Hoy fui a comprar el Resident Evil versión megazord, es decir, con el cacharrillo éste que añade un segundo stick a la consola.



Y de regalo me dieron una "caja alternativa" en la que la portada se ve en 3D, y según el ángulo desde donde la veas, el ojo aparece abierto o cerrado.

Total 43.91 €.

Hasta aquí todo normal.

El caso es que, como buen nintendero, me acerco a las 3DS expuestas con el propósito de compartir Mii y coger/soltar algún cromo.

Estaba trasteando tranquilamente cuando levanto la vista y veo un stand, vacío, con lo siguiente:

Secreto: (Pincha para leerlo)


Evidentemente lo dejé todo y me lancé a por ella.

Me sorprendió gratamente, transmite un aura de última tecnología acojonante, la pantalla es enorme y parece pixel-perfect. No me ha parecido que el control táctil fuese todo lo bueno que debería ser, al menos al trastear con los juegos que traía la consola, los que aparentemente serán de serie: uno de tocar números en orden, otro de puzles, otro con un skater que tenía y otro en el que había que usar la cámara.
Una pena que no tuviese ningún juego de verdad para probar.
¿Los sticks? Dan una sensación extraña, como que se van a romper o que son demasiado sensibles. No me han parecido tan buenos como los de 3DS  

Es muy probable que no me la compre de salida por los siguientes motivos:

- La situación económica (PSV + Juego + Tarjeta  anda en torno a los 350 euros)
- Sólo hay un juego del catálogo que me atrae, el todopoderoso Everybody's Golf.
- Rumores sobre nueva 3DS *Lite*.
- Cantidad de juegos imprescindibles para 3DS y que no me quiero perder (Metal Gear, OP, Mansion Luigi, Paper Mario, Animal Crossing, etc.)

De todas formas, seguiré de cerca su lanzamiento y miraré con ojos de "te odio infinitamente" a todo poseedor de una máquina que, salvo por los juegos, parece llegada del futuro.