que la forma de jugar a los videojuegos se haya estancado hasta el punto de necesitar un cambio tan brusco como el que propone Nintendo. Desde el principio tuve claro que esta nueva estrategia es consecuencia directa del fracaso de GameCube, un fracaso del que Nintendo ya era consciente mucho antes de que el mercado se diese cuenta. Después de dos generaciones perdiendo millones de clientes, la única alternativa viable para Nintendo era cambiar radicalmente de estrategia. Renovarse o morir.

Fruto de esta necesidad nace Wii, una nueva consola que basa gran parte de su atractivo en la nueva forma de jugar que ya todos conocemos. Una forma de jugar ante la que, por ahora, soy bastante excéptico. No voy a decir que el nuevo tipo de control no me gusta, al igual que tampoco es serio afirmar alegremente que la nueva propuesta de control es mejor que lo que ofrece la conpetencia. Cuando lo pruebe podré opinar sobre este punto. Sin duda, es un control distinto y revolucionario, pero de ahí a que sea mejor que los mandos actuales va un trecho.

A pesar de mi excepticismo, tengo que reconocerle a Nintendo que esta vez ha conseguido despertarme cierta curiosidad. Hasta ahora nunca había comprado una consola de sobremesa de Nintendo (portátiles sí, bendita Game Boy) porque he tenido otras prioridades y no soy de los que tienen más de una consola debajo de la mesa a la vez. Desgraciadamente, el exagerado secretismo con el que trabaja Nintendo hace que esa curiosidad se vaya diluyendo con el tiempo. Somos muchos los que necesitamos algo más que la promesa de una jugabilidad mejor para dar el paso de adquirir una Wii. Y aquí entramos en el espinoso asunto de las características técnicas.

¿Los gráficos importan? Interesante pregunta que plantea un no menos interesante debate. En general, podríamos decir que el apartado gráfico no tiene por qué influir en que un juego sea más o menos divertido. Pero, a pesar de ello, ¿es conveniente quedarse estancados en este aspecto cuando la competencia sí ha realizado un gran avance en esta materia? Eso es bastante más discutible. A todos nos gusta invertir nuestro dinero en algo que mejore lo que ya teníamos anteriormente. La mejoría gráfica es el punto de inflexión que desde siempre nos ha hecho invertir el dinero en nuevas consolas y nuevas tarjetas gráficas para el PC. No es algo que se pueda despreciar tan a la ligera.

A mi Wii no me entra por los ojos. Cada vez que veo un vídeo de algún juego de Wii pienso que eso es algo que podría jugar en mi Xbox. Porque en mi opinión, los juegos más punteros gráficamente de Wii no superan gráficamente a los más punteros de Xbox, como mucho podríamos hablar de que los igualan. Seguramente con el tiempo los juegos de Wii superarán a lo mostrado en la anterior generación de consolas, pero aún así estarán muy lejos de los estándares gráficos del momento. Digo seguramente porque sin conocer las especificaciones técnicas de la consola es algo difícil de cuantificar. ¿Por qué Nintendo no publica los detalles técnicos de Wii? ¿Quizá para evitar comparaciones? Es posible, pero si ponen la consola a la venta sin hacer públicos esos datos será un punto negativo importante para mucha gente. Cuando pagamos por cualquier aparato electrónico (un móvil, un PC, un televisor, un coche...), lo normal es disponer de toda la información que necesitamos sobre ese aparato, y entonces decidir según lo que cueste y lo que nos ofrezcan otras marcas. La gente suele comprar a base de datos, no a base de fe.

Me parece incomprensible que a día de hoy no pueda saber exactamente qué me quiere vender Nintendo. Me ofrecen una consola que no muestra mejores gráficos que mi Xbox y no sé si los mostrará, que no parece que ofrezca un sistema online mejor que el que disfruto actualmente y que es inferior en aspectos puntuales como el sonido y el almacenamiento. ¿Qué me puede ofrecer Wii entonces? ¿Un mando del que soy muy excéptico? ¿Un catálogo aceptable pero por ahora no suficientemente atractivo para mí? No, desgraciadamente en mi caso Nintendo no ha conseguido que la curiosidad inicial se convierta en algo más. El detalle que ha colmado el vaso ha sido el precio final.

La consola me parece cara, el mando me parece caro, y el precio de los juegos no se desmarca mucho de los de la competencia. Siempre se habló de que Wii iba a ser una consola barata, pero hacer esa afirmación ahora es bastante discutible. Volvemos a lo mismo. Si técnicamente no me demuestran que el hardware de Wii es mejor que el de una consola que salió al mercado en el año 2001 (ya sea con datos o con hechos), ¿a dónde van a parar esas 42000 pesetas? Al mando y los sensores, me dirán. ¿Y vale la pena pagar tanto para jugar a lo mismo de otra manera, que no es ni mejor ni peor, simplemente distinto? Es complicado dar una respuesta.

Espero que nadie sea tan inmaduro para tomarse esta exposición como un ataque contra Nintendo o contra alguien. Simplemente es una opinión, sin más. Y que Wii no me termine de convencer no significa que piense que Wii no puede triunfar, al contrario. Creo que Nintendo ha emprendido el camino correcto con Wii, aunque algunas cuestiones se podrían haber hecho de otra manera. Wii es una consola tan peculiar que no me sorprendería ni que se convierta en un superéxito estilo NDS, ni que Nintendo se diese el gran batacazo con ella. En todo caso, el riesgo que está asumiendo Nintendo con esta consola es enorme. ¿Qué hará Nintendo si Wii no triunfa? ¿Volverá a la senda de la carrera tecnológica y los mandos normales después de intentar convencernos de que ese no es el camino correcto? ¿Y si a Sony (o a Microsoft) se le cruzan los cables y termina sacando un mando similar al de Wii como periférico de su consola? Me temo que ya no hay vuelta atrás, Nintendo deberá seguir adelante con la revolución pase lo que pase. Aunque visto el abandono al que ha sometido Nintendo a los usuarios de GameCube en los dos último años, pensar siquiera en un posible fracaso de Wii debe de ser terrorífico para el jugador que se compre la consola de salida.

Por cierto, no me gustaría terminar sin felicitar a Nintendo por el excelente lanzamiento mundial que ha planteado. Es calcado al lanzamiento de Xbox 360, incluso hay coincidencia de días. Está bien que las compañías copien este tipo de cosas que benefician al usuario por encima de todo. Que tomen nota los de Sony.

Bueno, me despido ya. He tenido un último mes de locos, y ya tenía mono de escribir algo en el blog y en Vandal. Saludos.